ONU Y UE IMPULSAN EL DESASTRE EUROPEO. DRAGUI
Las masas occidentales y sus capos políticos vuelven a decidir impulsar la destrucción de su libertad y de su riqueza, en beneficio de una minoría.
Desde 2020 el descaro político es absoluto. A los políticos ya ha dejado de interesarles esconder la verdad, simplemente mienten con un descaro total, porque saben que las masas están suficientemente radicalizadas e idiotizadas para que sigan manteniendo el sistema hagan lo que hagan.
Esta es la consecuencia de admitir las atrocidades de 2020, tanto con la gestión de la pandemia como con las falsas vacunas que ni protegían ni evitaban el contagio y encima, varias series de estas inyecciones tenían graves efectos secundarios, a menudo mortales en la mayoría de los casos y con independencia de la edad del engañado.
Resulta descarado que tras lo sucedido en 2018 y desde 2020, en 2022 los gobernantes del mundo renovaran los cargos del portugués Antonio Guterres (Secretario General de la ONU) y del etíope Tedros Adhanom (Director General de la OMS) hasta 2027.
En resumen, estos dos individuos han conseguido que los gobiernos de casi todos los países del mundo destruyeran la libertad, millones de vidas y la economía europea, sin que los partidos políticos del stablishment en general, sufrieran grandes penalizaciones electorales.
Envalentonados, estos dos individuos totalitarios intentaron aumentar su poder tras sus reelecciones.
En noviembre de 2021, los Estados Miembros de la OMS se dieron un plazo de dos años y medio para aprobar un tratado de pandemias vinculante para los Estados Miembros. Presentaron un borrador de tratado donde se daba plenos poderes a la OMS para actuar en los Estados Miembros discrecionalmente sin permiso ni supervisión nacional.
En mayo de 2024, expirado el plazo no se había aprobado el tratado, por lo que queda anulado. La OMS está tratando de aumentar su poder mediante la revisión del Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
Por su parte el capo de la Asamblea General de Naciones Unidas, presentó el Pacto por el Futuro, que fue aprobado en su cuarta redacción porque los gobiernos han ido limitando el poder que pretendía este enemigo de la humanidad. Algunos equivocadamente creen que este pacto es una Agenda 2045; sin embargo, no sólo no lo es, sino que la Agenda 2045 se aprobará en 2030 y el promotor de este Pacto, Secretario General de la ONU, no estará en ese cargo para hacerlo porque no puede presentarse una tercera vez.
Con estas renovaciones, los gobiernos del mundo envían un mensaje de que seguirán impulsando el empobrecimiento de Occidente, la vulneración de los derechos humanos, versiones oficiales falsas, la eliminación de la libertad de expresión -incluyendo a la libertad de prensa- y regímenes totalitarios.
Pero es mucho más desolador el panorama en la Unión Europea.
La Unión Europea se alineó con Naciones Unidas, como lleva haciendo en los últimos años, pero ha sido la región que más se ha empobrecido con la decadente Agenda 2030 de la ONU y, además, con los decadentes fondos Next Generation UE.
La Unión Europea y Naciones Unidas tratan de preservar el dominio occidental y, para ello, pretende que Estados Unidos siga siendo la primera potencia mundial. Esta posición lleva perjudicando décadas a Europa y, además, es insostenible porque sólo es inevitable que Asia supere a todo Occidente y cuanto más se trate de retrasarlo más daño se hace a las sociedades y economías occidentales. Desde 2020, la ONU está dejando de estar a las órdenes estadounidenses y se opone a los crecientes movimientos patrióticos y antiglobalistas.
A pesar de los desastres producidos por estas dos organizaciones internacionales de los políticos o intermetamafias: Naciones Unidas (ONU) y Unión Europea (UE), en la mayoría de los países europeos se mantienen los gobernantes de siempre y, como en naciones Unidas, envían el mismo mensaje renovando en 2024 a la alemana Ursula Von der Leyen, como Presidenta de la Comisión Europea, y a la maltesa Metsola como Presidenta del Parlamento Europeo, sin duda las dos presidentas europeas más perjudiciales para los europeos.
Respecto de Next Generation EU, España ha sido el mayor caso de corrupción de fondos europeos de la historia y ha recibido como premio ser el primer país para el que se aprueba la totalidad de los fondos.
El 17 de octubre de 2023, el Consejo de la Unión Europea, formado por los gobiernos de todos los Estados Miembros, aprobó “los Planes de Recuperación y Resiliencia modificados de Chequia, España, Países Bajos, Portugal y Eslovenia”. El plan español “hace especial hincapié en la transición ecológica, pues asigna el 40% de los fondos disponibles a medidas que apoyen los objetivo climáticos” y “El plan asciende ahora a 163.000 millones de euros (83.000 millones en préstamos y 80.000 millones en subvenciones)”. Esta información aparece en la página web del Consejo de la Unión Europea.
España ya ha recibido los 80.000 millones de euros en subvenciones, por lo que se ha aprobado aumentar la deuda pública en 83.160.060.000 euros. Resulta incomprensible que el ECOFIN (Ministros de Finanzas) del Consejo de la UE aprobara este mayor endeudamiento público por tres motivos. Primero porque el gobierno español dijo a la UE que no conocía el destino de 40.000 millones de de euros y el Tribunal de Cuentas de la UE, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, tras estudiar el asunto concluyeron que no se podía conocer el destino de ese dinero, es decir, que el Gobierno ocultaba que lo había robado.
¿Cómo es posible que sabiendo que el Gobierno va a robar los fondos europeos, se endeude al conjunto de la Unión Europea y se aumente la deuda pública española?
Segundo porque los fondos europeos no fueron a la economía productiva por lo que no se aplicaron a la recuperación económica, sino al gasto público.
Tercero, tampoco es razonable que tras avisar el BCE que España está en riesgo de una crisis de deuda pública, se aumente ésta empobreciendo más aún a la economía española y a la población española.
El protagonismo del BCE y de la Unión Europea en el aumento de la deuda pública de todos los Estados Miembros y, especialmente de “Los 6 decadentes”, incluyendo a España, sólo puede interpretarse como que se quiere empobrecer a estos países y al euro. Estos paises se diferencian por tener una gigantesca deuda pública creada para financiar la corrupción pública.
La Unión Europea ya ha llegado a niveles de endeudamiento público desconocidos, o lo que es lo mismo, la UE ha impedido que en el futuro se mantenga la creación de riqueza, por lo que se seguirá en decadencia viviendo cada día peor y, ante las quejas, con mayor represión social.
La desastrosa situación ha pasado desapercibida para las masas y para los votontos de varios países; sin embargo, en las instituciones les preocupa que los ingresos en Estados Unidos han crecido el doble que en la Unión Europea desde el año 2000, gracias al aumento de la productividad. Tres cuartas partes del diferencial de renta per cápita se deben a la menor productividad y una cuarta parte a que se trabajan menos horas. La menor productividad europea se mantiene desde la década de 1990.
En España se sabe que entre 1995 y 2007, la tecnología aumentaba un 0,8% la tasa anual de la productividad, pero la corrupción política la disminuía en un 1,5%, teniendo un saldo negativo de un 0,7% del PIB, llevando a España a la decadencia y al liderazgo europeo en las peores comparativas. Las consecuencias ocupan los primeros lugares de los problemas de los españoles en los Barómetros mensuales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Un resumen de las cifras oficiales de la decadencia y de la documentación está disponible en www.decadencia.es.
En este escenario, la corrupta Presidenta Von der Leyen, en septiembre de 2023 encargó al político Mario Dragui un Informe con un diagnóstico y una solución al declive económico europeo. Lógicamente este tipo de informes deben adaptarse a los intereses del solicitante, por lo que ya se sabia que los objetivos reales consisten en aumentar el gasto público, la deuda pública, el enriquecimiento de una minoría y el empobrecimiento de la mayoría.
Dragui fue Presidente del Banco Central Europeo (BCE) entre 2011 y 2019. Durante su mandato se aumentó el decadente neocomunismo europeo, mediante la compra masiva de deuda pública para financiar la corrupción y la decadencia, la compra masiva de deuda corporativa de las decadentes grandes empresas zombies y el préstamo masivo a los bancos.
Resulta descarado que la Comisión Europea pida al principal destructor de la economía europea que diga la forma de recuperarla.
El denominado Informe Dragui tiene como titulo: “EU competitiveness: Looking ahead” (Competitvidad de la UE: Mirando hacia el futuro) y se entregó en septiembre de 2024, después de que fueran reelegidas las citadas dos presidentas citadas.
En el Informe se dice que el problema de la disminución de la competitividad se debe a la merma de la productividad y ésta se debe a la falta de innovación por una menor inversión, aunque también señala el exceso regulatorio (demasiadas leyes) como causa.
En la web del Banco de España, se puede leer “El Informe Dragui: un plan para el futuro económico de Europa” que en su primer párrafo dice: “El Informe Dragui propone una estrategia para frenar el declive económico de la Unión europea frente a otras potencias. Solo con un enfoque común europeo, centrado en el crecimiento, podrá la UE afrontar con éxito los retos que tienen planteados: la transformación tecnológica, la descarbonización, la seguridad económica y el mantenimiento del modelo social europeo”. Se añade: “Aunque se publicó en septiembre, su contenido ya tuvo un peso importante en la definición de las Orientaciones políticas que Von der Leyen presentó al Parlamento Europeo en julio, como candidata a presidir la nueva Comisión”. No solo el contenido se adapta a los intereses del solicitante, sino también la fecha de entrega.
Dada la experiencia con la Agenda 2030, el aumento de la deuda pública y Next Generation EU, podemos interpretar el significado de estos cuatro objetivos. El primero es “transformación tecnológica” para aumentar nacionalizar el sistema financiero con el euro digital y aumentar el control social mediante la tecnología, incluyendo el reconocimiento facial y el control de los dispositivos personales como los ordenadores, teléfonos móviles, televisiones, automóviles, etc.
El segundo es la descarbonización, el objetivo es aumentar el coste de la energía y centralizar en la Unión europea el negocio del petróleo, gas natural, etc., manteniendo ese coste cinco veces superior al estadounidense, de forma que la industria no pueda competir.
El tercero es la “seguridad económica” que trata de que el sector público y la Unión Europea sigan controlando la riqueza y se mantenga el status quo.
El cuarto es “el mantenimiento del modelo social europeo”, significa lo mismo que el anterior. Este objetivo supone una falsedad porque la Comisión Europea ya ha obligado a restringir los servicios públicos en varios países, incluyendo España.
En el artículo también se dice que: “Los Estados miembros […] deben adoptar un enfoque genuinamente europeo, que incluya la financiación de las inversiones necesarias para la transformación”. En cuanto a las inversiones, en el Informe se establece entre un 4 y un 5% del PIB, es decir, unos 800.000 millones de euros anuales. El significado de esta propuesta es el siguiente:
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Un mayor traspaso de la soberanía nacional hacia la Unión Europea, donde se decidirá un elevado aumento de la deuda pública para gastarlo en lo que diga la UE. Deuda pública y gasto público son las causas de la decadencia española, de la eurozona y de la Unión europea, por lo que sólo cabe pensar que se quiere impulsar el aumento del empobrecimiento.
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Aumento del neocomunismo en todos los Estados Miembros de la Unión Europea, por un nuevo intervencionismo estructural en la economía. El escritor más influyente del siglo 20, Peter Drucker, advirtió que ninguna política económica estadounidense de la segunda mitad del siglo 20 había conseguido sus objetivos. En España, en la eurozona y en la Unión Europea también han fracasado todas las políticas económicas, incluyendo los recientes y en curso Next Generation EU. La economía planificada, cuyo máximo exponente es el comunismo, ha fallado siempre. China ha demostrado que un mercado libre es la única forma de hacer crecer la economía y generar riqueza, en lugar de pobreza.
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La Union Europea sabe que este plan único no puede funcionar por las diferencias entre las economías de los Estados Miembros, lo que hace que aunque sea útil para unos paises será perjudicial para otros.
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La Union Europea sabe que estas inversiones para aumentar la innovación no van a funcionar porque la innovación no es una cuestión de dinero y que la mayoría de las empresas tecnológicas que dominan Occidente se han creado con poco dinero.
En el Informe se dice que en la Unión Europea se ahorra un 10% del PIB más que Estados Unidos, pero que este ahorro no se destina a la inversión productiva, por lo que una peligrosa posibilidad consiste en que los gobiernos obliguen a que el ahorro personal se destine a lo que los políticos decidan. La próxima creación del euro digital facilitará esta posibilidad y un control absoluto sobre los ingresos, los gastos y el ahorro de toda la población, además de la nacionalización del sistema financiero.
Como cabía esperar de un burócrata, el Informe Dragui propone nuevas formas para seguir impulsando el empobrecimiento europeo y la corrupción de la metamafia política que es el negocio más lucrativo y decadente de la Unión Europea.
Precisamente a finales de agosto de 2024, remití un mensaje a cuatro Comisarios de la Comisión Europea (dos de ellos Vicepresidentes) acusando a los fondos Next Generation EU y a la compra de deuda pública por parte del Banco Central Europeo, de estar aumentando el endeudamiento público excesivo para financiar la corrupción y la decadencia de los que califiqué como “Los 6 decadentes”): Francia, Italia, España, Bélgica, Portugal y Grecia.
Dos meses después, el Banco Central Europeo avisó que cuatro de los “países decadentes” podrían tener una crisis de deuda pública: Francia, Italia, España y Bélgica, afectando a sus economías, al euro, a la eurozona y a la Unión Europea. Precisamente fue Dragui el principal impulsor de esta decadente situación.
En diciembre de 2024, Francia ya está en una crisis profunda que, unida a la alemana y a los otros cinco decadentes, hundirá el euro y la eurozona en los próximos meses. España sigue sin recuperar el nivel pre pandemia, estando la economía privada en recesión, mientras la economía global crece, pero menos que la deuda pública.
La receta de Dragui es nefasta porque parte de un diagnóstico incorrecto. El problema de la eurozona y de la Unión Europea no es la inversión en innovación, sino la hiperregulación, el excesivo gasto público y, sobre todo, la corrupción.
Como he informado en mi reciente libro gratuito “La Solución a la decadencia española” de 46 páginas: “El 11 de septiembre de 2023 pregunté a la Unión Europea por los proyectos, inversiones y logros contra la corrupción. Como siempre recibí un mensaje de correo electrónico donde se informaba el registro de la consulta, concretamente como petición número 1151842 y que “Trataremos de responderle en un plazo de 2 días laborales”. Por primera vez no he recibido la respuesta a mi pregunta y llevo años haciendo consultas”.
En el Informe Dragui también se pide que se dediquen grandes cantidades de dinero al gasto militar.
Dado que los políticos conocen perfectamente las consecuencias de sus acciones, no podemos creerlos y debemos ser conscientes de que los objetivos de este plan son el aumento del empobrecimiento de los europeos, para que la población sea más obediente y dependiente de los subsidios públicos, financiados con altos impuestos que hacen una economía más improductiva, limitando el futuro.
El papel actual de las organizaciones internacionales, como la ONU y la UE, no es comprendido correctamente. Se ha llegado a un punto en que la mayoría de la población no confía en las instituciones y una parte importante y creciente de la población sabe que el problema es la democracia.
En este contexto, los gobiernos occidentales han estado utilizando a las organizaciones intergubernamentales (creadas y dirigidas por los gobiernos), para que protejan el negocio más rentable del mundo que es la corrupción institucional, defendiendo a las instituciones y a las democracias.
En 2018, la ONU y la UE publicaron el porcentaje de corrupción de las regiones del mundo y de cada Estado Miembro, respectivamente. De esta forma, estas organizaciones intermetamafias engañaban a la población mundial haciendo que pensaran que ellos lo iban a resolver. Mi extenso trabajo prueba que estas intermetamafias están impulsando la corrupción, el control social, la eliminación de los derechos humanos, incluyendo la represión de los opositores a la desinformación oficial, regímenes totalitarios y la decadencia.
La ONU y la UE están defendiendo el negocio de las metamafias políticas nacionales a cambio de participar más en el negocio de la corrupción, pero no lo hacen, como están extendiendo algunos, para crear un gobierno mundial que es imposible por decenas de razones y porque no existe prueba alguna de ello y menos aún con la Agenda 2030.
Los acontecimientos desde 2020 han hecho que aumente la desconfianza en la metamafia política y la disidencia, pero ésta cada día está más desorientada por la cantidad de bulos que corren por las redes sociales y porque ha disminuido considerablemente su nivel intelectual y su actitud crítica. La mayoría de quienes se creen disidentes no leen más que titulares que se comparten en las redes y ni siquiera comprueban la veracidad de los mismos. Para ellos es suficiente que sea compatibles con sus “prejuicios disidentes”.
Resulta preocupante que la mayoría de la población no comprenda lo que está pasando a pesar de que los hechos principales son públicos. Ni siquiera los españoles comprenden la situación, a pesar de que lideran las peores estadísticas de la Unión Europea y que han visto como las pensiones perdían un 8,28% de poder adquisitivo (oficialmente, en realidad cerca de un 12%) con Zapatero, Rajoy y Sánchez.
También resulta preocupante que la disidencia se preocupe de las tramas mundiales, a menudo inventándose conspiraciones, y se despreocupe de los problemas nacionales que son los que hacen que la mayoría viva cada día peor y que la corrupción nacional es la que posibilita los decadentes planes internacionales y europeos.
La desorientación de esta nueva disidencia dificulta que se pueda convencer a personas cabales o conservadoras de la decadencia que vivimos. Esta disidencia también dificulta la búsqueda de la solución a los problemas de los españoles que aparecen en los barómetros mensuales del CIS.
Como se dice ahora ante la evidencia catastrófica: “Disfruten de lo votado”.
Javier Marzal
Fundador y Presidente de la International Association to Change the World
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