14/06/2025 01:44
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Cynthia García Egea. Economista, escritora y mediadora familiar, trabajó durante veinte años en el sector bancario y, desde 2016, dedica su vida al servicio de la Nueva Evangelización. Actualmente dirige dos programas mensuales en Radio María España: Amaos y Adora y Confía.

Además, coordina el ciclo Literatura y Fe en la Semana Internacional de las Letras de la Región de Murcia, EXLIBRIS.

Su primera novela, de género testimonial, El Escultor de Almas, es una obra única que revela evidencias eucarísticas reales y recientes, hasta ahora nunca dadas a conocer.

La autora presenta su segundo libro: El Mediador de Dios.

¿Por qué decidió escribir una novela titulada El Mediador de Dios?

Fue algo que sucedió incluso antes de terminar mi primera novela, El Escultor de Almas. El título me llegó de forma inesperada. Recuerdo que le había dejado un papelito a san José, pidiéndole un título para el libro. Y me lo dio, porque de la noche a la mañana comenzó a resonar en mí con fuerza: El Mediador de Dios. Se repetía constantemente. Yo lo meditaba una y otra vez, y pensé: «Debe ser para un segundo libro, porque el primero ya tiene título». Ahora nos reímos al recordarlo, pero fue tal y como lo estoy contando.

¿En qué medida tiene continuidad o inspiración en El Escultor de almas?

Es una novela distinta, esta vez con un protagonista masculino, lo que me supuso un verdadero desafío. Ambas obras unen literatura, fe y una dimensión testimonial. A partir de lo vivido con el primer libro, y al ver que los testimonios ayudaban a los lectores, abrí un plazo a través de las redes sociales para que quien quisiera compartir su testimonio con el Sagrado Corazón me lo enviara. Fue una experiencia preciosa, porque muchas personas se animaron. Los testimonios seleccionados fueron adaptados a la novela.

También hubo muchas Diosidencias, porque, en conversaciones espontáneas con personas que no sabían nada del proyecto, surgían testimonios relacionados con el Corazón de Jesús. Yo pensaba: «Esto no es casualidad». Me quedaba ojiplática, y en cuanto podía, lo anotaba.

Sin embargo, El Mediador de Dios es una novela más compleja, porque implicó un gran trabajo de investigación adicional. Tenía el título, y la idea surgió a partir de una Palabra que pedí al Señor en la Capilla de la Adoración Eucarística Perpetua. Abrí un libro de espiritualidad al azar y me apareció, en letras grandes: «Mira al Corazón». Desde entonces, ya no miré otra cosa.

Comencé consultando a tres personas consagradas sobre qué entendían ellas por «corazón», y aquello me generó bastante indeterminación, porque cada una tenía una visión distinta. Yo me sentía insatisfecha; necesitaba unidad de criterio. La Virgen, en Fátima, no hablaba del triunfo «de Ella», sino del triunfo de Su Corazón. ¿Por qué ese matiz? Necesitaba delimitar los conceptos. Así comenzó una investigación profunda: leí decenas de libros. La novela incluye más de doscientas cuarenta referencias. Viajé para investigar en profundidad. Peregriné a santuarios, donde escuché en el silencio y busqué en mi interior.

El objetivo era penetrar en el corazón humano, pero el gran descubrimiento fue deslumbrante: se hacía necesario mirar hacia otro lugar… para poder ver el propio corazón.

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¿Se podría decir que hay algo de usted en el protagonista de la novela, un profesional de éxito?

Del autor siempre hay algo en los personajes, si no de manera experiencial, sí desde su mirada. Pero no me identifico con Carlos Blaya. Es un personaje inspirado en personas concretas, con nombre y apellidos, a quienes he conocido en mi trabajo pastoral. He acompañado a hombres que han vivido procesos similares, y me llamaba la atención cómo se repetía un mismo patrón en sus vidas… y en sus comentarios.

Con el deseo de comprender y ayudar mejor, incluso interrumpí la escritura de la novela para cursar una formación en mediación de seis meses, con sus correspondientes prácticas. Fue una locura en su momento, pero hoy me alegra mucho haberlo hecho.

¿Por qué eligió un abogado?

Fue algo intuitivo. Quizá porque representa la ley, el juicio, la razón estructurada. Un abogado está acostumbrado a argumentar, a buscar la verdad a través del pensamiento lógico. Solo alguien que conoce en profundidad la ley humana puede conmoverse al encontrarse con una Ley mayor: la del Corazón de Jesús. Una Ley que salva. Otra lógica. La Ley del Corazón, que trae al hombre la plenitud humana.

¿Por qué muchas veces las crisis son un punto de inflexión para un encuentro con Dios?

Porque tenemos una gran dificultad para aceptar la voluntad de Otro. Pensamos que Dios viene a quitarnos, no a salvarnos. Desconfiamos de Él, a pesar de todo lo que ha hecho por nosotros. Y eso es bastante grave. Lo tratamos como a un mentiroso, como si ese Amor no fuera real, como si su Palabra no fuera la Verdad.

Somos grandes ignorantes en la vida espiritual, y desconocemos las maravillas de la gracia que Dios puede derramar sobre nuestras vidas. Como dice el salmo: «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles».

Necesitamos la piedra angular. Carlos se encuentra con los cimientos de su vida sacudidos.

Aún así, el protagonista debe hacer un acto de confianza y de abandono total, un salir de sí…

Sí, no le queda otra opción. Llega un momento en que se queda sin recursos, y entonces se abre este Camino. Y eso, en sí mismo, ya es una gracia. No a todo el mundo le ocurre. Como dice el autor del prólogo: «Se hace camino al andar». Y eso puede convertirse en un apoyo para el lector. Porque siempre es más fácil aventurarse en una novela que en la vida real.

Habla de las dos banderas y de muchos conceptos que ayudan a la meditación y a la formación. ¿Cómo ayuda a formarse?

La novela es atrevida, porque explora el complejo corazón humano a través de los ojos de Carlos Blaya y nos presenta la posibilidad asombrosa de contemplar un mundo renacido. En el fondo, es un canto a la esperanza.

Para mí ha sido una bendición trabajar en ella durante estos años. Y creo que es un don. Y, como todo don, también una tarea.

Es una novela que pretende desafiar la jerarquía de intereses de los hombres y mujeres del siglo XXI. Está dedicada al Inmaculado Corazón de María.

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Y ahí entra en juego un tema central: la pureza de corazón, que es lo que nos permite ver todas las cosas según Dios. La novela busca iluminar esa realidad.

¿Y, sobre todo, cómo es esta novela un medio para que el lector ame más a Dios?

Él nos ha dado el don más grande: el Corazón Inmaculado de María. Es refugio para nuestra debilidad y nuestras heridas, y camino seguro hacia la unión con Dios.

La vida espiritual es un itinerario: buscar, encontrar, conocer y amar. Redamatio: responder con amor al Amor.

En las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús en Paray-Le-Monial, hace 350 años, el Señor dice que se trata del último esfuerzo de su Amor para arrancar las almas del poder de Satanás y ponerlas bajo el reinado de su Amor.

Él es Rey y Señor. Hemos de vivir bajo su bandera.

Allí encontramos una declaración de amor, revelaciones de maravillas inexplicables de su Amor Puro, una queja —por las indiferencias, ultrajes, frialdad y desprecio recibidos en este Sacramento de Amor— y una súplica: la reparación.

«Al menos tú, ámame», dice Jesús. Y pone una llama en el pecho de santa Margarita María para compensar lo que le falta.

Lo que más le duele es la falta de amor de sus amigos. Él mismo lo expresó: «Tengo una sed tan grande de ser amado en la Eucaristía, y no encuentro a nadie».

¿Por qué merece la pena leer esta novela?

Porque educar el corazón es algo importante… y urgente. De ello depende nuestra unión con Dios, y de esa unión depende todo lo demás. Lo dice la Sagrada Escritura: «Por encima de todo, guarda tu corazón, porque de él mana la vida».

Cada lector puede hacerse, junto a Carlos, el protagonista, algunas preguntas fundamentales:

¿Quién ha educado hasta ahora mi corazón?

¿Quién educa el corazón de nuestros jóvenes?

¿Quién está educando el corazón de nuestros niños?

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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