Pedro Sánchez tiene firmada la amnistía y la traición definitiva contra España

Aprovecha la cumbre europea para vender la amnistía como una forma de superar las consecuencias judiciales: un farragoso eufemismo de la traición.  Por 7 votos infectos, la destrucción de un país maravilloso. Nos aboca a una incertidumbre donde todo es posible y para mal. Diría que Pedro Sánchez no tiene perdón sobre la Tierra y tampoco lo tendrá en el infierno después de revolverse en la tumba. Quien pregonaba que la amnistía no tenía encaje en la Constitución, convence ahora a su leal pandilla basura para defender lo contrario. Proliferan las garrapatas y España se sitúa en un disparadero de no se sabe qué vicisitudes que tocará padecer. Un país antes en paz y progreso está a punto de sucumbir por las codicias tabernarias de una minoritaria manada de estafadores, comandada desde un cubil monclovita, antes Palacio de la Presidencia.

Lo anormal es que sean los ciudadanos de a pie los que denuncien la aberración en ausencia de otros responsables de salvaguardar el vulnerado Estado de Derecho. En cuestión de días hemos pasado del no a la amnistía, a la normal aceptación de borrar de un plumazo el delito perpetrado por delincuentes que esta vez actuarán hasta las últimas consecuencias sin ser penados; con ellos irán a una el resto del independentismo en el Estado español. Cuesta creer que el Rey vaya a estampar, que no estrellar, la firma del suicidio de la Corona y el de su reino desprotegiendo a los ciudadanos. O sabe más de lo que aparenta consciente de su misión y tiene un as en la manga sabedor de que se la juega con un trilero y tahúr incapaz de juego limpio.

Pedro Sánchez es el enemigo número 1 de España como lo sería en cualquier país donde hubiese actuado de modo rastrero. La consecución de los planes por muy insensatos o malignos que supongan contra España, es la tónica permanente de un Pedro Sánchez que sin freno vende una Nación con unos primeros plazos de negociación que se culminarán con la firma de la amnistía y posteriormente la autodeterminación. De hecho, ya está firmada esa amnistía después del paripé montado de desacuerdos, con la complicidad de la comunista Yolanda Díaz, la infiltrada bolivariana sustituyendo al cupo podemita del Delcygate. Ello supone el corolario del proceso que se inició con los indultos y que terminará con un  referéndum ¿ donde una minoría de catalanistas decidirá por encima de la mayoría de los españoles? ¿Por las codicias personalistas de un ser aborrecido por el Pueblo y desequilibrado mental de libro?¿Por unos oportunistas sin conciencia-el socialcomunismo en pleno- que han vendido el alma al Diablo para parasitar  del Estado?

La España sana sabe que gobierna un criminal a España, un auténtico criminal sin entrañas. Esa es la realidad junto a tantos correligionarios cuyas vísceras alimentadas hieden a Pedro Sánchez. Cuantos queremos a nuestro país, sus espacios, su Historia,  parajes, tradiciones y gentes de bien, somos los radicales que vivimos tiempos de paz democrática durante décadas sin distinción ideológica. La demonización de nuestros inicios democráticos no es casualidad, ni la porfía por demonizar la España normal. Ellos son los anormales. Tampoco es casualidad la manipulación social y política, provocada a propósito,  para considerarnos enemigos de nuestro propio patrimonio natural y heredado, con el derecho a sentirnos españoles. Esto sólo se consigue con la traición sin escrúpulos que representa un ruin malhechor disfrazado de político, el más ruin y zafio de toda la Historia de España, pues al menos otros con carácter doloso disimulaban las intenciones o las revestían de rimbombantes discursos ideológicos. Colado en el poder con una moción de censura que supuso una estafa, desde entonces su modo de actuar ha representado una carrera sospechosamente criminal, exponencial, con el campo expedito por la estrategia de intervenir los máximos organismos institucionales. Un golpe de estado institucional que las carencias de la Constitución han permitido, además del carácter inmoral y la indecencia de cuantos debían velar por las garantías de un Estado de Derecho. Pedro Sánchez se conduce por la vida como un criminal, sabedor de una impunidad sobrenatural que le invita a burlarse de todo el Código Penal, porque no existen ambages ni resistencia en su extensa carrera delictiva que ha puesto como máximo objetivo la ruptura de histórica de España.

Aunque si nos atenemos a esa Historia harto convulsa, a pesar de las apariencias deberíamos saber que en cualquier momento puede haber un cambio de rumbo que dé razón a nuestra genealogía sociopolítica, a la memoria histórica más allá de la Guerra Civil, más allá de la reciente historia tergiversada, cuando España se conformaba de tradición secular tomando consciencia de imperio y de la defensa de sus heroicidades con la suma de innúmeras hazañas. Porque sólo con esa consciencia intemporal se podría abordar el gran problema que supone la abyección de un sátrapa que se dispone a romper toda una nación forjada de sacrificio, trabajo , esfuerzo y sangre, mucho derramamiento de sangre.

Sería ingenuo pensar que España es un corral de Pedro Sánchez y deberíamos rememorar las  lecciones de la Historia que escriben infinitos capítulos de paradoja y sorpresa. Porque España, a pesar de su aparente debilitamiento en manos de sus enemigos, no deja de ser España. El tiempo es el que forja la Historia y esta anomalía que vivimos en cinco años, es un lapso infinitesimal de siglos que fluyen por las venas hispánicas, aunque también la ponzoñosa caterva comandada por el ilegítimo ocupa de La Moncloa que se mantiene con la mentira y la malignidad. Sólo el necio confía en que le dure siempre la suerte de las malas artes.

Autor

Ignacio Fernández Candela

Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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