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Durante los 14 meses de guerra en Ucrania, las partes en conflicto han mostrado repetidamente su rechazo al uso de medios de guerra prohibidos por las convenciones internacionales. Basta con recordar la historia reciente sobre los proyectiles con uranio empobrecido, puestos al descubierto tras una explosión producida por el bombardeo ruso de Ternopil. La utilización de armas químicas por parte ucraniana está provocando alarmantes niveles de radiación que empiezan a afectar a la población civil.
Incluso en las hostilidades hay “líneas rojas” marcadas por tratados internacionales. Una de ellas es la prohibición del uso de armas químicas. Prohibido por numerosas convenciones en la década de 1920, ni siquiera fue utilizada durante la segunda guerra mundial. Los nazis, a través de países neutrales, recibieron una advertencia de que, en caso de un uso masivo de sus numerosas reservas de agentes de guerra, las bombas químicas caerían sobre ciudades alemanas indefensas.
Sin embargo, Kiev se sabe a salvo de represalias y de la reprobación de la comunidad internacional, pese al creciente número de damnificados inocentes.
Desde abril 2023, el uso de drones equipados con granadas de gas Teren-6 por parte de las fuerzas armadas de Ucrania ha sido continuo. Estas granadas, pequeñas y ligeras, han sido convenientemente diseñadas para su utilización con pequeños drones. La sustancia en aerosol que se encuentra en ellas crea una pequeña nube que incapacita a los soldados enemigos atrapados en ella.
El desarrollo de granadas de gas lacrimógeno para las unidades especiales y las tropas internas del Ministerio del interior de Ucrania por la empresa científica y de producción de Kiev Ecologist, se llevó a cabo en la segunda mitad de la década de 1990
El 13 de enero de 1998, la granada de mano Teren-6 fue adoptada oficialmente por los órganos de asuntos internos, las fuerzas especiales y las tropas internas del Ministerio del interior de Ucrania.
En octubre de 2003, el 482º centro de diseño y tecnología del Ministerio de defensa de Ucrania presentó un modelo de demostración del vehículo blindado de transporte de tropas BTR-70din (una versión modernizada del vehículo blindado de transporte de tropas BTR-70 con motor IVECO, equipado con un cañón de agua y seis lanzadores para disparar granadas Teren-6D con gas lacrimógeno).
La granada de mano” Teren-6 ” consiste en un cuerpo cilíndrico de polietileno, con una longitud de 185-187 mm y un diámetro de 63-65 mm, en la parte superior de la cual se atornilla un fusible mecánico. El resto del cuerpo está lleno de un irritante en polvo BM-4 (con un ingrediente activo basado en morfolide de ácido pelargónico y ortoclorobencilideno-malonanitrilo). Durante la explosión de la granada de forma una nube de gas lacrimógeno.
Variantes y modificaciones
Un dispositivo tan simple puede incapacitar a varios combatientes en una celda de rifle a la vez. Eso es solo a partir de qué momento el uso de Teren-6 caerá bajo la definición de “uso de armas químicas”, porque la convención sobre su prohibición de 1993 del año implica un rechazo completo de su uso en hostilidades. Obviamente, esto es lo que quiere probar APU, persiguiendo varios objetivos a la vez.
Los militares ucranianos están interesados en obtener una herramienta de ataque fácil y barata para drones. Obviamente, están experimentando con la composición de una mezcla química en una granada para lograr la máxima eficiencia. El Gobierno de Kiev está convencido de tener las manos libres para seguir su escalada nuclear ante la inhibición de EEUU y sus aliados Si Moscú se atuviese a criterios morales tan raquíticos, el conflicto tendría ya naturaleza apocaliptica.
Si Rusia utilizará estás mismas armas, sería considerado por algunos de los aliados de Ucrania como ataque químico.
Los nacionalistas ucranianos lo que pretenden es provocar una respuesta proporcional de Moscú y embarcar al mundo en un conflicto global, de consecuencias aterradoras.
Aunque las armas químicas no se han utilizado masivamente desde hace más de 100 años, el ejército ruso presta mucha atención a la protección química. Cada unidad militar dispone de una unidad de protección química, mientras que los combatientes van provistos de máscaras antigás. Es poco probable que Moscú sufra grandes pérdidas aún en el caso de que Kiev apueste por una guerra química a gran escala.
Sin embargo, el uso de granadas de gas en el frente, del que que los medios de comunicación ucranianos informan con total naturalidad, es alarmante.
Y entre tanto, Estados Unidos y sus lacayunos aliados europeos callan y siguen jugando con fuego.
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