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John Maynard Keynes (1883–1946) es uno de los más importantes economistas de la historia. Dado que este economista inglés nació un 5 de junio de 1883, con motivo de dicha efemérides, vamos a recordar un aspecto suyo muy poco conocido.

La visión político-económica de Keynes era muy cercana a la de Hitler, ya que este último adoptó y aplicó con éxito la teoría económica keynesiana en la espectacular recuperación económica de Alemania que se llamó el “milagro económico alemán”. Y a día de hoy la teoría keynesiana sigue siendo la herramienta ideal para que un líder nacionalista impulse la economía de su país.

La literatura sobre las ideas y la vida de John Maynard Keynes es abundante, pero sus seguidores generalmente han tenido cuidado de evitar hablar sobre sus concepciones sobre la demografía. Y por una buena razón, sus ideas en esta área son muy problemáticas, ya que Keynes estaba a favor del control generalizado del gobierno sobre el tamaño y la calidad de la población.

Keynes estaba interesado en la eugenesia desde el comienzo de su carrera universitaria. En su primer gran proyecto universitario, su tesis doctoral presentada en diciembre de 1907, se refirió al ensayo de Francis Galton “Probability: The Foundation of Eugenics”. Es una señal inconfundible.

Alfred Marshall, el famoso economista inglés, era muy cercano a la familia de Keynes. Los biógrafos de Keynes señalan que él y Marshall debatieron sobre Karl Peason en 1910, pero omitieron mencionar pasajes en el debate sobre la eugenesia. Marshall escribió a Keynes el 14 de julio de 1910: «Apoyo su posición de la forma más clara posible e insto a todos los interesados ​​en la eugenesia a leer su documento: es excelente». En 1911 Keynes se convirtió en tesorero de la sociedad eugenésica de la Universidad de Cambridge. El 18 de mayo de ese año, Marshall le envió a Keynes la cuota de miembro de esta sociedad.

El 2 de mayo de 1914, Keynes pronunció un discurso titulado «Población», probablemente su contribución demográfica más importante. Desafortunadamente, este discurso no se incluye en las Obras Completas de John Maynard Keynes. Después de elogiar a Malthus, él dice:

No se puede esperar del mero juego del orden natural que se alcance la densidad de población más deseable del mundo … La densidad de población siempre tenderá por sí sola a superar su nivel ideal. … En la mayoría de los países, las condiciones materiales de la humanidad están por debajo de lo que serían si su población disminuyera. … En muchas partes del mundo, si no en todas, existe una población mayor que la que es compatible con un mayor nivel de bienestar económico”.

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Keynes tenía en mente que «la vida en la Tierra sería mejor si su población cayera». En consecuencia, defendió una política pública de control del nivel de la población. Quería que los gobiernos «formularan leyes que regulen los usos para alcanzar el nivel deseado de población».

Keynes estaba particularmente preocupado por el hacinamiento en Oriente: «India, Egipto y China están severamente sobrepoblados». Él creía que su raza estaba involucrada en una «guerra racial». Recomendó el uso del poder imperial contra las razas orientales para preservar «la población blanca».

Por así decirlo, cualquier medida para proteger nuestro nivel de vida de la amenaza que nos plantean las razas más prolíficas me parece legítima. Un racionamiento de ciertas regiones del mundo podría resultar necesario, lo que bien podría ser la causa de guerras raciales, al menos estas guerras no serían sin fundamento”.

A principios de la década de 1920, Keynes escribió un bosquejo para un libro titulado “Essays on the Economic Future of the World”. El cuarto ensayo trataba sobre «demografía» y el décimo sobre «educación en eugenesia». Curiosamente, en el octavo, Keynes propuso exponer su «marco socialista teórico».

El 4 de enero de 1923, Keynes publicó en la prensa un artículo titulado «Los principios fundamentales». Él recomendó el control público de la natalidad. Estaba pensando en políticas de incentivos.

A la luz de nuestro conocimiento actual, no está claro cómo mejorar significativamente la suerte de la humanidad sin recurrir a limitar el número de habitantes. … Puede ser suficiente para que el control de la natalidad sea fácil y seguro. … Pero se pueden requerir más políticas de incentivos. Una planificación cuidadosa, ideada por expertos gubernamentales, debería reemplazar los caprichos del instinto natural, y se debería ofrecer un conjunto de beneficios en el marco de las instituciones existentes”.

El 8 de junio de 1924, Keynes esbozó un plan para un libro titulado “Prolegomena to a New Socialism. En este borrador, enumeró «eugenesia y demografía» como «una de las prioridades fundamentales del Estado». Claramente, el control gubernamental sobre el tamaño y la calidad de la población fue la piedra angular de su nuevo socialismo, su «socialismo bien diseñado del futuro».

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En septiembre de 1925, fue a la Unión Soviética para dar una conferencia allí ante el Politburó, donde dijo que «no hay un tema más serio para la discusión de políticas públicas que la planificación de la población». Y exclamó:

Creo que hay algunos temas que se han dejado hasta ahora a instancias de los individuos o la suerte, y que en el futuro estarán sujetos a un control centralizado por parte del Estado. Mencionaría dos: 1- El tamaño y la calidad de la población; y 2- El nivel y la asignación de los ahorros nacionales cada año [es decir, la nacionalización de la inversión]”.

Leon Trotsky, que asistió a la conferencia, hizo esta observación: «¡Incluso el economista más avanzado, Keynes, nos dijo el otro día que la salvación de la economía inglesa se basó en el maltusianismo! Y eso también para Inglaterra, el camino para superar las contradicciones entre la ciudad y el campo fue a través del socialismo. «

Keynes fue presidente de la Liga Malthusiana. En un discurso en 1927, declaró que «Nosotros, miembros de esta Liga, somos neo-maltusianos», y «Creo que en el futuro, cada vez parecerá más que los problemas demográficos son problemas vinculado a la herencia y la eugenesia. Es la calidad la que se convertirá en la preocupación central».

Keynes también fue presidente de la Sociedad Británica de Eugenesia de 1937 a 1944. Exactamente 66 días antes de su muerte, todavía dijo que «la rama más importante de la Sociología, la más auténtica, y yo añadiría que lo que cuenta más es la eugenesia”.

Las concepciones demográficas de Keynes están en el corazón de su visión política y económica. No hay duda de que vio la demografía como el problema más importante que enfrenta la humanidad, tal y como dijo en su discurso “Población”: «Las cuestiones demográficas son probablemente las más urgentes e importantes para todos aquellos que tienen en mente la mejora de la condición material de la humanidad».

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REDACCIÓN