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En medicina la etiología se refiere al estudio o búsqueda de la causa y el origen de una enfermedad, con el fin de encontrar un diagnóstico y tratamiento adecuado para la misma. Sin el conocimiento previo de la causa de un problema, difícilmente se puede solucionar el mismo.

Desde la OMS hasta los “responsables” y “expertos” de este gobierno, nadie conoce la etiología del covid-19. Es por eso por lo que los unos tratan de emitir “consejos” a falta de tomar medidas y los otros -este gobierno -ni consejos ni medidas que no vayan orientados a sacar réditos políticos de esta pandemia. ¿Le puede sorprender a alguien la cifra nunca aclarada de los miles de muertos? Tanto la OMS como este gobierno, nada han hecho salvo marear a la perdiz (coronavirus) y marearnos a nosotros en la esperanza de que esta pandemia despareciera lo antes posible. Sin embargo, teorías que podrían haber aportado algo sobre la etiología del covid-19 ni se han tenido en cuenta. Mi amigo y compañero Antonio, biólogo jubilado de 72 años tiene dos teorías sobre la rápida expansión del coronavirus: las migraciones de los pájaros y el aire. Y tiene una sobre el origen: el glaciar Guliya

El cine nos aporta dos teorías sobre la etiología que podría haber sido el origen del coronavirus. Son dos películas de culto, de dos directores de culto.

los pájaros” 1963. Es una película de Alfred Hitchcock, todo el mundo lo sabe; lo que no sabe todo el mundo es que Hitchcock se inspiró en un suceso real que sucedió en la bahía de Monterrey el 28 de agosto de 1961; en el periódico local “Santa Cruz Sentinel” La noticia decía así: “Sobre las tres de la madrugada, una lluvia de pájaros se precipitó sobre los tejados de las casas despertando a la población que, asustada salió de sus casas y con antorchas de fuego se defendió del ataque de los pájaros. Por la mañana los habitantes de la ciudad se encontraron con las calles cubiertas con los cadáveres de los animales. Las aves, que vomitaron pedazos de pescado – su propia comida – despedían un olor insoportable y pestilente”. Esto sucedió en 1961, en 2011, unos biólogos de la Universidad de Luisiana, tras años de investigación, descubrieron que podía haber sido provocado por la ingesta que las aves hicieron de un alga que contiene una toxina que es el ácido domoico que daña el sistema nervioso.

El Incidente” 2007. Película de M. Night Shyamalan: “En el noroeste de los Estados Unidos, los seres humanos se hieren y se suicidan en masa sin conocer la razón de ello. Un profesor de ciencias de secundaria de Filadelfia llega a conocer la causa. Son las plantas que, para defenderse de la amenaza que para ellas y para todo el planeta significan los seres humanos, emiten toxinas que atacan sus cerebros. Tras un tiempo, el brote remite y todo parece que vuelve al orden. La película termina con una noticia que llega desde Paris en los momentos en que los seres humanos han vuelto a la cordura en la zona de Estados Unidos donde primero brotó. La noticia dice así: En los jardines de las Tullerías, el viento cruza entre los árboles que parecen cobrar vida, señal primera e inequívoca de que las plantas vuelven a atacar”

El casquete polar Guliya. Zhi-Ping Zhong, científico de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) afirma que la fusión de los glaciares debida al cambio climático podría liberar patógenos al medio.

El casquete Guliya ubicado al oeste de las montañas de Kunlun en la parte china del Tíbet tiene una corteza de hielo de 200 Km2. Tendría, según los expertos, una antigüedad de medio millón de años. Púes bien, en ese lugar se han descubierto 33 grupos de virus que han permanecido congelados 15.000 años. De esos 33 grupos, 28 son desconocidos. Y no podemos olvidar que gérmenes unicelulares pueden permanecer latentes miles de años esperando la ocasión que les permita “despertar de su hibernación”

Yo me hago preguntas lógicas sobre la propagación y sobre el origen del coronavirus; aquí se enumeran tres que pueden ser tan buenas y tan malas como las que los señores “expertos” nos han relatado. ¿Han sopesado los sesudos señores de la OMS y los “expertos” encargados por los gobiernos estas tres posibilidades? Y si las han tenido en cuenta ¿Por qué las han callado?

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Se sabrá la verdad, pero se sabrá cuando ya nada ni nadie pueda volver a la vida a los miles y miles de muertos y los millones de afectados. Cuando llegue ese momento ninguno de los afectados podrá ser consolado – será, como siempre, demasiado tarde – ni podrá aceptar las disculpas de los responsables, si es que los responsables tienen la generosidad y la gallardía de presentar disculpas

Autor

REDACCIÓN