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El mismo día en el que se celebraron las elecciones generales eslovenas, el 24 de abril, publiqué un artículo,  Todos contra Janša, para destacar la campaña de acoso por parte de medios de comunicación, ONG, Bruselas y pro-rusos, contra el primer ministro conservador. Janša perdió las elecciones y el siguiente artículo es un extenso análisis del semanario esloveno Demokracija que analiza cómo se ha producido la derrota de Janez Janša.

El 24 de abril se celebraron elecciones generales en Eslovenia. El ganador relativo de los comicios fue el recién creado Movimiento por la Libertad (Gibanje Svodoba), creado tres meses antes de las elecciones. Su presidente es el magnate Robert Golob. El gobierno esloveno, formado al principio de la pandemia en marzo de 2020, ha sido acusado permanentemente de limitar la vida pública (la libertad) durante la batalla contra el Covid y el «Movimiento por la Libertad» fue un intento, con éxito, de sumar a más del 30% de la población eslovena opuesta a la mayoría de las medidas contra el Covid. Un proyecto de “lavado de cara» de la “red de los de siempre».

Movimiento por la Libertad obtuvo 41 escaños en un parlamento de 90. El SDS de Janez Jansa obtuvo 27 y su aliado N.Si 8. Los socialdemócratas del SD sacaron 7 y la izquierda de Levica 5, mientras que los 2 escaños restantes pertenecen a las minorías húngara e italiana. Tras las elecciones de 2018, la composición del parlamento fue: SDS 25, LMŠ (liberales) 13, SD 10, SMC (liberales) 10, Levica 9, N.Si 7, SAB (liberales) 5, DeSUS (Partido de los pensionistas) 5, SNS (nacionalistas) 4 y los 2 diputados de las minorías.

El gobierno liderado por el SDS (marzo de 2020 – junio de 2022) pasará a la historia como el más exitoso y eficiente de la historia de Eslovenia hasta el momento. En la actualidad, Eslovenia cuenta con un desempleo mínimo y la tasa de crecimiento del PIB más alta de la Unión Europea. Las medidas económicas contra el Covid de Eslovenia fueron clasificadas como las segundas mejores del mundo por la OCDE. El gobierno de Janša también inició, planificó o terminó más de 2.500 proyectos en toda Eslovenia: se están construyendo nuevas escuelas, hospitales, residencias de ancianos, carreteras y puentes. También hay importantes inversiones en la economía digital y ecológica. Janša reorientó la política exterior de Eslovenia hacia el hemisferio occidental con la activa política exterior euroatlántica y la primera visita de un Secretario de Estado estadounidense a Eslovenia en más de dos décadas. Eslovenia también fue la impulsora de la primera visita de un dirigente extranjero a Kiev después del 24 de febrero de 2022. Para mostrar su apoyo y dar esperanza al pueblo ucraniano, los primeros ministros esloveno, polaco y checo decidieron visitar Kiev cuando la ciudad aún estaba bajo el ataque ruso. A pesar de los históricos logros del gobierno, los tres conglomerados mediáticos más importantes de Eslovenia -POP TV (propiedad del grupo checo PPG), la emisora nacional RTV y el imperio mediático del oligarca Martin Odlazek- no informaron positivamente, ni siquiera de forma neutral, sobre una sola medida de Covid o éxito gubernamental en los últimos dos años.

Según el Eurobarómetro, Eslovenia es uno de los países más pro-rusos de la UE (https://europa.eu/eurobarometer/surveys/detail/2772). El gobierno y, especialmente, el primer ministro han sido criticados regularmente por los medios de comunicación y los partidos de la oposición debido a su firme apoyo a Ucrania.

Durante la campaña electoral, Robert Golob y su gente ya pronosticaron que Eslovenia «normalizaría» las relaciones con Rusia. Golob justificó la ocupación rusa de Crimea diciendo que los rusos seguían la lógica de proteger el territorio donde viven los rusos. Marta Kos (ex secretaria general del movimiento Forum21, creado por el último presidente del Partido Comunista de Eslovenia Milan Kučan, y candidata proclamada a la Presidencia de la República de Eslovenia en las elecciones de noviembre de 2022), es la vicepresidenta del Movimiento por la Libertad y tampoco oculta su apoyo a Putin. Se opuso a ayudar a Ucrania con armas defensivas y atacó al primer ministro Janša porque visitó Kiev y no Moscú: «En el futuro, tendremos que hablar con Rusia, ya que no habrá seguridad europea ni una nueva estructura de seguridad sin Rusia». El alcalde de Liubliana, Zoran Janković, uno de los más destacados partidarios de Robert Golob (Golob fue su vicepresidente cuando Janković formó una lista de partido de tipo similar para las elecciones generales de 2011), se niega a devolver las medallas que recibió con orgullo de Vladimir Putin. El 13 de enero, el fiscal general de la República de Eslovenia, Drago Šketa, nombrado por el gobierno anterior, viajó a Rusia y firmó un acuerdo de cooperación con el jefe de los fiscales rusos, Igor Krasnov -que ya fue incluido en la lista negra de la UE en marzo de 2021-. El acuerdo se firmó -sin el conocimiento del Gobierno de Eslovenia- al margen de una celebración dedicada al 300 aniversario de la Fiscalía rusa. Es evidente que están orgullosos de la fiscalía en la época del terror de Stalin. Drago Kos, hermano de la vicepresidenta del Movimiento por la Libertad, Marta KOS, también fue a Moscú en enero para celebrar el 300 aniversario de la Fiscalía rusa. Drago Kos es también el marido de Tjaša Slokar Kos, el redactor jefe de POP TV, el canal de televisión más influyente que realizó la campaña más destacada del Movimiento por la Libertad durante los últimos tres meses. Cada vez hay más indicios de que existe la posibilidad de que se haya gastado dinero ruso en la campaña, de que se hayan difundido trolls rusos y propaganda a través de las redes sociales para influir en el resultado de las elecciones, etc. Por ejemplo, un ex directivo de Yandex y actual jefe del sindicato de taxistas, con estrechas conexiones con Rusia, organizó un servicio de taxi gratuito para sus votantes el día de las elecciones. Y a cambio, pidió al Movimiento por la Libertad que eliminara regulaciones, prohibiera UBER en Eslovenia y promoviese a la empresa rusa Yandex. La empresa china Gorenje financió ampliamente a los medios de comunicación antigubernamentales y prorrusos, como Necenzurirano, que llevó a cabo la campaña mediática online más feroz contra el gobierno. La emisora nacional también ayudó enormemente en la campaña a favor de Golob, y uno de sus redactores más veteranos, Mojca Pašek Šetinc, se presentó como diputado en la lista de Golob. Urška Klakočar Zupančič, también vicepresidenta del Movimiento por la Libertad, fue juez durante mucho tiempo, y dos de los más destacados partidarios del partido fueron el presidente del Tribunal de Cuentas, Tomaž Vesel, y el presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin. Ambos contribuyeron activamente a su campaña.

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Los fundadores del recién creado partido de Robert Golob intentan situarlo en el mapa político de la UE como liberal. La realidad es que la ideología del Movimiento por la Libertad no tiene nada que ver con el liberalismo. Su corpus es predominantemente la «red de viejos amigos», reforzada por la segunda y tercera generación, y debe su éxito a los monopolios mediáticos de izquierdas y a las ONG de extrema izquierda. Golob también se hizo con una gran mayoría del voto antiCovid, que resultó decisivo para su victoria. Su partido no tiene una sola sucursal local ni ninguna otra estructura típica de un partido político. La dirección formal está poblada por demagogos antimercado procedentes de sindicatos, periodistas, influencers, ex jueces, ex colaboradores de la policía política secreta, ONG financiadas por el Estado y empleados del sector público. Una de las prioridades de Golob será la retribución de sus partidarios.

Esta insólita situación política eslovena es difícil de entender sin conocer las tres últimas elecciones. En cada ocasión, el mismo grupo informal de personas influyentes -la llamada «red de viejos amigos»- creó un partido político completamente nuevo semanas antes de las elecciones. En 2011, el ganador fue Zoran Janković con un nuevo partido llamado Eslovenia Positiva. En 2014, el ganador fue Miro Cerar, con un nuevo partido llamado Partido de Miro Cerar. En 2018, Marjan Šarec formó gobierno con un nuevo partido llamado Partido de Marjan Šarec. Y finalmente, en 2022, Robert Golob creó un nuevo Movimiento por la Libertad y volvió a ganar las elecciones como una cara nueva, sin tener un solo comité local del partido, ni un concejal, ni un alcalde, ni un diputado.

Los fundadores del Movimiento por la Libertad están formando actualmente una nueva coalición gubernamental con los socialdemócratas de izquierda (7 escaños) y el partido extremista Izquierda (5 escaños), cuyo ideal es el sistema sociopolítico venezolano. Exigen una subida de impuestos, la nacionalización de la propiedad privada, la retirada de Eslovenia de la alianza de la OTAN y la salida de la UEM, entre otras cosas.

El presidente formal del Movimiento por la Libertad, Robert Golob, está actualmente involucrado en uno de los mayores escándalos de los Balcanes con cargos de lavado de dinero procedentes de las sucursales balcánicas de Gen-I, la empresa estatal que dirigió durante los últimos 16 años. La longevidad de la gestión de Golob queda así cuestionada por la investigación internacional de las transacciones financieras de Gen-I a cuentas bancarias privadas en toda la región. El último descubrimiento fue una transacción a una cuenta bancaria montenegrina propiedad de un actual diplomático de Kosovo, Martin Berishaj, que retiró 500.000 euros en efectivo en un par de meses. Después se perdió el rastro del dinero. El Parlamento de Kosovo ha creado recientemente una comisión especial para investigar este caso. La investigación descubrió que Robert Golob tenía una cuenta bancaria encubierta en Rumanía (Raiffeisen Bank), pero declaró que fue abierta sin su conocimiento. Este último caso fue ampliamente publicado en varios países de la región, pero no en los principales medios de comunicación eslovenos. Todos ellos defendieron a Golob, alegando que le habían robado la identidad.

Hasta ahora, todas estas listas unipersonales, formadas poco antes de las elecciones generales eslovenas por la “red de los viejos amigos” durante la última década, dejaron de existir en uno o dos mandatos. La lista de Zoran Janković, la de Miro Cerar y la de Marjan Šarec ya no existen. Pero los fundadores siguen ahí, controlando los medios de comunicación, el poder judicial, los sindicatos, cientos de ONG e instituciones paraestatales.

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La mayoría de estos monopolios están ahora protegidos por la normativa de la UE y por su gente que trabaja en Bruselas. Cuando intentamos hacer algunas reformas, nos atacaron diciendo que interferíamos con los medios de comunicación «independientes» o el poder judicial. Cuando pedimos ayuda y directrices para hacer reformas de acuerdo con las «normas de la UE», hubo un silencio incómodo, o una excusa entregada. La “red de viejos amigos» es lo suficientemente fuerte como para convencer a Berlín y Washington de que son proeuropeos. Pro-occidentales. Y nuestros amigos europeos, alemanes o estadounidenses no se han dado cuenta de ello:

El ministro de Asuntos Exteriores esloveno nombrado por los últimos gobiernos dirigidos por «caras nuevas» ha viajado 13 veces a Moscú y nunca a Berlín o Washington;

Durante las últimas décadas, los medios de comunicación de Eslovenia han retratado a la OTAN y a EE.UU. de forma negativa y a Rusia de forma positiva;

el ejército esloveno ha sido casi desarticulado durante sus gobiernos, alegando que los eslovenos no pagarán por las guerras de EE.UU;

que Milan Kučan, jefe indiscutible de la «red de viejos amigos» y viejo amigo de Putin, creador de todas las nuevas listas, movimiento de la Libertad incluido, acusó a Ucrania de tener la misma responsabilidad por la agresión rusa que el propio agresor;

que canten públicamente las canciones «Europa es una banda de ladrones» o el «Himno del Ejército Rojo» en sus actos (https://youtu.be/ifydoT0v3J8), alegando que se trata de actos puramente culturales.

El SDS, junto con N.Si, que también gano un escaño en las últimas elecciones, derrotó totalmente a todos los partidos de la oposición en 2018. Pero el SDS perdió las elecciones generales de 2022 contra un Estado profundo, protegido por los monopolios nacionales y la ceguera de Bruselas. Llevamos 15 años intentando sin éxito explicar la situación eslovena a nuestros amigos extranjeros. Intentando contar cómo la inacabada transición de un régimen totalitario a la democracia está poniendo en peligro no sólo a un país, sino también a toda la región. No nos creyeron ni siquiera cuando se robaron las elecciones generales eslovenas en plena UE en 2014. Nadie reaccionó siquiera cuando esto se demostró en los tribunales un año después. Entonces no lo entendimos. Ahora, después del 24 de febrero de 2022, sí lo entendemos. En concreto, se pasó por alto un panorama mucho más amplio en relación con una transición fallida en Rusia. Hemos conocido a personas, que se llamaban a sí mismos europeos orgullosos, que atacaban ferozmente a muchos países miembros de Europa Central o del Este por los valores de la UE. Países que intentaron desmantelar el legado comunista de sus instituciones y terminar una transición democrática. Al mismo tiempo, estos orgullosos europeos:

bloquearon los MAP (Plan de Acción de Membresía) para Ucrania y Georgia en las cumbres de la OTAN;

invirtieron su influencia política para que la UE dependiera aún más del gas y el petróleo rusos;

entraron en los consejos de administración de las empresas rusas de gas y petróleo y se llevaron millones del dinero de Putin;

permitieron que las empresas de la UE se saltaran las sanciones impuestas a Rusia tras la ocupación de Crimea, incluida la venta de armas;

tras la agresión rusa del 24 de febrero de 2022, trataron de bloquear las medidas efectivas para hacer a Ucrania más fuerte y a Rusia más débil, oponiéndose a la ayuda militar a Ucrania y a las dolorosas sanciones contra Rusia;

se opuso a la entrega de una perspectiva de adhesión a la UE por la vía rápida a Ucrania.

Este fue un momento en el que nos dimos cuenta plenamente de que aquí se está jugando una partida mayor y que Eslovenia no es más que un teatro secundario.

Entonces los ucranianos marcaron la diferencia. Resistieron contra viento y marea. La opinión pública de toda Europa y de todo Occidente empezó a cambiar. Es tarde y nos enfrentamos a una Segunda Guerra Fría. Por culpa de los mismos «europeos» que hicieron fuerte a Putin. Por culpa de esos «europeos» que han protegido las «redes de viejos amigos» en toda Europa Central y Oriental, Eslovenia incluida.

La misma gente y los mismos círculos han dado la bienvenida a una mayoría relativa del «Svoboda» abiertamente pro-ruso en las últimas elecciones eslovenas como la victoria de los «valores europeos». Ahora entendemos perfectamente dónde estamos.