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Una noticia, publicada por www.abc.es el 11/12/2021, recoge el auto dictado por el juez Don Manuel Piñar, magistrado titular del Juzgado nº1 de Granada, fechado el jueves 9/12/2021, en el que el citado magistrado esgrime tres razones fundamentales en contra de la puesta en libertad de Juana Rivas Gómez, la madre de Granada que retuvo a sus hijos sin autorización de su padre y para la que el Gobierno ha pedido el indulto parcial de su condena de dos años y seis meses (quedando reducida la pena, tras el indulto, a la mitad, un año y tres meses de prisión):  

Una: “No se arrepiente y supone un peligro: En varias ocasiones ha manifestado que no se arrepiente y lo volvería a hacer”.

Dos: “Riesgo de reincidencia: Predisposición a cometer nuevamente el mismo delito. Previsibilidad futura de cometer nuevos delitos, peligro que existe, ya que se ha mantenido fiel a ese propósito, repitiendo la misma conducta tras ser condenada en esta causa y estando los menores en Italia”.

Tres: “Indicios de abusos sexuales a uno de los menores cuando estaban bajo su custodia, según dictaminó la pediatra, un forense y manifestó el propio menor. Hay indicios de presunta negligencia por desatención de la obligación de Juana Rivas de velar por el menor, de modo que permitirle la libre deambulación con el niño puede suponer ponerle en disposición de un grave peligro para él”.

Este auto de un juez profesional, sensato y justo, como es su Señoría Don Manuel Piñar, haría recaer sobre él toda la ira del Poder Ejecutivo feminista que perpleja observaba cómo un modesto juez de provincias podía tocarle su cartera, la cartera electoral y la de los billetes que llegan de la UE para igualdad y que aquí se gastan en desigualdad, esos millones de euros que amamantan a medio país en lo que es un clientelismo de género, una barbarie inquisitorial contra hijos y padres.

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La Fiscalía General del Estado, en manos de una socialista con el carnet de ese “partido”, una tal Dolores Delgado, antes ministra de los mismos colores, justo el día 9 de diciembre de 2021, jornada en la que el juez Piñar emite su auto, actúa con una diligencia desconocida en toda alta carga del Estado y, según escribe www.elmundo.es (10/11/2021), de súbito organiza una reunión al más alto nivel en la mismísima sede de la Fiscalía General, aquelarre supremo presidido por su titular, la tal Dolores, y a la que asisten el teniente fiscal del Supremo, Juan Ignacio Campos, los fiscales de  Sala Violencia de Género y Menores, Teresa Peramato y Eduardo Esteban, respectivamente, la fiscal jefe de Andalucía, Ana Tárrago, el fiscal jefe de Granada, Pedro Jiménez Lafuente, y el fiscal del Supremo quien en su día emitió el informe sobre el indulto. Allí se acuerda pedir al juez de Granada que suspenda la pena que le resta por cumplir a Juana Rivas y la ponga en la calle.

Por su parte, el conjunto de medios (des)informativos de género que subvenciona y controla el Poder Ejecutivo haría una vez más de impagable vocero dando voz en las redes sociales, prensa impresa, televisiones y radios a los ataques de toda suerte de feminazis que pasan los meses al amor de su cómoda butacona en su despacho feminista.

En esto, según aparece en www.elmundo.es (10/12/2021), la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez ‘Pam’, tildó el rechazo a la libertad de Juana Rivas de «violencia institucional». «Estamos contigo, Juana», recalcó la tal Ángela en la publicación que compartió con un retuit la menestra de Igual Da, Irene Montero, acoquinada y calladita esta última tras la demanda que tiene en lo alto de su cabecita a instancias de Francesco Arcuri, el ex marido de Juana Rivas. Por su parte, la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, aseguró que no se puede «imponer la ideología misógina» a la ley.

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            Loas y honores a un juez como Don Manuel Piñar, un profesional capaz de hacer valer la justicia por encima de un negocio multimillonario Made in Spain que da trabajo a miles y miles de holgazanas y hombrecillos encogidos que viven a costa del dolor ajeno, el de hijos y padres, como a la par de engañar a cientos de miles de mujeres hasta robarles su voto rojimorado y arruinar sus vidas una vez éstas interponen una denuncia de género falsa, cierta o repetida contra el inocente de turno.

¡Bravo, Don Manuel, estamos con usted!, porque aquí, la única violencia institucional que existe es la de los indecentos, indecentas e indecentes que se reúnen en cada Consejo de Ministros al objeto de seguir negando la presunción de inocencia de todo varón y arruinando la infancia de los menores, como intentando coaccionarle a usted y dirigir su sensato y constitucional quehacer diario en su juzgado. 

¡Ánimo, Señoría, y a seguir con su ejemplar proceder!