07/07/2024 10:33
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El golpe de estado revolucionario de octubre 1934 saldado con más de 1000 muertos en toda España es uno de los grandes crímenes de la historia del PSOE. Resultó especialmente sangriento en Asturias, mientras en Cataluña se producía un golpe de estado federalista- separatista protagonizado por ERC y apoyado por el PSOE. Pero aunque en menor medida, en buena parte de España se produjeron intentos de sublevación violenta y derramamiento de sangre, ya que originalmente se trataba de un intento de golpe de estado revolucionario que abarcaba toda España.
 
En Madrid se produjeron numerosos disturbios y tiroteos y un intento de huelga general revolucionaria, que se saldaron con casi 20 muertos en la capital Y la situación no fue mucho más grave en Madrid debido a que en el último momento la Guardia Civil desarticuló el entramado socialista de células revolucionarias y se incautó un enorme arsenal en diversas sedes del PSOE. El de 1934 fue por antonomasia el golpe del PSOE.
 
La violencia revolucionaria se extendió a muchas provincias pero uno de sus puntos neurálgicos fue las Provincias Vascongadas. El PSOE de Vizcaya, considerado feudo de Indalecio Prieto (el falso moderado de la izquierda de la época) organizó militarmente un pequeño ejército de 1600 hombres estructurado en 11 «sectores» y gran cantidad de armamento que incluía 2500 bombas y casi 1000 fusiles y cientos de pistolas. En el golpe estaban implicados en Vascongadas, el PCE, la CNT (aunque en menor medida) y los separatistas de izquierdas de Acción Nacionalista Vasca (ANV) que jugaron un papel relevante. El PNV no colaboró activamente pero dejó que muchos de sus militantes obreros del sindicato Solidaridad de Obreros Vascos, participaran en el golpe. Así pues fue un intento revolucionario marxista separatista.
Numerosas localidades de Vizcaya tuvieron que ser reconquistadas militarmente por la Guardia Civil y fuerzas del Ejército, de la Segunda Brigada de Montaña (al mando las fuerzas militares del T Coronel Ortiz de Zárate, designado especialmente por el general Franco). Franco había sido nombrado asesor especial del gobierno republicano democrático de centro derecha de Alejandro Lerroux para frenar el golpe.
 
El valiente gobernador civil de Vizcaya don Ángel Velarde del Partido Radical de Lerroux, también jugó un papel importante. El 5 de octubre la Guardia de Asalto desarticula 4 celulas en Bilbao y encuentra 3 grandes depósitos de armas con cientos de fusiles y pistolas, así como artefactos explosivos. Pero los pueblos de la ría están en manos de los revolucionarios.
 
En Portugalete,  Durango, Baracaldo Erandio, Valmaseda, Galdames, La Arboleda, entre otros lugares, la Guardia Civil y el Ejército combaten duramente contra los marxistas y separatistas y después de 3 días de combates logran someterlos. Sobretodo en Portugalete hubo que luchar contra cientos de milicianos y fue necesaria la intervención de la Fuerza aérea. Fueron detenidos en Vizcaya cientos de militantes revolucionarios. Murieron en los combates unos 15 milicianos y 7 soldados y guardias. Diversas casas cuartel de la Guardia Civil fueron asediadas pero resistieron valientemente.
 
En Bilbao grupos patriotas de jóvenes de Falange, Juventud Tradicionalista,  Acción Popular y monárquicos de Renovación Española ayudaron a las fuerzas del Orden en tareas auxiliares mientras se combatía a los «pacos» o tiradores izquierdistas, ocultos en algunos edificios. Destacó especialmente por su heroicidad en los combates de Portugalete el capitán Manso Ruiz que mandaba las fuerzas de la Guardia Civil. En Erandio el jefe de los revolucionarios era Ramón Rubial, (futuro presidente simbólico del PSOE, en tiempos de Felipe González y muerto en 1999)
 
En Guipúzcoa la situación fue muy grave teniendo lugar duros combates en Eibar entre la Guardia Civil al mando del heroico capitán José Garrigós durante 5 horas contra los revolucionarios mucho mayores en número y fue preciso el envío de una columna de infantería desde Vitoria y fuerzas policiales desde Bilbao que lograron evitar en el último momento que los marxistas y separatistas se apoderaran definitivamente de las famosas fábricas de armas de la localidad. Finalmente los revolucionarios se rindieron y fueron capturados 200 de ellos. Murieron 7 revolucionarios. Y las Fuerzas del Orden recuperaron 460 pistolas y revólveres, 50 fusiles, y otras 3300 pistolas robadas de diversas fábricas de armas así como 2600 fusiles de diversos tipos. En Zarauz, Pasajes, Mondragón y otras localidades hubo también combates. En San Sebastián hubo tiroteos con varias bajas. Resultó asesinado por los revolucionarios en Mondragón el empresario carlista Marcelino Oreja Elosegui (abuelo del futuro ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja)

La revolución en Vascongadas fue marxista y separatista, tal como lo volvería a ser el ejército de los llamados «gudaris» al servicio del gobierno vasco, durante la Guerra Civil.
 
Así pues, en cierto modo la primera batalla de la Guerra Civil en Vascongadas  y en toda España fue la de 1934. Y aunque pueda parecer una exageración casi se puede decir que fue la primera batalla contra ETA, dado que la futura organización terrorista vasca, supondrá la fusión del separatismo y el marxismo.
 
Fuente: «La revolución de Octubre de 1934». Teniente Coronel Aguado Sánchez. Editorial San Martín. Madrid. 1972.

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