Hacerse respetar… en Gibraltar. Por Francisco Bendala Ayuso

Es necesaria una política de firmeza ante el mundo anglosajón. Pero desde el Desastre de 1898 y más aún desde 1950 una parte – importante – de la sociedad española, en especial sus élites, está abducida no ya por el «American way of life» sino por sus lobbys. Son esos que presumen de arrastrarse como el 51º estafó Usa o que les encanta babear delante de los Windsor. El bombin de Fraga, llevar a las niñas a abortar a Londres, comer sándwiches e imitar su estilo alimenticio, su música, sus modas, recibir alta condecoraciones, educar a, dys hijos… El pescado se empieza a pudrir la cabeza, nunca mejor dicho. La próxima estampida supongo que no será a Portugal – demasiado hispano, demasiado ibérico – sino a una pequeña casita inglesa, cerca de algún kebab por aquello de la multicuturalidad y con microgranja de grillos para autoconsumo en la parte de atrás. Eso del hueryo es demasiado tradicional.

Para poner las cosas en su sitio en la zona del Peñón, lo primero que hay que hacer es expulsar a todos esos barcos que surtos en la Bahía de Algeciras y enfrente de la zona de levante de la Linea son utilizados como gasolineras flotantes, con gran alegría de las compañías refineras españolas que son las que les dan el fuel.
Después, sencillamente, se debería comunicar a la OTAN que Gibraltar NO puede ser una base de dicha organizacion porque esta en un territorio usurpado a la soberanía española y por tanto se debe buscar su cierre como base militar otanica.
Las aguas territoriales nunca estuvieron en litigio hasta tiempos recientes,eran y son agua españolas y deben ser protegidas como tales con toda la fuerza que la situacion necesite.
En época de Franco la Guardia Civil, la coheteria de Sierra Carbonera y la marina de guerra velaban por el cumplimiento del derecho internacional y no permitían mas que por un estrecho corredor aterrizasen los avioncillos militares, los civiles no iban a la Roca porque esta no tenia conexion con la peninsula, con España, y por tanto ni habia turismo ni habia nada, los Llanis, que son BRITANICOS DE SEGUNDA, no en vano en sus matriculas de coche pone GBZ Gran Bretaña Zona se comían los monos Maine Street arriba y abajo. o sea, que se pateaban la calle real sin tener otra cosa que hacer que emborracharse como piojos en esos cutres PUB que tienen.
La ONU exigió a los ingleses poner en marcha un plan de descolonización y posterior entrega de la Roca a España y a Inglaterra se le dio un higo la famosa recomendación, siguio a lo suyo aunque,eso si, costandole una millonada su mantenimiento, porque el regimen de Franco aislo el pedrusco. La vida en Gibraltar languidecia y los Llanis languidecian mas de la cuenta recordando los viejos y dorados tiempos en los que vivian fenomeno en Campamento, entre La Linea y el Guadarranque.
Pero llego la democracia y con ella se instalo en el poder esa enorme banda de ladrones que ya habían destruido España desde 1812 y en cuanto vieron el negocio que se podía hacer en Gibraltar mandaron al carajo el patriotismo, Utrech, la verja, el derecho internacional, la dignidad nacional y todo lo demás, convirtiendo el Peñón en un putiferio en que que los políticos españoles, los bancos, las empresas, corruptas o no y los traficantes de drogas y armas tienen sus sedes sociales sin mayores problemas.
Mientras no se corte ese rio de corrupción nacional que es el Peñon nada de nada se reivindicara porque quienes tienen el poder, son los que lo utilizan para apoyar a Gran Bretaña y sus indignos subditos de segunda llamados Llanitos

Estilo alimentario, relativo a la alimentación. El estilo mismo no alimenta.

España no puede ganarle una guerra al Reino Hundido de la Gran Patraña pero éste tampoco la puede ganar contra España. Ni siquiera la amenaza nuclear, ni siquiera el uso de misiles tácticos le garantizan nada a los fritánicos que nos sea una destrucción mutua asegurada. España posee también termobáricas que fueron pensadas para Marruecos pero estas armas, así como la nuclear, aunque todavía útiles, están ya desfasadas tecnológicamente. Tanto España como Inglaterra tienen la capacidad tecnológica para introducir subrepticiamente de contrabando en modo durmiente, en el territorio del otro, armas sofisticadas y destructivas esperando a ser activadas a distancia o, de otro modo, que no sean disparadas desde el territorio del otro y que permitan tirar la piedra y esconder la mano. Estas armas pueden ser desde bombas sucias a armas psicotrónicas pasando por explosiones de oleadas electromagnéticas.

Por supuesto, salirse de la OTAN y la UE y establecer una relación sólida militar con los BRICS sería una solución más acorde con la dignidad nacional y la conciencia histórica de quiénes son nuestros enemigos eternos, los anglosangrones, y quiénes son los enemigos de toda decencia y toda vergüenza en este mundo, los anglosangrones también. También deshacerse de los bribones y su infecta dinastía sumisa a la masonería anglojudía es clave.

Mientras llega o no llega, en un futuro hipotético y distante un escenario de tensión así de grave, es mucho lo que se puede hacer para torcerles el brazo. La misma Inglaterra tiene dificultades enormes financieras para mantener un ejército ya mamotreto y en proceso inexorable de reducción. En todo caso, nuestro objetivo geoestratégico más importante y más largo plazo no es Gibraltar en cuanto tal sino la rehispanización real y significativa del sur de los EE.UU., probablemente negociada con la Gringolandia para evitarles a éstos el susto de una Hispanidad recolocada.

Un gobierno de España que hiciese honor a su nombre, ya habría emitido públicamente y sin advertencias o contemplaciones previas una alerta a ciudadanos y empresas españoles en la Gran Bretaña para que se vayan deshaciendo de sus activos en un cierto plazo antes de acometer una masiva expropiación en España de activos de titularidad británica.

Lo que para unos son fantasías para otros son proyectos audaces.

Lo único que tiene utilidad son las propuestas de tipo práctico; las quejas, los lloros, la vergüenza… por sí mismos no nos han llevado a ninguna parte.

Grupos de cabildeo… sí, está muy bien la palabra, muchas gracias.

Y a los tontos
Que son los que pierden hasta la camisa