BEGOÑA GÓMEZ
SALVA A FRANCO
y a partir de hoy millones de españoles ya podrán hablar de Franco sin miedos ni multas, menos los de Génova.
¡La Fundación Franco le gana la partida en los Tribunales la batalla de las calaveras y el Valle de los Caídos!
Lo siento, pero hoy estoy contento. Los doctores que me atienden y el personal de la “Cruz Roja de Córdoba” en general me están levantado la cantidad de oxígeno de mis pulmones a marchas forzadas y con el oxígeno, de pronto, me ha llegado la moral al enterarme de que “El Gobierno no ilegalizará la Fundación Franco porque ahora considera que cumple con la Memoria”. Já, já, já, ¿y qué queda de las calaveras y los huesos de ayer? ¿Y qué queda de la vergüenza y el honor? Señores, por lo que se ve doña Begoña Gómez va a tener más Poder del simple “accidente” matrimonial. Porque, tal como se está viéndolo el escándalo, los escándalos, que le están surgiendo por días, por minutos, por horas, ya es un maremoto, un tsunami, que solo puede tener un desenlace: o DIMISIÓN o DIVORCIO. O todo a la vez.
Por cierto, que algo parecido dijo Napoleón cuando se encontró frente a frente con las Pirámides.
“Soldados, fijaos bien porque desde estos monumentos 40 siglos de Historia os contemplan”
Pues, algo parecido podemos decir ya con la “pirámide” Begoña Gómez.
Y eso que no menciono para nada los posibles delitos, como ya se hacen en la Prensa española Libre (si es que queda alguna libre), y solo me distraigo o rebusco la “Sospechas”… las sospechas que llevaron a Julio César cuando tuvo que divorciarse por no abandonar el Poder.
Estoy seguro que la noticia de la libertad que el Gobierno le ha dado a Franco llega de la mano de la compañera de Moncloa y sin olvidar que en esta Guerra de guerrillas o socialismo, o sea, la Ley de Isabel Díaz Ayuso ya le ha vencido en las urnas… y si se salva en Cataluña, Países Vascos o Galicia es porque, seguramente, será por sus puertos por los que querrá marcharse a Siberia.
Porque yo estoy seguro que el resto de los españoles no le dejarán escaparse ni por Cartagena.
Y ahora lean algunas de las caricias que pueden elegirse entre la Prensa de hoy. Pasen y lean:
Autor
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Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.
Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.
Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.
En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.
En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.
Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.
Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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Si los pocos católicos que van quedando en España, y en virtud del respeto que se debe a nuestros padres (antepasados) (4º Mandamiento de Dios) y del agradecimiento debido pues, al menos, deberían saber que «quien no está contra nosotros, está por nosotros», coreasen en grupos numerosos a plena voz el ¡Franco, Franco, Franco! cuando cualquier político o muchedumbre de mitin antiespañol y rojo (incluidos los del PP antifranquista desde Aznar, el juez condenador de Franco, no se olvide esto, que todavía no se ha retractado ni pedido perdón por ello), creo que hacen reventar de odio y desesperación a todo rojo y antiespañol. De hecho, debería hacerse sonar por altavoces ese maravilloso e incomparable saludo: ¡Franco, Franco, Franco!
Después de todo, a Franco lo han hecho revivir los propios rojos y antiespañoles. Pues háblese de Franco a pulmón vivo en toda España: ¡FRANCO, FRANCO, FRANCO!
Venga, a ser valientes. Recordémosles durante años ese lema ya que tanto lo invocan.
¿Es Begoña o Begoño…?
Las hijas, ¿son adoptadas, pues hay ninguna foto de ella, o él, preñada?