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En enero de 1869, recién iniciada la Guerra de los Diez Años, ocurrieron sucesos en La Habana que demostraban la situación de extrema tensión entre independentistas cubanos y voluntarios españoles. Se celebraba en un local de la ciudad llamado Teatro Villanueva una obra en la que se exaltaba la independencia de Cuba y apenas se ocultaba que era a beneficio de los guerrilleros cubanos y sus familiares. El 22 de enero, durante la obra, el público, de ideología separatista, vitoreó la independencia de Cuba y dio mueras a España.
Al tener conocimiento de ello se presentaron grupos de voluntarios españoles y exigieron la inmediata retirada de la obra. Tras una tensa discusión con algunos asistentes se oyeron disparos contra los voluntarios españoles. Estos respondieron sacando sus revólveres y fusiles y disparando a su vez. Aunque los datos son confusos parece que murieron 3 separatistas y hubo muchos heridos de ambos bandos. Durante los 4 siguientes días se produjeron graves incidentes y atentados en las calles de La Habana entre separatistas y voluntarios que según parece causaron unos 25 muertos de ambos bandos.
Aunque los grupos de voluntarios españoles organizados en la Península para la guerra contra los rebeldes, aún no habían llegado ya estaban en funcionamiento los grupos de voluntarios formados por españoles que ya vivían en Cuba (muchos de los cuales eran catalanes) y de cubanos pro españoles. El trasfondo del malestar de los Voluntarios era la débil política del gobernador español el general Dulce, que había que había legalizado la prensa independentista, permitiendo todo tipo de insultos y desprecios contra España y quería negociar la autonomía de la isla con los rebeldes a los que concedió numerosas amnistías, que solo fortalecieron a los mambises. Los Voluntarios se movilizaron contra Dulce y su política suicida y consiguieron que el Gobierno lo sustituyera por el general Caballero de Rodas, de mentalidad más combativa.
Los Voluntarios Españoles y entre ellos singularmente los catalanes fueron parte esencial del esfuerzo militar español contra la guerrilla cubana durante la Guerra de los 10 Años (1868-1878). Esta guerra fue devastadora y causó enormes bajas tanto a españoles como a cubanos.
Lo mismo ocurriría más tarde durante la segunda guerra, la de 1895-1898. Por fortuna los intensos odios y pasiones generados entre españoles y cubanos en estas guerras se superaron pronto. Así lo demostró la emocionante visita de la corbeta escuela española Nautilus a la Habana en junio de 1908. Era la primera vista de un buque militar español en 10 años y fue recibida con multitudinarias fiestas por el pueblo y las autoridades cubanas. Aquel evento simbolizó la reconciliación afectiva entre ambos pueblos hispánicos. La ocupación norteamericana que sufría Cuba entonces intensificó este sentimiento. Se vio entonces confraternizar amistosamente a oficiales españoles veteranos de la guerra en la isla y a antiguos mambises que ahora ocupaban cargos en la administración local cubana. Significativamente el gobierno de Estados Unidos había tratado de impedir la visita del buque español.
En cualquier caso la historia de los Voluntarios Españoles de Cuba (como antes la Guerra de la Independencia o la de África contra Marruecos de 1859-60) demuestra que todavía durante el siglo XIX los jóvenes españoles (entre ellos los catalanes, desde luego) no toleraban pasivamente insultos o menosprecios a España y estaban dispuestos a luchar por la Patria, si esta lo necesitaba.
Fuente: Historia de los Voluntarios cubanos. José Joaquín Ribó Vol 1. 1876. Las guerras mambisas. Coronel Santiago Perinat 2002.
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