Arcoíris. Por Carlos León Roch

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Se recuerda bien… Yendo hacia el colegio, un día lluvioso… De repente, al final de la calle, en el cielo, aparece un arco precioso, de muchos colores , que se van solapando unos con otros, desde el rojo intenso hasta el violeta. Una imagen, un día inolvidable.

En aquellos primeros años de infancia eso de la refracción era algo incomprensible; solo nos llegaba lo maravilloso, lo sorprendente, lo celestial… Igual que les cautivó en las mitologías griegas o nórdicas. Y en nuestro Antiguo Testamento, donde se asegura el «pacto» que hace Dios con los hombres ,por el que no habría nunca más otro Diluvio Universal .

Superado el desconocimiento y aceptado el carácter natural del Arcoíris, en nuestros tiempos, su belleza y simbolismo ha sido utilizado como representante de la Paz Universal; y millones de balcones la lucieron ( especialmente en Italia) protestando por la guerra en Irak…

Esos simbolismos ,y esa vinculación de un color «diluyéndose» en el siguiente del Arco ha sido «acaparada» por el poderoso «loby» de los LGTBI, que lo utilizan como su poderoso símbolo… aunque le han suprimido – como era de esperar- el color «azul celeste; color con simbología bastante contrapuesta…

Con muchos más años; con muchos más conocimientos y experiencia; con mucha menos ingenuidad, algunos seguimos maravillándonos con el ArcoIris que, en algún lugar, sigue apareciendo cada día.

Con su azul celeste…