21/11/2024 11:53
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Eran novios se habían comprometido esa misma noche, salieron a celebrarlo, no sabían que iban a ser sus últimos besos, sus últimos bailes. Cuando regresaban a casa en Beasain les acribillaron. El claxon sonó 27 minutos, nadie les socorrió. Eran Hortensia y Antonio.

Apenas habían recorrido en coche 200 metros, sus asesinos les esperaban en el stop, les ametrallaron sin piedad. Con ensañamiento. Antonio recibió 8 balazos y Hortensia 10. Hortensia fue la primera Víctima del Terrorismo asesinada por ETA por su relación sentimental con un Guardia Civil.

Antonio esa noche quería darle una sorpresa a Hortensia, le había comprado una alianza, una medalla del amor y un broche con un corazón. Y le dijo: «te voy a dar la medalla del amor. No voy a esperar. Así la luces».

Sus amigos con los que habían salido esa noche se fueron un poco antes, pero ellos quisieron bailar alguna pieza más. Esa fue la pequeña tregua que tuvieron «los novios de Cádiz». Después les esperaba ese stop mortal que los atraparía para siempre.

Hortensia tenía 20 años y era natural de San Roque. Se encontraba pasando unos días de vacaciones en casa de su hermana Aurora, casada con un guardia civil destinado en Ordicia. Ahí también estaba destinado Antonio, su novio de 24 años, de Tarifa.

El cuerpo de Antonio quiso proteger el de Aurora pero aún así ésta recibió dos balas más. Una bala se incrustó en el claxon que no paró de sonar durante 27 interminables minutos. Nadie bajó a socorrerles pese al inquietante sonido.

Veintisiete minutos que acabaron cuando fueron socorridos también por tres jóvenes que tenían conocimientos en primeros auxilios, los metieron en su coche y los llevaron a la clínica San Miguel. Antonio entró cadáver y Aurora con un pequeño hilo de vida falleció enseguida.

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Los asesinos huyeron en un automóvil que habían dejado en las proximidades del lugar de los hechos en el que les esperaba un tercer terrorista. El vehículo había sido robado una hora antes a una pareja de jóvenes a los que dejaron maniatados y amordazados cerca del cementerio.

Se recogieron quince casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF-74, y un cartucho de revólver. Vecinos que oyeron el fuego de metralleta aseguraron que, al menos, se produjeron de 40 a 60 detonaciones.

Cuando nos pusimos en contacto con su hermana Aurora, porque nos encontrábamos en 2011 escribiendo nuestro libro de investigación «Agujeros del Sistema» , aquélla le dijo al autor: «¿Sabes quién fue la última persona que me llamó? Adolfo Suárez».

Durante todo este tiempo nadie le dijo a Aurora que en 1981 la policía desarticuló un comando en Madrid. Nadie le contó que uno de los etarras llevaba encima una de las dos pistolas con las que los acribillaron.

Y ésto fue lo que respondió el Ministerio Fiscal: «el Fiscal interesa el archivo de las presentes diligencias». Ningún miembro de ese comando fue siquiera interrogado y menos imputado por el doble crimen de Hortensia y Antonio.

Transcurrieron más de 30 años para conocer algo sobre las vidas de Antonio y Hortensia y de su impunidad. Al menos el libro «Agujeros del sistema» contribuyó a desvelar éste y tantos más «agujeros negros» de nuestro defectuoso Estado de derecho.

Se rodó el corto «27 minutos» en referencia al tiempo que estuvo tocando el claxon de Antonio sin que nadie les socorriese, mientras se desangraban. Se estrenó en 2019 este pequeño y gran trabajo que os recomiendo ver.

Aquí tenéis el trailer del corto:

Aurora: «Mi madre murió en vida. No tenía ganas de salir, no quería bodas ni navidades. Éramos siete hermanos, y se preguntaba: ¿Cómo voy a poner la mesa para seis, sabiendo que me falta una? Yo tampoco celebro la Navidad. Ese año se terminó todo»

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Para Diego, hermano de Antonio, la tragedia tampoco terminó ahí. Tuvo un hijo que escogió una carrera similar, la de Mosso d’Esquadra, y estaba «obsesionado» con su tío, por la sensación de pesar en las visitas al cementerio. También se llamaba Antonio, y acabó suicidándose.

Hortensia tenía 20 años y era de San Roque. Se encontraba pasando unos días de vacaciones en casa de su hermana Aurora, casada con un guardia civil destinado en Ordicia. Ahora hablaré como todos los años con ella.

Antonio, guardia civil de 24 años, de Tarifa y compañero del cuñado de Hortensia. Llevaba tres años destinado en el puesto de la Guardia Civil de Ordicia. La pareja tenía pensado contraer matrimonio en breve.

Esta historia y muchas más están en el reciente libro de SND Editores: ETA, ni olvido ni perdón.

FUENTE: Del hilo de Consuelo Ordoñez en Twitter:

 

 

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Pelayin de Pravia

El mismo virus gallináceo de la sociedad vasca se extendió a toda España.-

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