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Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña es catedrático de Historia Medieval (Universidad CEU San Pablo) y doctor en Historia Medieval (Universidad Autónoma de Madrid, 1999). Ha sido Research Fellow en la Universidad de Cambridge y Profesor Invitado en varias universidades en Chile y Holanda. Autor de cuatro libros, editor de cinco obras colectivas. Ha publicado decenas de artículos de investigación en revistas especializadas. En esta ocasión analiza de forma sintética las claves de su libro la Europa de Dante.
¿Por qué decidió escribir un libro sobre la Europa de Dante?
Por dos razones. En primer lugar, por la figura irrepetible del poeta, que creo que tiene mucho que decir a nuestra época. En segundo lugar, por el interés que tiene su época, una época en la que la Cristiandad medieval vivió su máximo esplendor.
¿Por qué este autor es tan importante para representar una época y un continente?
Por su condición de autor universal que supera su italianidad: universal por su condición de figura literaria reivindicada por toda la civilización occidental. Universal porque nada menos que tres papas lo han propuesto como modelo de intelectual católico. Universal, en fin, por que en sus obras no solo encontramos poesía, sino sabiduría teológica, espiritual, política y moral.
¿Dónde estriba su genialidad?
Su genio estriba en que en su obra poética está condensado no solo la estética literaria de su época, sino también el conocimiento científico, la espiritualidad y el pensamiento político. Supo fusionar como nadie en la Edad Media la filosofía, la poesía y la profecía.
¿Qué características definen la Europa de Dante?
Era una Europa, la del gótico, unida del Mediterráneo al Báltico en torno a la fe católica, la lengua latina y una red de universidades, catedrales y monasterios que eran parte de un mismo ecosistema cultural y espiritual. La Europa que vino después, la de la Edad Moderna, quedó dividida por la Reforma protestante y las guerras de religión.
¿Cuáles son las aportaciones de la civilización del Occidente medieval a la humanidad?
Son numerosas. El fin del sacrificio humano y el infanticidio en el norte de Europa; el primer desarrollo de un derecho humanitario en conflictos bélicos; las primeras universidades, hospitales y orfanatos; el origen de las identidades nacionales europeas al mismo tiempo que el propio concepto de Europa…
¿Por qué ninguna otra cultura como la europea ha sabido fusionar del mismo modo la tradición grecorromana y el legado de la Biblia, lo occidental y lo semítico?
Porque para ello era necesario que se dieran las circunstancias que se dieron en Europa, es decir, primeramente, en la Antigüedad Clásica, el marco social y político que proporcionó el Imperio Romano para que se diera esa fusión y posteriormente, en la Edad Media, los sucesivos renacimientos medievales de la romanidad (desde Carlomagno al Renacimiento Italiano) que perfeccionaron esa fusión que hoy llamamos civilización occidental.
Autor
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Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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Todo cambia, en la Cristiandad, a partir de los siglos XI y XII. Resurge el comercio. Y, con él, las ciudades (los burgos), cuyos habitantes (los burgueses) no están sujetos al control nobiliario. “El aire de la ciudad hace libre”, reza el dicho. Florecen los gremios. Se levantan las catedrales románicas y, altísimas, las góticas. Aparece la literatura del amor cortés (que transforma la cultura occidental). Se crean las universidades. Llegan muchos textos griegos (a través de traducciones árabes). Aumentan los contactos con el Islam, tanto violentos (Cruzadas) como comerciales y culturales (Escuela de Traductores de Toledo, Escuela de Salerno, Ramón Llull, etc.).
La Edad Media duró un milenio. Afectó a la Cristiandad Occidental, al Imperio romano de Oriente (Bizancio) y al Islam. Así pues, convendría evitar generalizaciones. Pero, si tuviera que resumir qué pasó en la Cristiandad occidental durante el medievo, diría que, tras cinco siglos de retroceso, de oscuridad, inició en los siglos XI y XII un resurgimiento, un esplendor, que hizo posible el Renacimiento. El mismo Petrarca (que inventó el concepto despectivo de “Edad Media”, para distinguirse de ella) vivió en el siglo XIV, y su poesía no existiría sin Dante, el cual, a su vez, tanto debe a los trovadores.