Del cuerpo de este espejo fluye y nos ofrece una imagen revitalizada donde las lágrimas pierden su cauce, y el cactus herido las obliga a elegir camino y a explorar el devenir de la vida a través de la poesía. Esta es la sístole del libro titulado: Nueve poetas frente al espejo.
Maribel Valdivia y Alfonso Marchena con la Antología
Que en realidad son diez: Ezequías Blanco, Beatriz de Silva, Estíbaliz Antoñana, Enrique Arias Beaskoetxea, Carmen Vargas Antúnez, Mar I Bel Valdivia Palma, Esteban Maldonado, Olga RT, Yoanna Mojón, Alfonso Pascal Ros.
Es una antología que funciona como un disparador de instantes que comparten el mismo espíritu, colección de momentos. El antólogo es: Adolfo Marchena.
Lourdes, Maribel y Pilar
La poesía de todos ellos es destacable, aunque me centraré en la de Mar I Bel Valdivia. Su escritura es una experiencia emocional, vívida, que reflexiona sobre la condición humana, un muro que evidencia la realidad de la mortalidad, que trasgrede la relación entre el alma y el cuerpo. Es una forma de resistencia. En ocasiones parece que quisiera representar su lucha interna. Su trayectoria literaria crece con cada publicación.
Sus poemas nacen en ella, son una meticulosa edificación, elegantes y refinados, ennoblecidos con una concepción del ahora. A cada uno le construye su identidad. Escritos con un lenguaje medido e inteligente. Podemos encontrar variedad de recursos literarios. Poseen riqueza, diversidad, complejidad… Cada uno es un espejo con su particular interior, una epifanía, un río navegable. Son su brújula, la que anula las horas del reloj. Son caleidoscopios sensitivos. Elemento de conexión e inspiración. En ellos se escucha despuntar el alba…
«Con el cuerpo columpio/ y la acción imposible/ cojo un impulso titán/ que acelera a las estrellas./ Con plata celeste en la cara/ y el látigo de un dios perdido/(…)/ con los ojos arcoiris y el cuerpo empapado de alivio/ pongo los pies en tierra tundra/ que frena en danza telúrica a los abismos/ Con miedo y arrojo/ caigo sobre los brazos seísmo,/ con el cuerpo columpio/ me entrego de nuevo al vértigo.» (del poema: Con el cuerpo columpio).
Maribel a través de sus versos nos abre su alma sin censuras, dando paso a una lucha cuerpo a cuerpo con la poesía. Como un forense estudia la palabra en profundidad, la vacía y se apropia de su latido, autoriza al olvido combatiente a que reconozca el lugar desde el que el dolor vuelve, y que haga inventario de la lucidez para que identifique las grietas de la sangre que escanea y desactiva el implacable paso del tiempo. Constituye una voz lírica donde pueden habitar las heridas y sus contradicciones. Convence a las letras y le asigna el lugar exacto. Son hechizos que nos hacen caer en la tentación.
«Del deseo que se despierta, que/ nunca se durmió, ni en el país de los muertos/ Del deseo vivo/ que se despierta vivo y hambriento/ ahora presente no enfrente sólo dentro,/ alrededor, fugazmente tangente más que yo:/ yo: todo mi espacio si/ fuera verdad y simétrico/ si fuera, oblicuo o alado y se posase si/ me ocupa y soy distinta de mí/ qué sorpresa, tanta resistencia, detrás de/ del deseo/ detrás.» (Poema: Del deseo).
El sol corre desnudo hacía el deseo posándose en las comisuras de los labios de la madrugada embalsamada, que cruza miradas íntimas con el latente silencio. Los fonemas materializan los sueños vestidos de mar.
«Mirando cómo miro,/ miro al que mira/ Por qué no sonreír a la mirada/ con sonrisa de ojos cerrados/ un momento para ver los océanos y el firmamento/ que miran serenos, inmutables, cambiantes,/ abiertos,/ según/ sonrío/ pestañeo para que las lágrimas se bañen/ y no sean más que agua/ (y conciencia de ser:/ advaita)». <Poema titulado: Advaita>.
«El espejo refleja todos los objetos sin mancharse». (Confucio).
Autor
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Escribe en varios periódicos, entre ellos: "ÑTV", "El Cierre Digital", y revistas, algunas: "La Casa", "Sueños de papel", "Azahar".
Desde hace 23 años es miembro de la Asociación Literaria Hasday, aunque colabora con cuantos colectivos culturales se lo solicitan. Fundadora del primer club de lectura de la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Junto a Francisco Muñoz coordina las rutas culturales: "Los Grandes de Córdoba" y "La Batalla de Munda".
Ha trabajado en dos programas de Canal Sur Televisión: "El público lee" y "Pido la palabra". Organiza actos culturales en colegios, instituciones, etc.
Es autora de dos libros de relatos: "Relatos atormentados" y "Relatos de humor", (incluidos en la Colección Guadalquivir).
Tres poemarios: "Mortalmente eterna", "Quejíos del alma", "La piel del alma".
Doce cuentos infantiles, pertenecientes a la Colección Albolafia y cuyo emblema es la rana Clotilde.
Junto a otras nueve escritoras es productora de un disco de poemas musicalizados, titulado: "Poetizando, mujeres con voz y verso". Es en apoyo a las víctimas de la violencia de género y cualquier tipo de violencia en general.
Ha publicado dos libros de artículos periodísticos: "El pacto de las libélulas" y "Los labios de las amapolas".
Junto a don Julio Merino ha escrito las siguientes novelas: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis". "La princesa del jazmín", "la boda cautiva", "Leila de Granada", (Pertenecientes a la trilogía de La Reconquista).
"Cuando los dioses se hacen humanos", "Penélope la Reina tejedora". "Betsabé y el Rey David", "Pelayo el Astur", (forman parte de la serie de los dioses).
Es fundadora de dos clubs de lectura en la Biblioteca Provincial de Córdoba. En uno llevan una andadura de casi dos décadas, y en el segundo, es de reciente creación, de este 2023.