ERC excluye a los “no demócratas” de la Ley de Memoria. Por César Alcalá

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El proyecto de ley sobre memoria democrática impone “la nulidad de las condenas y sanciones y la ilegalidad e ilegitimidad del Tribunal Espacial para la Represión de la Masonería y el comunismo, el Tribunal de Orden Público, así como los Tribunales de Responsabilidades Políticas y Consejos de Guerra”. ERC en el Congreso de los Diputados presentó 65 enmiendas a la ley. Entre otras cosas afirman en el documento, presentado el 17 de noviembre de 2021, que…

“Reducir las víctimas de una de las persecuciones más crueles de la historia europea a simples individuos que sufrieron persecución o violencia durante la Guerra Civil es una vileza contraria a la doctrina de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos. Todos los hechos que constituyen la persecución contra los demócratas, llevada a cabo por el régimen militar, solamente se pueden calificar como Crímenes contra la Humanidad”.

Consideran Crímenes contra la Humanidad lo sucedido en Cataluña y España durante la guerra civil. Evidentemente el culpable de todo ello es Franco. Lo que no explican en estas enmiendas es que toda una serie de personajes republicanos también llevaron a cabo “persecución contra los demócratas” y “Crímenes contra la Humanidad” del llamado bando nacional.

Por descontado y lo ponemos en primer lugar, el juicio que ha quedado anulado es el de Lluís Companys i Jover. Aunque el gobierno de Cataluña ya lo anuló en la Ley 11/2007, ahora se ha ratificado. Durante el periodo en el cual fue presidente de la Generalidad se persiguió y asesinó a 26.606 “demócratas” catalanes en la retaguardia, aunque estos no merecen formar parte de la memoria democrática. Parece cono si unos merecieran ser pasados por las armas y los otros no.

Hoy en día, de no haber sido fusilado, nadie recordaría a Lluís Companys. Un político gris, que nunca fue independentista. La realidad, a pesar de los que digan, no fue fusilado por ser presidente de la Generalidad, ni por la persecución que hizo a los civiles en la retaguardia. Como escribe Francesc Cambó en sus memorias: “el fusilamiento un inmenso error de Franco. ¿Injusto? Él, el 6 de octubre de 1934 había cometido igual delito que los militares… y fue indultado. En 1936 él hizo fusilar a todos los militares sublevados”. Companys mandó fusilar a 196 militares en el Castillo de Montjuic y en el Camp de la Bota.

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Con lo cual no se le juzgo por ser presidente de la Generalidad o por la represión civil. Lo juzgaron porque, habiendo él cometido el mismo delito, las autoridades fueron benévolas y al revés no tuvo consideración con los militares. Ni los encarceló ni los indultó, los mandó fusilar.

La historiadora Casilda Güell publicó el siguiente documento: “Y en virtud de este análisis eliminatorio, queda como única circunstancia de la que puede derivarse una especial consideración procesal para Luis Companys la de ser presidente de la Generalidad de Cataluña en el mes de julio de 1936, mes en el que iniciado el Alzamiento Nacional Companys se opuso a él con todas sus fuerzas y puso en pleno juego sus perversas actividades contra el Ejército, contra el Movimiento y contra España”. El documento lleva fecha de 8 de octubre de 1940 y ratifica lo dicho por Francesc Cambó.

Hoy en día Companys sería juzgado y condenado por cometer Crímenes contra la Humanidad, pero esto, a ERC no les interesa que se diga, porque echaría por tierra al supuesto “mártir” que adoran cada 15 de octubre.

Con el proyecto de ley del gobierno de Sánchez quedará anulado el juicio que se llevó a cabo, en 1963, contra Julián Grimau García, considerado el último represaliado de la guerra civil. Miembro del Partido Comunista, durante la guerra civil estuvo en Barcelona y dirigió las chekas de la Plaza Berenguer el Grande y la del Portal del Ángel número 24. En Barcelona cometió torturas, saqueos domiciliarios y asesinatos. Uno de los que estuvieron en la cheka de Portal del Ángel fue el miembro del SBLE trotskista Luis Zanón. Este no aguantó las torturas y confesó a Grimau lo que este quiso. También todo esto ha quedado impune por la nueva ley.

También quedarán anulados los actos que se cometieron contra Andreu Nin Pérez, aunque nunca fueron juzgados sus ejecutores. Sindicalista y traductor, fue secretario político del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Hablaba perfectamente ruso y tradujo al catalán Ana Karenina, Crimen y Castigo, entre otras obras. Alexander Orlov, jefe del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD), dio la orden, el 14 de junio de 1937, de detener a todos los dirigentes del POUM que habían sobrevivido a los Hechos de Mayo de 1937. Recordemos que lo sucedido los primeros días de mayo de 1937 fue un golpe de estado para sacar del poder de la Generalidad a los anarcosindicalistas y que fueran sustituidos por los comunistas. Aprovechando aquella revolución interna, también se eliminó al POUM como partido político.

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La noche anterior a su detención Andreu Nin estuvo cenando en el consulado soviético de Barcelona, por invitación de Vladimir Antonov-Ovseenko, que fue cónsul general de 1936 a 1937, el cual también sería purgado y fusilado en 1939. Al día siguiente Nin sería detenido. Desconocemos si Ovseenko conocía el futuro de Nin y lo invitó para tenerlo controlado o fue una cena para despedirse de un amigo. Lo cierto es que todos los miembros del POUM fueron recluidos en cárceles de Madrid o Barcelona. A Nin lo llevaron a Alcalá de Henares, aunque también podría haber estado en le parque de El Pardo. La NKVD tenía cuarteles en ambos sitos. La orden de su asesinato vino directamente de la URSS. Lo torturaron -al relacionar el POUM con el espionaje franquista- y desollado el 22 de junio de 1937, por orden de Alexander Orlov y con la ayuda de Iósif Grigulévich. Su cuerpo fue enterrado en una fosa común, sin haberse descubierto aun su cadáver.