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Las numerosas turbulencias socio-político-económicas de las postreras calendas (crisis económicas prefabricadas, 11-S y otras Operaciones Bandera Falsa como el 11-M, 7-J, etc., guerras varias, terremotos provocados artificialmente en Haití o Chile, timo del calentamiento global antropogénico, etc.) serían un medio de provocar miedo en la sociedad para hacerla más dócil y manejable, además de una, digamos, gimnasia revolucionaria. Una forma de allanar el terreno en cuestiones estratégicas para que las diabólicas élites puedan establecer cuanto antes su Gobierno Mundial totalitario y así posicionarse adecuadamente para poder seguir controlando el planeta una vez que pase su gran y cataclísmico evento geofísico ( provocado mediante su maltusiana geoingeniería). «Resiliencia colectiva», jerigonza OTAN. La noruega Bóveda Global de Semillas de Svalbard, clave. Las Piedras Guía de Georgia, más. Y las bases subterráneas, pistas a seguir.
Todo escrito
Bill Ryan, del Proyecto Camelot, testigo insider (alguien de dentro), militar inglés de altísimo rango. Este militar trabajaba en el año 2005 en la “City of London”, que es uno de los principales centros mundiales de la Gran Masonería internacional y la sede de importantes instituciones financieras del gobierno en la sombra a nivel internacional y, por “error”, pudo asistir ese mismo año a una reunión de masones de alto, altísimo rango donde se habló sobre los planes que tiene la élite de 2005 en adelante. Misión Anglosajona, o anglocojona, pues.
Por supuesto, Rusia y China («actores autoritarios», al decir OTAN), los malos de la peli, cómo no. Cambien Irán por Ucrania, todo es bélicamente empezar. Y un espectral «virus» causando estragos: origen, acertaron, China («China pescará un resfriado»). Paulatinas y genocidas reducciones de la población mundial. Reducción en un 50%: no se lograría solamente debido a la guerra nuclear (y sacándose de la manga una falsa invasión extraterrestre de falsa bandera), sino especialmente debido al colapso de las infraestructuras: sin alimento en los supermercados, sin gasolina, sin electricidad, sin comunicaciones, sin suministro de agua, sin medicamentos. Y, desde luego, el antedicho evento geofísico: su gran obra de destrucción masiva…
…Y, después del espanto, el masónico e iluminado «Amanecer de un nuevo día», apuntalando el tiránico «Nuevo Orden Mundial». En fin.
Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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