Todos callan. Por José Enrique Villarino

Si alguien cree que los gremios se extinguieron con la Edad Media, creo que se equivoca. De acuerdo que ya no existen los gremios de los cordoneros, toneleros, zapateros, etc que agrupaban a profesionales en sus distintos grados de saberes, experiencia y competencias.

Los gremios tienen hoy día su remedo en los colegios profesionales, desvestidos de la función docente que aquellos tenían y se centran en tareas de defensa de los intereses de sus asociados, la organización de tareas administrativas y de representación pero, según casos y profesiones, en hacer loby frente a las administraciones y otros grupos de poder. Aparentemente son organizaciones apolíticas, pero en la realidad sus gobiernos frecuentemente, no lo son tanto.

Para entrar en harina, me llama la atención el silencio casi monacal que todos estos colegios profesionales están manteniendo respecto de lo que en España acontece. Quizá alguien, o muchos, se lancen sobre mi diciendo que, claro se trata de asociaciones apolíticas y estas no se meten en política. Pero, miren: lo que está pasando en España, desborda lo meramente político. Se trata de una emergencia institucional, constitucional y democrática. Eso sí, todos ellos hacen ampulosas declaraciones de lo que llaman «emergencia climática», pero de las anteriores emergencia citadas, ni mu.

No he oído todavía a ningún colegio, por ejemplo, empezando por el que me atañe, el Colegio de Economistas, que denuncie ante la opinión pública el desastre que un tuercebotas mentiroso ha perpetrado en la economía española, apoyado por una burócrata falsaria europea, que llegó de Bruselas rodeada de un aura de super conocimientos y experiencia, que nos ha salido rana.

No he oído al Colegio de Abogados, ni a la judicatura, salvo sus legítimas demandas salariales, decir nada frente al asalto de la izquierda a todas las instituciones judiciales, todas, incluido el Tribunal Constitucional, presidido por un magistrado que sigue los dictados y los intereses del partido que le puso ahí. Así como las demenciales leyes patrocinadas por este esquizofrénico gobierno de izquierdas de variado pelaje.

Tampoco he oído al ilustre Instituto de la Ingeniería de España, la «crème de la créme» de los colegios profesionales ingenieriles decir una palabra al respecto de los destrozos, pasados y presentes en la mayoría de los ámbitos de sus competencias, cuya actividad es más de lo mismo: organización de eventos, comisiones que no suelen concluir nada, salvo el lucimiento y el autobombo a mayor gloria de sus dirigentes, en casos, como plataforma política.

Ni al Colegio de Ingenieros Agrónomos, que permanece callado viendo como se deteriora la agricultura y la ganadería, sacrificando tierras cultivables, arrasando pantanos y azudes por doquier, desprotegiendo los productos españoles, siguiendo las instrucciones de la burocracia de Bruselas, que a su vez las sigue de los grandes fondos de inversión y trust´s globales, en favor de por ejemplo los productos marroquíes.

Ni al Colegio de Ingenieros de Montes, que permanecen impávidos ante el vandalismo pirotécnico, que asola los bosques españoles, eso sí, publicando brillantes artículos pero sin entrar en el fondo del problema, que no es sólo la inexistente política de mantenimientos y aprovechamientos forestales. No les he oído decir nada de los presuntos tentáculos existentes entre los fuegos y la localización posterior de molinillos.

Yo me pregunto, ¿defienden los gremiales agronómicos los cultivos, los regadíos o más bien la ocupación de suelos en favor de las placas fotovoltaicas en mastodónticas superficies antaño aprovechables han devenido en suelo hoy ya secarral quasi-incautado a sus propietarios? ¿ Y qué dicen de las cada día mayores restricciones a la Pesca, materializadas principalmente en la reducción del número de caladeros , ordenadas por Bruselas ?

Otro tanto puede decirse de los forestales: ¿les interesan de verdad los bosques y su mantenimiento que asegure su futuro, o la convivencia con los chiringuitos llamados medioambientales, intermediarios de las grandes energéticas?

¿Y los Colegios de Ingenieros Industriales y otros como los Aeronáuticos, Navales, Telecomunicaciones, etc que ven como se atenta a la industria de la automoción en favor de unos inviables y doblemente contaminantes vehículos eléctricos, porque determinados grandes grupos energéticos han decidido que la era de la combustión se ha acabado, bajo la excusa infantiloide y la mentira global del calentamiento global?

Ninguno de ellos ha tenido la valentía de plantarle cara a la aparentemente trastornada y desquiciada ministra de todos los atropellos habidos y por haber que sigue al pie de la letra lo que le dicta Bruselas y el presidente, que no es otra cosa que destrozar, aposta, el sector agrario y ganadero, las infraestructuras hidráulicas y energéticas de todo tipo. Todas las medidas adoptadas por su ministerio han sido y son encaminadas a hacer a España dependiente de terceros países y grupos, alimentaria y energéticamente. No es que esta señora esté loca, es que es carne de cañón de alta traición, como todo este y anteriores gobiernos.

Así hemos acabado la casta profesional de este país, en la que me incluyo, la teóricamente la más estudiada y leída y no digamos ya el papel lacayo de la política que desempeña la Universidad, copada por la izquierda, en la que buena pare de docentes de todos los grados se dedican a adoctrinar.

Miren ustedes, para acabar, no puedo morderme más la lengua. Todos callan y permítanme decirles que, con perdón para estas señoras, todos callan como eso que está usted pensando.