22/11/2024 03:15
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La diferencia de posicionamientos de los distintos gobiernos y políticos del mundo a favor o en contra de Ucrania es muy difícil de entender y, precisamente, esa dificultad nos da una idea de la complejidad de la geopolítica y de las relaciones internacionales.

En España, Sánchez envía armamento obsoleto, mantas y tiritas a Ucrania. Socialistas y peperos están con Ucrania, pero Zapatero está con Putin, porque Maduro está con Rusia, y Zapatitos tiene sus minas de oro en Venezuela, y le no le interesa tener problemas. Podemos está en contra de la guerra, pero no ha abierto la boca en contra de las milicias neonazis que masacran a civiles ucranianos ahora y desde 2014. En su línea hipócrita para no cambiar.

Todos los independentistas vascos, catalanes y gallegos deberían estar, desde 2014, con los independentistas de Donetsk y Lugansk, pero no. Guardan silencio y miran para otro lado.

Vox, que presume de antiglobalista y anti Agenda 2030, – a pesar de haber aceptado las vacunas y todo el ritual Covid-, debería estar con Putin, pero está con “Ucrania” ( ¿con Zelenski o con los ucranianos?) porque no puede defraudar a sus socios húngaros y polacos que son histórica y visceralmente anti rusos. Además, para Vox, estar con Putin sería ser etiquetados de imperialistas neonazis y antidemócratas. Y no se lo pueden permitir.

En la UE, Von der Leyen, la voz de su amo, ya habla por todos desde la tiránica Comisión Europea que nadie ha elegido y, como está puesta por el lobby de las farmacéuticas que son todos correligionarios de los oligarcas jázaros ucranianos, no hay discusión: todos contra Putin.

Creo que así queda claro que el estar con Ucrania o no, es puro oportunismo, intereses muy personales y cortoplacistas. Nada que ver con principios morales o ideológicos.

Relato oficial impuesto: Putin es muy malo y es un facha. Si bwana.  

Como con la pandemia, los medios de comunicación, cuyos dueños son los que han puesto a la drag queen Zelenski en Kiev, han impuesto una sola opinión: si no estás a favor de Ucrania, eres peligroso, antidemocrático, malo y facha.  Fomentan el racismo anti ruso cometiendo delito de odio, pero ellos pueden. La opinión pública ya ni siquiera es la opinión publicada. Ahora sólo nos queda una posibilidad: SI BWANA o te corto los cataplines, mientras contemplamos el patético espectáculo de imágenes falsas, con masacres bélicas de videojuegos de ordenador, refritos de fotos antiguas y pésimos actores de crisis que no saben ni sujetar una metralleta, y todo este show ridículo se debe a que no tienen imágenes reales que puedan convencer a nadie de su relato fake.

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Por supuesto, en ningún lugar se explica qué se entiende por estar con Ucrania. ¿Estamos con el payaso de la tele  Zelenski, puesto tras un golpe de Estado financiado, como todas las revoluciones de colores, por Soros y su mafia jázara pedosatanista? ¿Estamos con el pueblo ucraniano de las provincias de Donetsk y Lugansk que está siendo machacado desde el 2014 por otros ucranianos enviados por Kiev, a razón de 14.000 muertos en 8 años, por haberse declarado prorrusos y querer la independencia? ¿Estamos con los ucranianos ucranianos que no han elegido a Zelenski y que han sido víctimas del golpe de Estado de Soros?

En Ucrania, todos saben que las milicias armadas neonazis que atacan a los ucranianos indefensos están trabajando para el gobierno, financiadas por el lobby de los oligarcas del gobierno, es decir, la mafia jázara. Pero esa información no llega a borregomatrix.

LA PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿Cómo puede ser que un gobierno de un judío financiado por los oligarcas judíos contrate a milicianos neonazis terroristas?

La situación es tan compleja que la mayoría opta por correr un estúpido velo y simplificarlo todo diciendo que el imperialismo ruso quiere acabar con la democracia ucraniana.  Ojito. Cuando vean nombrar a la democracia, ya saben quién está detrás: los que manipulan a la sociedad, los medios de comunicación y las elecciones. Y para eso, no hace falta irse a Ucrania, ya lo tenemos en casa.

 “De la dictadura a la democracia”, firmado por el  agente de la CIA, Gene Sharp, es el manual que se distribuyó en todos los países de las ex repúblicas soviéticas en las revoluciones de colores tras la caída del muro (todavía está por dilucidar quién tiró el muro en verdad) . El análisis de estas revoluciones de colores orquestadas por el entramado de Ongs de Soros se puede ver en este enlace, porque la casi totalidad de la información que dio Michel Chossudovsky hace diez años, ha sido eliminada por el gran censor Google/Estado profundo.

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Ucrania es en realidad un nido de oligarcas jázaros, una plataforma de traficantes internacionales de niños y pedosatanistas, donde hay granjas de bebés para darlos en adopción a través de mafias internacionales. Y un centro de fabricación de armas biológicas mortales con sus 13 laboratorios en los que estaban preparando, entre otras lindezas, un ataque de rabia contra Polonia y otras pandemias para acabar con la Humanidad. Estos laboratorios están siendo destruidos y controlados por el ejército ruso. Así como las redes pederastas.

Pero Polonia está contra Putin. Todo muy lógico.

Como comprenderán, esta peligrosa mafia que secuestra niños para venderlos, abusar de ellos, venderlos o matarlos, no tiene el menor escrúpulo ni prejuicio ideológico para contratar a ejércitos de mercenarios descerebrados sedientos de sangre. Esas llamadas milicias neonazis no son otra cosa que mercenarios locos,  hashishinos, gurkas, mamelucos… pero que, en este caso, gustan de poner símbolos nazis en sus cascos y armamento. Una profesión tan antigua como la misma Humanidad.

Para entender lo que está pasando, conviene abandonar el esquema ideológico de izquierdas y derechas, fachas o neonazis, imperialistas y demócratas, incluso globalistas y patriotas, porque los polacos son patriotas, los ucranianos también, etc…. Aquí, en Ucrania, se trata de una país controlado por una mafia jázara pedosatanista que, desde 2014, ha secuestrado el gobierno de Ucrania para implantar sus planes genocidas y transhumanistas. Pero los partidos políticos siguen en sus batallitas de egos miopes y cortoplacistas mientras el pueblo sin criterio sale a las calles a favor de un ¿pueblo? ¿país? ¿gobierno? que ni siquiera puede ubicar en un mapa, y todavía menos, en la historia.

Autor

REDACCIÓN