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Desde principios de enero y sobre todo esta última semana, hemos asistido a como la élite multiadinerada mundial que nos domina se ha hecho con la Casa Blanca.
Sin ánimo de ser identificado como “conspiranoico” y negacionista, pero sí como alguien que se cuestiona todo, se puede afirmar que quedó comprobado testimonial y audiovisualmente la inclusión de votos falseados a favor del candidato demócrata Joe Biden; que tampoco se permitió estar en el recuento de votos a quienes pertenecían al partido republicano; que el computo de votos se hizo a puerta cerrada y únicamente por demócratas; que votaron más personas que las registradas en el censo electoral; que a muchos se les permitió votar varias veces; que los muertos también votaron; que hubo masivas irregularidades del voto por correo; que la distorsión sesgada y parcial de los medios de comunicación fue notoria; que hubo una continua censura en las redes sociales a Donald Trump, muy repetitiva; que el apoyo a Joe Biden por parte de la Agenda Globalista fue descarada; que los obispos católicos dieron todo su apoyo al demócrata; que la actuación del Tribunal Supremo Estadounidense fue cobarde; que hubo miedo a que se dañara la imagen de la democracia norteamericana así como la de sus políticos; que hubo un lavado de manos por parte de fiscales notorios de la justicia americana que recordó a Poncios Pilatos; que hubo traición espontanea de muchos republicanos cercanos a Trump; que muchos de los Estados de la Unión aseguraron que pedirían la anulación del resultado electoral a favor de Joe Biden y se echaron para atrás cuando más se necesitaba esa anulación; que los medios de comunicación lanzaron constantes comunicados diciendo que se trataba de un asalto al Capitolio y un Golpe de Estado que Trump estaba ejecutando; que todos los presidentes del mundo occidental, acatarán el “Plan de la Agenda Globalista” sumándose, a reconocer a Joe Biden como presidente, siendo el primero en reconocerlo el presidente del Gobierno social comunista de España, Pedro Sánchez. Donald Trump se da cuenta entonces de que el sistema contra el que se había enfrentado durante 4 años no lo podía vencer.
Todas estas afirmaciones parecen constituir evidencias por las que no se puede negar el gigantesco fraude electoral perfectamente planificado y dirigido por una organización que pone en la calle grupos de tintes violentos presuntamente sospechosos de ser responsables de las algaradas callejeras de los últimos días, que han dejado fuera a 75 millones de norteamericanos del Sistema representativo que tanto defienden y que llaman democracia. Todas estas, no son más que verdades evidenciadas de fraude democrático.
Lo que nos lleva a las siguientes conclusiones:
PRIMERO: Donald Trump, presidente de un partido de las clases medias que durante 4 años tuvo el gobierno pero no el poder, ha quedado destrozado por los amos del mundo; los del sueño de la Agenda Globalista, esos que son los dueños del Gran cártel tecnológico y financiero mundial, que son los que además ostentan el control real de los medios de comunicación a nivel mundial.
SEGUNDO: La derrota fraudulenta de Donald Trump da vía libre a la ejecución del “Plan Agenda Globalista”, cual es: terminar con las identidades culturales y nacionales, vaciando de soberanía a las naciones, además de poner fin al “Estado Liberal”; la aniquilación de todos los lazos familiares cristianos como identidad religiosa, que son además lazos vinculantes protectores en tiempos de crisis económicas. Aniquilación que para muchos se realiza a través de las políticas de ideologías de género, la eutanasia, los matrimonios sexuales del mismo género, la legalización de la pedofilia y otras aberraciones contra natura; y como no, instalando definitivamente la dictadura globalista en su condición de Partido y Gobierno único mundial, que no es otra cosa que el establecimiento del Nuevo Orden Mundial (NOM), esto es, la implantación de un poder supranacional, anclada en organizaciones supranacionales, creadas tras la segunda guerra mundial, que los dueños financieros de la Agenda Globalista controlan y parecer ser impondrán un único mundo, una única y muy reducida humanidad, gobierno, religión y sistema económico, y contra esto que parece una conspiración de chalados, pero no lo es, no parece haber respuesta posible mientras la gente no despierte, teniendo en cuenta quien ostentará el poder en la Casa Blanca dentro de unos días.
TERCERO: Estados Unidos volverá a retomar las políticas de conflictos armados a nivel mundial, que tanto parece gustó a Bush, Clinton y Obama, y que parece pretender la Agenda Globalista.
CUARTO: Posibilidad de esporádicos conflictos internos armados entre republicanos y demócratas norteamericanos, y por etapas, pudiendo, aunque parezca difícil, desembocar en la segunda guerra civil norteamericana. Habrá que estar a los comunicados de los “Patriots” y a lo que ocurra el 20 de enero, cuando parece ser que Joe Biden asumirá la presidencia de los EEUU de America.
QUINTO: La Agenda Globalista, una vez asentada en la Casa Blanca, creadora de los grupos “antifaz y Black Lives Matters”, que nacieron para crear revueltas callejeras, brazos armados de los globalistas, se destacan por la operatividad de sus células destructivas, demoliendo monumentos en todo el mundo. Son los que apoyaron en 2016 la elección de la demócrata Hillary Clinton como candidata a la presidencia de los EEUU y aprovechada por la misma Agenda para derrocar a Donald Trump, y que muchos norteamericanos califican como organizaciones terroristas de odio, amigos de la ideología de género encarnizada, de la inmigración descontrolada y de poner a los presos en la calle, parece que tendrán carta libre para ser esa avanzadilla allá, en aquellos países donde sus amos aún no controlan.
SEXTO: Los nuevos dueños de la Casa Blanca, demócratas de la Agenda Globalista, han utilizado la crisis coronavírica para avanzar en su agenda, lo cual es muy significativo, y caben sospechas fundadas de que la impulsaran hasta exprimirla para expandir su legislación globalista.
En España empezó con decretos leyes aprobadas por el gobierno PSOE/PODEMOS social comunista, aprobando la ideología de género, la eutanasia, el adoctrinamiento sexual de menores, la descalificación del sistema español de monarquía parlamentaria, el monopolio de la justica en manos del monopolio gubernamental, el ataque a la religión cristiana y la prohibición de la enseñanza del idioma castellano como lengua vehicular en el sistema educativo español.
Para mayor “inri”, hemos de recordad que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha logrado que 50 países firmaran un documento que, apelando a la pandemia coronavírica, se impulsará la política de la Agenda Globalista.
SEPTIMO: Estando los medios de comunicación en manos de esta élite de demócratas multimillonarios norteamericanos globalistas, que tienen nombre y apellidos, no sería de extrañar un apagón de “facebook, Twitter, etc.”, a nivel internacional, que se sufrió recientemente y del que “un no sé sabe” a qué obedecería. Será cuestión de esperar y ver si se cumple.
Los medios de comunicación públicos en manos de élites que llegan al poder mediante el fraude, poseen la herramienta más obscena de la corrupción, pues tienen el total manejo de esos medios, y por qué no, el constante soborno a los medios privados de comunicación.
OCTAVO: Pudiera estar en el punto de mira de la Agenda Globalista la caída del actual presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, máxime cuando se ha opuesto frontalmente a las políticas de la Agenda y la reforma constitucional llevada a cabo en los últimos años por el presidente Putin, no gusta para nada a quién parece será el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Sin más habrá que estar expectantes.
NOVENO: Esta batalla la libraran el bando de los “Patriots” (republicanos) y el de los “Globalistas” (demócratas). El escenario será la nación norteamericana. Si el triunfo fuera de los globalistas, la libertad será decapitada, el mundo no volverá a ser el que a día de hoy hemos conocido.
DÉCIMO: En vista de los antecedentes citados, el poder de gobernabilidad dejará de ser político, pasando a ser económico, dependiente siempre de los de la Agenda Global 2030 (y que no sólo versa sobre sostenibilidad energética), y este poder traerá profundos cambios y muy radicales; así, las naciones que vendieron su soberanía, mayoritariamente los países hispano parlantes, comenzando por España, se empobrecerán y hasta posiblemente, y más concretamente España, se fraccionen en varias naciones independientes. A todo ello le seguirá, a no más tardar en un par de años, la ruptura de la Unión Europea, que como todo el mundo sabe, camina a dos velocidades distintas, se dividirá en dos: la Europa centro norte y la Europa de los países PIGS (latina: Portugal, Italia, Grecia y España).
A la espera de acontecimientos.
Gonzalo CHICHARRO ARDERIUS.
Presidente del partido político Orden y Ley
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