La decrepitud del feminismo (I). Por Sofía Martin Aldea

Si no fuera porque la gran Mary Wollstonecraft falleció a una edad más que temprana, hoy probablemente, no hubiera resistido ver malograda su infatigable lucha en defensa de la mujer, allá por el año 1792, cuando publicó su obra “vindicaciones de los derechos de la mujer”. Siempre defendió que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre, sino que parecen serlo porque no reciben la misma educación. Tanto hombres como mujeres deberían ser tratados como seres racionales. Esta lectura estableció las bases del feminismo liberal y la convirtió en una de las mujeres más populares de Europa.

Aquí en nuestro país, la gran Doña Emilia Pardo Bazán, fue otra activista defensora de los derechos de la mujer, y de manera contumaz decía que los mismos derechos que tiene el hombre los tiene la mujer. Precursora de los derechos de la mujer al disfrute de la vida y el reconocimiento a todas las profesiones “ hasta la última gota de tinta”.

Simone de Beauvoir, George Sand, Charlotte Bronte…. todas grandes intelectuales, dignas defensoras de sus ideales en una época donde tuvieron que luchar incesantemente para poder abrir el camino hacia la libertad e igualdad en mundos concebidos para el hombre, y donde el papel de la mujer estaba en las antípodas en cuanto a derechos, educación, cultura. Sin ningún género de duda, sus obras y hemeroteca atestiguan que lo consiguieron. Abrieron las puertas para vislumbrar un futuro más igualitario.

Imposible no recordar a Marie Curie quien obtuvo dos premios Nobel, gracias a su talento, su perseverancia y una lucha infatigable y tenaz dedicada al estudio, sin medios materiales y técnicos en la gran mayoría de las ocasiones, pero con esa creencia en sí misma, en su capacidad y en valores como la superación, esfuerzo y constancia para el logro de los avances científicos.

Citaba anteriormente a la madre y pionera del feminismo europeo, quien sostuvo el pilar de la educación como vital para alcanzar la igualdad entre hombre y mujer, y, con acierto apostó por llevar a cabo todas aquellas reformas dentro del sistema para conseguir tal fin.

Basta leer a nuestra Doña Emilia para saber de su inteligencia fuera de lo común, su curiosidad constante la hacia una mujer empoderada, pero no como las de ahora, que piensan que eso se consigue “ mandando dentro de su casa” o “en el trabajo”…, cuando la autoestima juega un papel predominante, y en su caso lo demuestra, al no creer jamás ser tonta por el simple hecho de ser mujer.

Coincido en hablar más de anti sexismo pues realmente lo que se concibe con el feminismo, al menos a mi modo de ver, es la supremacía de la mujer frente al hombre, y sin embargo, la denominación del antisexsimo, preconiza la igualdad en términos de oportunidad. Es decir, que ante una situación concreta, no exista discriminación por razón de sexo y tanto un hombre como una mujer tengan las mismas

oportunidades para concurrir a la obtención del beneficio, objetivo, oportunidad o similar…

A priori, disponer de un Ministerio de Igualdad podría haber sido un gran avance dentro de los que ponderaron estas grandes pensadoras, pero desgraciadamente, más allá de ser un avance se ha convertido en una involución que se aleja bastante del pensamiento de todas estas mujeres que lucharon los derechos y la libertad en términos de igualdad.

Con el ideario en mano del feminismo liberal me pregunto ¿qué reformas se han llevado a cabo por el Ministerio de igualdad para conseguir con la educación el objetivo igualitario de igualdad dentro del sistema?

Con algo de conocimiento informativo la Sra. Ministra Montero ha impulsado dos proyectos de ley, una Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual también conocida como «Ley solo sí es sí», que elimina la distinción entre abuso y agresión sexual., otra que es la Ley para la igualdad Real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, también la conocida como «Ley Trans», que incluye el derecho a la libre determinación de la identidad de género de las personas trans.

Asimismo, ha probado diferentes dotaciones de partidas presupuestarias para la conciliación de la vida familiar y laboral, la ampliación de la atención al teléfono 016 de ayuda a la violencia contra la mujer.

Acaso algún ser humano con algo de sentido común puede pensar que estas reformas constituyen un avance en el sistema para la igualdad de la mujer , para su dignidad y reconocimiento como ser libre, que es en definitiva lo que persigue el feminismo?

Puede alguna mujer avalar el feminismo que desde el Ministerio están expandiendo con su Ley del sí es si, cuando las mujeres víctimas de violencia y que han resultado agredidas sexualmente están viendo como sus agresores se benefician de reducciones de condena con esta ley “ tan feminista a juicio de la Sra. Ministra”?

Se está invirtiendo en educación para conseguir que desde los colegios se eduque con los principios necesarios en igualdad para en el futuro evitar situaciones como las que ahora nos encontramos?

¿ Cuánto dinero nos está costando el sostenimiento de este Ministerio del fracaso y todos los áulicos que forman parte del mismo?

El resultado es un estrepitoso fracaso y en esto los números y las estadísticas son infalibles, por mucha inversión en políticas de ayuda que quiera venderse a víctimas de violencia de género, se han incrementado ostensiblemente los asesinatos y los maltratos en los últimos meses, y lo que nos queda en el año desgraciada y dramáticamente. Pero, claro, si a quien agrede se le premia con una reducción de la condena, es lo que tiene este mal concepto de feminismo, que en lugar de garantizar seguridad a la mujer le propicia más desasosiego a la víctima y la somatiza al ver a su agresor libre antes de lo que establecía el código penal que es el que se encargar de fijar la condena y con ello restaurar el daño.

“Hacedlas libres y pronto se volverán sabias y virtuosas, a la vez que los hombres lo serán más. Pues la mejora debe ser mutua, o la injusticia a la que una mitad de la raza humana está obligada a someterse se volverá contra sus opresores. ”Mary Wollstonecraft

Donde está la mejora de las reformas? Donde está la educación en el pensamiento feminista? Donde están los derechos de las mujeres en el siglo XXI y el legado de todas estas grandes intelectuales que tanto pelearon por abrir mentes y con su ejemplo generar una verdadera cultura de la valía de mujer en todos los campos?

La proeza y la libertad de las mujeres que si somos feministas de convicción Sra. Ministra, está en todas las que a las 7.oo am nos levantamos a abrir nuestros despachos, negocios, establecimientos y regresamos a casa a las 10 pm después de una jornada sin ayudas, porque los autónomos solo pagamos impuestos, y facturamos si trabajamos, sino, somos pobres de solemnidad, pues ni tan siquiera podemos enfermar, porque la prestación por día de baja no nos cubre ni el menú del día de la comida y la cena de un día….. Con esas y con todas tenemos que hacer los trabajos de casa, sin asistentas de servicio, hacer la compra, cocinar y las tareas inherentes al hogar y educar a los hijos quienes tengan familia. Todo eso porque somos feministas para lo bueno, y menos grato. Eso sí, no perdemos la dignidad y caminamos firmes en nuestras profesiones y mejorando con la educación que nos han inculcado nuestros padres, y las mentes brillantes que tuvimos, que siempre fue la cultura del esfuerzo.

Llegaremos más o menos lejos pero sin ningún género de duda, con honor, y contribuyendo a una sociedad igualitaria, no con dogmas de fe, sino con realidades, y, sin que jamás nadie nos haga creer como a Doña Emilia que “ somos tontas por el hecho de ser mujer” pues ello es lo que jamás permitió nuestra magnifica Pardo Bazán, y ni este Ministerio ni la Sra. Ministra lograra que nuestra autoestima se lo crea”. Palabra de DOÑA EMILIA!