20/09/2024 18:29
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El nivel intelectual y moral de nuestros políticos es nauseabundo. El Congreso, los Parlamentos de taifas y los Ayuntamientos son una cochiquera de Alí Baba, la cueva no les sirve a estos que hacen todos sus desmanes públicamente, porque se saben impunes y respaldados por el paisanaje espenol, una caterva que presume de erudición, por la dichosa libertad de expresión, que hace respetables y admisibles todos los desmanes y barbaridades que la mayoría de espenoles suelta por el hocico o escribe, con sus pezuñas, en mass media, redes sociales e Internet.

Pero al igual que en todo gallinero impera un gallo, en la política espenola este rol le corresponde, con muchísima diferencia del resto (lo cual es muy meritorio por su parte, no es nada fácil destacar en maldad y necedad ante tanto cretino psicópata) al Che Pa Blelin, desde ahora también denominado, por mí: el moñas.

Un vicepresidente y ministro de Asuntos Sociales, cuya manera de hacer política es preguntar por redes sociales qué series de tv. hay que ver, y debatir sobre ellas. Un criminal comunista que pudre todo lo que toca y no responde ante la Justicia por sus desmanes. Ni la corrupción de su partido, ni la suya propia, ni su machismo, ni su responsabilidad en el asesinato de decenas de miles de ancianos, ni el escándalo Dina; ni su financiación ilegal, ni su defensa a ultranza de la violencia contra otros partidos y otros españoles a los que acusa de “fachas”, ni su apoyo incondicional a ETA y los terroristas separatistas catalanes, etcétera. NADA. Este psicópata y extraviado mental severo, es intocable. Lo único que nos queda es reírnos del ridículo monumental que es su vida, que es todo lo que hace, que es todo lo que dice, que es todo lo que es, que es todo lo que le rodea…

El último capítulo: sacarse fotos en “su despacho” con un moño en el melón que tiene por cabeza. Si la chepa, su mariconeo público besándose reiteradamente con hombres, su babosa forma de hablar, su ignorancia supina, su promiscuidad enfermiza y los cuernos que soporta su iletrada señora; sus ridículos bailes con el lobby elegetebei, sus loas a comunistas y demás genocidas fallecidos y etcétera, no fueran suficiente motivo de irrisión y escarnio público… sigue dale que te pego, esta vez con moño.

Lo peor de este moñas no es él ni sus compañeros de secta política ni socios de Gobierno, qué va. Lo peor es que tiene cientos de miles de feligreses que le adoran y que, cada vez que hace una gilipollez, le aplauden como las focas que son (y que me perdonen las focas, pero como sé que no me leen, puedo decir esto).

En este breve vídeo, documento gráficamente el asunto.

PASEN Y VEAN:

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REDACCIÓN