21/11/2024 21:52
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La genial comedia “Los bingueros” tiene una divertida secuencia en donde los protagonistas montan un bingo clandestino en un velatorio y todos se suman al juego. ¿Alguien se imagina un mundo real donde irrumpan dos tarados en un velatorio y monten un bingo con los presentes? ¿no diferenciar la ficción de la realidad, el sarcasmo de la mezquindad?

El cine espenol, hace mucho que perdió el norte (cuando éramos España, tuvimos un cine colosal y contamos con el único genio mundial del sector: Luis García Berlanga). Los cineastas de ahora, entre sus 1.001 desmanes, han cometido el de tornar el “humor negro” en “humor rojo”, que es una suerte de terror rojo, pero extrapolado a las artes y, por lo tanto, aparentemente inocuo y bienintencionado. Craso error y craso horror, a partes iguales.

La última perla es una serie, financiada con dinero público, que se mofa del estado de alarma comunista. Es decir… nos privan de libertad, nos arruinan la economía y… con nuestro dinero se cachondean de todo ello y de las miles de víctimas que el congojavirus está causando. ¡Y todo esto a tiempo real! Ni siquiera han sido capaces de esperar el cese de esta atroz situación actual… porque lo que les interesa es desviar la atención, seguir fomentando el aborregamiento y “el síndrome de Espena” (recomiendo leer mi artículo al respecto, en este mismo medio). Nos mean y dicen que llueve. ·”Risas garantizadas” es el eslogan de la promoción de esta comedia llamada: “Diarios de la cuarentena”. ¿A qué viene esta comedia aquí y ahora? Todavía con dinero privado, que cada cual dé rienda suelta a su psicopatía (eso que ellos llaman libertad creativa), pero con nuestro dinero, dentro de una economía en números rojos y una ruina social brutal, la situación se sale de madre.

Conozco al codirector y guionista de esta incomprensible y oportunista serie, David Marqués. No somos amigos, sólo conocidos por azares de la vida (incluso trabajé, gratis, para él editando una promoción de su buena película independiente “Aislados” –la cual os recomiendo, no encarecidamente, pero os la aconsejo ver – ). Ante mi perplejidad por el anuncio de la producción, le pregunté si era un bulo. Me dijo que no, y que las críticas negativas “tenían mucho tufo a VOX”. Con esto se refería a una noticia que me enlazó sobre que Hermann Tertsch despotricaba contra este proyecto. ¿Tufo a VOX? ¡Pero sí Tertsch es político de este partido y no se ha escondido! Confunden todo estos cineastas progres y ni saben analizar la realidad cristalina. Por eso ven tan normal hacer una serie que parodie la peor crisis mundial contemporánea y la ruina económica y moral sin precedentes tras la II Guerra Mundial. Como grandes carroñeros que son, saben sacar partida ( y partidas presupuestarias) de los cadáveres y el caos social. Ni siquiera son depredadores, porque para eso hay que tener cojones e inteligencia. Realmente tampoco son carroñeros, porque para eso hace falta NECESIDAD, y estos precisamente hambre no pasan… ahí están nuestros impuestos para saciarlos holgadamente.

Este paranoico Estado comunista, camuflado en estado de alarma, impide la producción actual de una serie de estas características. Marqués asegura que se hará a través de tlf. móviles y con los actores encerrados en sus casas, que serán el set de rodaje donde ellos, los actores, harán todas las labores técnicas, y el dirigirá por vídeo-conferencia. Eso no se lo cree Marqués, ni harto de vino. La calidad de imagen, posteriormente comprimida tras la edición, y el nefasto audio que recoge un móvil, lo impiden. Por eso veré esta abominable serie, si la emiten por internet (me niego a conectar la antena de TV a mi monitor) y os presentaré una crítica cinematográfica y técnica sobre ella, con criterio objetivo, para despedazarla por los 4 costados. Sé que la despedazaré, porque he visto el vídeo promocional y es nauseabundo. Fui un profesional del sector audiovisual – y crítico de cine –, y salí espantado y dando mandobles a diestra y siniestra. Ya no me quedan amigos en el sector, si acaso un par de conocidos. He coleccionado enemigos, y bien henchido que estoy por ello. Si encuentro un editor que me guste, publicaré un jugoso libro al respecto, que espero coleccione demandas por doquier, señal de que será una gran obra y a mí, como antiguo estudiante de Derecho, me encantan los juicios y que me demanden. Cada loco con su tema, está claro.

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Si el ínclito Marqués me contesta a la reflexión final que le lancé, en nuestra breve conversación de ayer, lo publicaré en los comentarios de este artículo que jamás debería hacerse escrito en un país sensato, porque nadie pensaría en hacer semejante proyecto y en la televisión del Gobierno. Nos quieren cada vez más idiotas… pero de ahí a que pretendan que aplaudamos y riamos con una serie ambientada en la muerte evitable de miles de inocentes, en la ruina sociopolítica y económica de un país y en el expolio a víctimas, arruinados, confinados y sometidos… ¡espera! ¡pero si ese es el modus operandi de esta panda de psicópatas que son estos animales bípedos “artistillas progres”, dotados del conocimiento justo sólo para hacer sus necesidades en un retrete y acordarse de tirar de la cadena. Llevan décadas haciendo lo mismo, pero jamás habían sido tan macabros como para hacerlo a tiempo real, interactuando con el dramático hecho del cual se mofan y del cual se lucran. Talento no tienen, maldad les sobra. Marqués justifica su proyecto en que “la gente ha de entretenerse, y más ahora en el confinamiento. Hay que divertir a la gente”. ¿De verdad no hay otras maneras de pasar el rato que no sea viendo series de tv. y, encima, de esta temática? ¿Ese concepto tiene Marqués de los habitantes de Espena? Mira, en eso le doy la razón, no hay más que ver los aplausos de balcón. Este tipo de engendro humano es capaz de aplaudir a las 20h. y aplaudir luego en la puta TV. viendo esta nueva serie (que llevará risas enlatadas, al ser una “sitcom”. A falta de risas espontáneas, estas son indispensables para que parezcan humor las denigraciones que enseñan). Por cierto, Carlos Bardem es uno de los actores, ese que despidió ilegalmente a los trabajadores de uno de sus negocios de hostelería. ¡Si es que jamás sacian su sed de mal!

 

Autor

REDACCIÓN