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En el año 1572 Francisco Suárez S.I. fue ordenado sacerdote, cumpliendo este año 451 año de su investidura en la gloriosa hija ignaciana de la Iglesia, la Compañía de Jesús. Por ello, he aquí la Oda a su piadoso y eximio legado.
Firme conjuntor de la fe y la razón,
Recio doctor, legado de la imperial España,
Antonio pilar en la Iglesia y la tradición,
Noble granadino, es de la compañía ignaciana su hazaña.
Capaz de llevar al entendimiento a su elevación,
Inspirado por la mediación divina de la Donna Incorrupta.
Sabio seguidor del aquinate y el estagirita,
Campeón de Trento, obstáculo de los liberales,
¡Oh, la pesadilla de Enrique XIII y Lutero! Los infieles.
Santo y sabio escolástico es,
Un pio doctor, de espiritualidad e hispanidad tes,
Aristotélico y tomista, su escolástico proceder,
Resplandece su metafísica en todo ser,
Es grande y magna su obra y letra,
Zaguán de la antigua Compañía de Jesús con su eximia escritura.
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