10/09/2024 02:51

Sin duda, una impresión agradable se fija mejor en la memoria si es inesperada. Y este es el caso de la experiencia que da pie a estas líneas: la inesperada y memorable visita a un pequeño museo en Módena dedicado a la memoria del escultor Giuseppe Graziosi. Dicho espacio, previsiblemente cerrado en julio según se anunciaba en la web del propio museo, estaba, de hecho, cerrado a nuestra llegada… Sin embargo, ateniéndonos al viejo proverbio que reza que “la fortuna favorece a los audaces”, merced a nuestros ruegos y a la amabilidad de la recepcionista, nos fue franqueada la entrada. Por lo que, ni que decir tiene, pudimos disfrutarlo a nuestro antojo, sin otra compañía que la responsable de sala. Es más, ésta, rezongona y algo molesta por tener que abandonar su puesto en algún otro lugar para atender nuestra visita, nos indicó la posibilidad de abrir las planeras donde se albergaban dibujos, aguatintas y litografías del escultor… permitiéndonos descubrir decenas de láminas y estampas maravillosas.

La Gipsoteca Giuseppe Graziosi se encuentra situada en la planta baja del Palazzo dei Musei de Módena1 y, como su propio nombre indica2, en ella se conservan y exhiben numerosas obras en yeso del escultor de Savignano sul Panaro3.

Giuseppe nació en 1879 en un entorno pobre en el que sus padres se ganaban la vida como aparceros es decir, cultivando una tierra arrendada–, aunque esta circunstancia no le impidió seguir su vocación artística. Mostrando tempranamente una notable habilidad para el dibujo y el modelado, Graziosi fue protegido por el alcalde de Savignano, Arsenio Crespellani, y su esposa Emilia, que le apoyaron facilitándole una formación que sus progenitores no podían proporcionarle. Y de este modo pudo ingresar en el Real Instituto de Bellas Artes de Módena y viajar a Florencia4, Roma5 y París para ampliar sus estudios.

En 1897, con apenas 18 años, Giuseppe Graziosi fue premiado en un concurso convocado por la Sociedad de Fomento de Módena por un magnífico San Juan Bautista niño abrazando un cordero; un año después se presentaba en la Exposición Nacional de Turín con el extraordinarioIl figlio della gleba (El hijo de los siervos) y en 1899 ganaba la medalla de bronce en la Exposición Internacional de París conIl fondatore” (El fundidor), consagrándose así, con sólo 20 años, entre los grandes de la escultura italiana y europea del ottocento. Que se dice pronto pero tiene un mérito enorme, habida cuenta de que estamos hablando del período más glorioso y productivo de toda la Historia del Arte Occidental tanto por el número como por la calidad de sus artífices .

El apoyo a las artes en el siglo XIX es palpable, por ejemplo, en el número de concursos de escultura a los que podían concurrir los artistas: concretamente en Italia, el “Premio Príncipe Umberto per la Sculturaen la “Trienal de Brera”6, el “Premio Canonica”, el “Concorso Fumagalli per la Scultura”, el “Concurso Ranieri Girotti”; y, por supuesto, puede apreciarse también en el auge de las fundiciones artísticas7. En este contexto, cabe citar que Giuseppe ganó el “Concurso Baruzzi” de Bolonia en dos modalidades diferentes: en 1904, con la escultura titulada “All’opera” (Toda la obra) y en 1908 con la pintura “Malocchio” (mal de ojo), prueba indiscutible de su talento y versatilidad.

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Como puede apreciarse en toda su obra tanto escultórica como pictórica, la principal fuente de inspiración de Giuseppe Graziosi fue la naturaleza, y sus temas centrales el trabajo y la vida en el campo que tan bien conocía. Escenas sencillas y desprovistas de toda afectación o simbolismo, protagonizadas por hombres, mujeres y niños. Como ese campesino concentrado en el afilado de la hoja de su guadaña8 (1902-1903), “Contadina con cesto” (campesina con cesto, 1905); “La madre” (1907) o la simpática pieza “Bimbo col cane” (1905-1910), en la que un cachorro tira del vestido talar de un niño pequeño. Motivos vitalistas como “Suonatrice ambulante (c.1905), representado a una mujer tocando el acordeón; “Donna con secchio e maiale” (1905), en el que una campesina es perseguida por unos cerdos que se asoman al cubo en el que presumiblemente lleva su alimento; o “Al sole” (1919), canto a la belleza femenina, dorada por los rayos del astro rey.

Asimismo, debe resaltarse la calidad de la pintura de Giuseppe Graziosi, su dominio de la mancha y el tratamiento netamente pictórico de la mayoría de sus obras bidimensionales. Alejándose con frecuencia de ese dibujo muy definido tan frecuente en los escultores, y de su tendencia natural a la facetación constructora –apreciable, no obstante. en algunas aguatintas en las que representa arquitecturas–, Giuseppe desarrolló una “maniera” donde el color impregna y disuelve parcialmente la línea, sugiriendo la atmósfera y matizando los volúmenes.

En cuanto a los temas elegidos para sus pinturas y grabados, prima igualmente la atención de Giuseppe a las pequeñas actividades cotidianas del entorno agrícola, los oficios manuales y los tipos populares. Así, en pintura: “Preparando el almuerzo”, “Ballo paesano” (baile del pueblo), “El mercado de sombreros en Vignola” (1907), “La vendimia” (1924) o “Descanso en el campo” (1925)… y escenas familiares en torno al fuego del hogar –véase el “El caldero” o “La polenta”–, que nos hablan de una época no tan lejana en la que, como bien ilustra el óleo “Nella stalla” (en el establo)9 y el grabado “Macellazione” (la matanza), los animales ocupaban un lugar central en la economía familiar. Giuseppe Graziosi registra todos los elementos del entorno rural (el pozo, el molino, los carros tirados por los bueyes), describe las estaciones, los pormenores de la cosecha y pequeños episodios de la vida campesina, admirándonos sus aguatintas: La battitura del grano”, “La iglesia de San Francisco en Bolonia bajo la nieve” (1914), “El puente”, “Tarde invernal” oLa famiglia intorno alla pollenta”10, en la que muestra unos campesinos reunidos en torno al caldero donde se cuece el maíz.

Volviendo a la escultura, Giuseppe Graziosi obtuvo en 1915 una plaza de profesor en la Real Academia de Bellas Artes de Milán y en 1916 ganó el “Premio Príncipe Umberto” en la Exposición Nacional de Brera con “La bañista”. Y aunque hasta 1919 no realizó su primera exposición individual en la Galería Pesaro de Milán, su producción artística fue constante y sin interrupciones, obteniendo numerosos encargos para el embellecimiento del espacio urbano de distintas localidades de la región de Toscana y Emilia-Romaña. Monumentos para el recuerdo de los Caídos en la Primera Guerra Mundial en Sassuolo (1921-22), Bazzano (1922), Pievepelago (1925) y Novellara (1925); o las cinco fuentes para la ciudad de Módena:Della Ninfa” (1924), el “Putto con l’oca” (1930), protagonizada por un niño que pugna con un ganso por el pescado que intenta arrebatarle; “La portatrice di frutta” (1931) popularmente conocida como L’Erbivendola” (la verdulera)–; la fontana “Dei due Fiumi” (de los dos ríos, en 1938) y la dedicada a “San Francesco d’Assisi”11.
Así mismo, Giuseppe realizó en 1929 una impresionante estatua ecuestre del Duce Benito Mussolini que presidía el estadio “Littoriale” de Bolonia, que fue destruida por los “amigos del pueblo y defensores de la cultura”  al final de la II Guerra Mundial, poco después del fallecimiento del artista en 1942.

2 Del griego gypsos, yeso; gipsoteca: lugar de los yesos.

3 Localidad situada a 20 kilómetros de la ciudad de Módena.

4Graduado en Módena en 1898, ingresó ese mismo año en la Academia de Bellas Artes de Florencia donde tuvo como maestro el escultor Augusto Rivalta (1838-1925). Con el maestro Giovanni Fattori (1825-1908) mejoró la técnica de la pintura de paisaje y aprendió la del grabado al aguafuerte y aguatinta. En la Academia de Florencia conoció a la que sería su mujer, Bianca Coduri.

5Entre 1902 y 1903 se ejercita y perfecciona en el dibujo del natural acudiendo a la Scuola Libera di Nudo (Escuela Libre de Desnudo) de la Academia de Bellas Artes de Roma. Tras visitar París en 1903 junto a su buen amigo Ardengo Soffici (1879-1964), en 1904 se reincorpora a la Escuela de Desnudo.

6La Esposizione Triennale della Reale Accademia di Brera es equivalente a nuestra Exposición Nacional de Bellas Artes, convocada cada dos años entre 1856 y 1968.

7Entre las “fonderie” o fundiciones italianas más importantes del siglo XIX: la florentina Pignone, las milanesas Pandiani y MAF (Menescardi, Austoni y Figini), las napolitanas Chiurazzi y Laganà. o la palermitana Gallo.

8Dicha pieza, conocida como “El autómata” por el ensimismamiento que conlleva la tarea del afilado, fue presentada en 1903 a la V Exposición Internacional de Venecia con el título original “Viejo afilando la guadaña”.

9 El óleo muestra a dos mujeres cosiendo de noche en el establo, al calor de las vacas situadas al fondo, bajo la cálida luz de una lámpara de aceite.

10En el Palazzo Pitti (Florencia).

11 La escultura fue realizada en 1938, pero la fuente no pudo ser inaugurada hasta 1948. 

 
Giuseppe Graziosi y una de sus pinturas sobre el mundo campesino que tan bien conoció



Aguatinta de Giuseppe Graziosi mostrando una escena rural en Savignano sul Panaro

Modelo en yeso para el Monumento ecuestre a Benito Mussolini en Bolonia, 1929

 

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Santiago Prieto
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