Vive España sus momentos más cruciales desde aquel 1936 que, por lo mismo que ahora, dio lugar a lo que ya sabemos y desembocó en lo que también conocemos.
Para la extrema y ultraizquierda “española” rabiosamente antinacional y revolucionaria con el PSOE de siempre a la cabeza –por desgracia en España nunca ha existido ni existe izquierda moderada, nacional y democrática–, la II República no fue más que herramienta para la imposición de una dictadura socialista totalitaria y además sovietizante, para lo que no dudó en provocar incluso una guerra civil –porque la creía ganada de antemano–, que necesitaba para culminar el proceso revolucionario que venía desarrollando desde hacía décadas. Por lo que ya sabemos, la cosa les salió mal, y a España bien, muy bien; eso sí, costó ríos de sangre, sudor y lágrimas.
Para esa misma extrema y ultraizquierda de hoy, tan antinacional y revolucionaria como siempre, con el mismo PSOE también de siempre a la cabeza, la democracia, el denominado Régimen del 78, no ha sido nunca nada más que la herramienta, el puente, hacia la imposición de su dictadura socialista totalitaria también de siempre; sólo que en esta ocasión, y aprendiendo del pasado, en vez de intentarlo en dos o tres años se ha tomado cuarenta para asegurarse la anestesia del pueblo a base de dejar pasar varias generaciones, además de lobotomizarlas mediante la desmemoria antihistórica y la corrupción de toda clase incluida la de las costumbres. Para culminar su nunca abandonada revolución precisa de un golpe de fuerza, de Estado, en este caso institucional, para el cual ha conseguido copar todas las instituciones que pueden amparar y lavar la cara de tan abyecto como traidor proyecto.
Para la culminación de sus objetivos, las fuerzas manifiestamente antinacionales e históricamente criminales que para nuestra desgracia anidan cual sabandijas en España con el PSOE a la cabeza, es decir, comunistas –¡¡sólo aquí y en el siglo XXI, ver para creer!!– y separatistas consentidos por estar legalizados, precisan de un golpe de Estado, de fuerza, en este caso institucional, que es en lo que están, en lo que estamos; los golpes de Estado no necesariamente tienen que ser militares.
Pues bien, contra un golpe de tal característica que nos impondrá una dictadura totalitaria revolucionaria que destruirá nuestra unidad, integridad territorial, soberanía, independencia y ordenamiento constitucional –cuyos evidentes defectos siempre pueden y deben ser enmendados–, y por ello golpe ilegal, ilegítimo, vulnerador por la fuerza de todo lo habido y por haber, no hay más remedio, no hay otra, e incluso es obligación y necesario, que emplear, también, la fuerza. La fuerza que da, a las instituciones que la tienen asignada, el mandato constitucional del pueblo soberano. Los que han jurado cumplir, pero también hacer cumplir la Constitución, sin distinción de a quién, tienen hoy una obligación ineludible. De no actuar conforme a ese mandato, conforme a la Constitución, a su juramento, serán tan traidores como los golpistas institucionales: PSOE, comunistas y separatistas y todos aquellos que de una u otra forma y desde el puesto que sea y como sea colaboren con ellos. No hay lugar ni margen para la inhibición, pues quien calla otorga.
Ejemplos que avalan lo dicho hay muchos: frente al golpe de Estado institucional de Carlos IV y Fernando VII al vender España a Napoleón, con la inhibición cómplice de todas las jerarquías del Estado, se produjo el contragolpe del pueblo el 2 de Mayo de 1808; contra el golpe revolucionario del Frente Popular en 1936, se llevó a cabo el contragolpe cívico-militar del 18 de Julio.
En otros países también: contra el golpe revolucionario de Allende en Chile, se llevó a cabo el contragolpe del Gral. Pinochet; contra el intento de golpe del presidente Castillo en Perú, se realizó el contragolpe del ejército, policía y partidos nacionales que acabaron con el golpista en la cárcel.
Contra la fuerza ilegal e ilegítima que pone en riesgo a la Patria, a España, es legal, legítimo y más aún obligado, el empleo de la fuerza de la legalidad y legitimidad, y además sin titubeos. ¿Quiénes la tienen? El rey, las FFAA y policiales, los partidos que alardean de nacionales y constitucionales, las judiciales, eclesiásticas y civiles de toda condición. El tiempo se agota. Si así lo hacen, España se salvará de caer por décadas en una dictadura totalitaria brutal, y se lo agradecerá. Si no lo hacen, se retratarán para al menos esas mismas décadas, y se les terminará, un día u otro, reclamando.
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¿Habrá contragolpe o el centrocuentismo se lo tragará todo? En el Estado confío poco poco, en la Nación puede, pero no se, no se…
Muy bien una parte, esa que recuerda que las instituciones del estado, sino protegen la nacion están delinquiendo.
Y otra escrita desde la falta absoluta de conocimiento
Carlos IV regalo, ni siquiera la vendió, a España al francés Bonaparte y este puso en el trono a su hermano José.
Fernando VII dio instrucciones al Consejo de Regencia que el dejo constituido cuando marcho a Bayona(Francia) para que iniciara los hostilidades y declarara la guerra a Napoleón en cuando sus miembros vieran que su Rey habia sido privado de libertad.
Las instituciones se pasaron al francés con los mandos militares al frente y fueron los paisanos los que salieron a la calle a pelear por España, su religión, su libertad y su rey Fernando e invocando estos principios pelearon durante seis terribles años en una guerra civil y en una guerra de liberación contra el francés.
Mientras andaban de monte en monte matando Gabachos y muriendo por su rey los políticos masones crearon de forma fraudulenta la Constitucion de Cádiz que cercenaba los poderes soberanos del Rey, eso si, haciéndolo ladinamente en nombre de ese rey al que pisoteaban, de las instituciones tradicionales que regían la vida nacional desde hacia siglos, eso de que la monarquía era absolutista es una filfa inventada por la masonería y aceptada, y de se pueblo que nada sabia de chanchullos políticos liberales y bastante tenia con pelear.
Los españoles jamas pelearon por constitucion alguna, es mas en cuando volvió Fernando VII y hasta su muerte jamas dejaron de adorarlo, el dia que ajusticiaron a Riego,ese traidor que consiguió que los ejércitos españoles no fueran a los Virreinatos a pelear y corregir la secesión, el regocijo fue general.
Piensen Vds que demonios pasa cuando TODO el mundo pone a parir a Fernando, cosa que empezó tras el destronamiento de su hija Isabel y comprenderán que les están dando gato por liebre
El Rey Fernando VII fue un borbon, uno mas de la dinastía, eso si, persiguió con fuerza a la masonería y eso, como bien sabemos hoy en día, se paga.
Fue un español de la época, una época convulsa llena hasta arriba de políticos traidores con o sin uniforme que termino cuando Francisco Franco y la España Nacional dijeron ¡¡Basta!! en 1936.
Y todo esto que acabo de escribir esta perfectamente documentado, vamos que no es «inventicida efe»
Es una más de Sanchez.
Desde que llegó arteramente al Poder ha ido haciendo una tras otra con la colaboración, disimulo y el silencio de varios de los Partidos que ahora tanto protestan. Le han dejado llegar hasta aquí, a una Dictadura enemiga de España. Porque se basa en el apoyo a nuestros peores enemigos de dentro y de fuera. Un Estado No de Derecho, en el que la Ley se cambia ad hoc según interese al que ostenta el Poder. Y esto, ya está visto que no se puede cambiar por la misma vía de las Instituciones Públicas que han cooperado a esta situación…
Si no se da una insumisión fiscal generalizada, la democracia va a ser el sistema podrido y efímero similar al de Miliukov y Kerenski que le abrió paso, le removió obstáculos y le puso moqueta a Lenin y su terror rojo allá por 1917.