Un veterano Caballero Legionario, con honor y lealtad, al Glorioso Cuerpo de La Legión. Por Miguel Sánchez

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Caballero Legionario Comandante D. Juan Asensio Velasco “El Cachorro”

Con solo 16 años, se alistó a La Legión.

Empezó de cero y poco a poco, fue escalando puestos: …. Cabo, Cabo 1º, Sargento, Sargento 1º, Brigada, Alférez, Teniente, Capitán y … Comandante.

No es fácil llegar a ser Jefe, partiendo como un soldado, en este caso Caballero Legionario. Lo normal es salir de la Academia de Suboficiales o de la Academia General Militar. En este caso, entras directamente como Oficial (Teniente)

No es lo mismo decir; Comandante de La Legión que Comandante Legionario de La legión.

Son pocos los que llegan a ese alto rango, desde cero. Yo, en mi Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, IV de La Legión, dentro de mi Bandera Xª, teníamos a un Comandante Legionario y al Teniente Coronel Legionario que mandaba la Bandera. El Coronel Jefe D. Gerardo Mariñas Romero, había salido de la Academia General de Oficiales.

Éste gran Caballero Legionario, presume de que lleva en el Cuerpo, la friolera de 43 años y se nota su humildad, al hablar con el presentador, así como la satisfacción de haber entrado en tan Glorioso Cuerpo.

-HEMEROTECA LEGIONARIA-

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Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún. Aficionado a la escritura y a la historia de España.

Caballero Legionario que fue del IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.

Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas

Luchador nato por el Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.

Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.

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