03/05/2024 13:00

Josué Cárdenas

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Los chicos de centro no ligan. No se puede ligar siendo un meapilas, un blando o un centrista. ¿O en realidad sí que se liga? Es curioso comprobar como en esta sociedad que rebuzna opiniones con el único criterio de seguir a la mayoría de jumentos, se produce el fenómeno paranormal de que el varón triunfador no es el galán, el avispado, el aventurero… sino el soso, el pasmado, ese que le pinchas y sale horchata. Un señorito que se pone mascarilla en la farmacia y que sale poco de casa, ¡vaya a ser que le pase algo!

El homus moderadus es mi enemigo. Me batiría en duelo a muerte con él sin dudarlo un instante. Me molesta mucho un tipo que ni fu ni fa. Esos sujetos que ven en la zona de confort un paraíso. Pierden el trasero por dar una opinión simplona, machacan al resto con sus juicios borreguiles, a veces incluso, obligan a los demás a llevar una vida de hogar con la única variante en el trayecto trabajo-casa del gimnasio. Su parada de metro favorita es Avenida de La Conformidad, viven en la calle Simpleza, en el barrio de Lo malo conocido. Son conformistas, papanatas y serviles, muy serviles. Sus dos frases más utilizadas son: “sí cariño” y “ya verás cuando te cases.” Son tan mindundis que se casan por obligación, porque toca, al igual que trabajan por obligación, hacen el amor porque toca y se van de vacaciones a sufrir. La gente de centro es capaz de con tal de no llevar la contraria, no volver a beberse ni un cubata en su vida porque la OMS y su señora están de acuerdo en que no es bueno ni si quiera mojarse los labios.

Resulta que este ser que en cualquier sociedad sana debería de ser despreciado y despreciable, a día de hoy es encumbrado y liga más que nadie. ¿Cuánta gente con cara de centrista o aplicando el lenguaje inclusivo y la tristeza que desprenden, centristes, veis por la calle? He aguantado tres capítulos de una serie muy floja llamada Machos Alfas. Ni una risa he echado en tres episodios y encima te hacen tragar que el blandito y moderado es el que triunfa. Es de traca. No se valora un tipo con principios, con criterio, con gallardía y personalidad. Se valora al mediocre, tanto en el amor, como en el trabajo, como en la política. Tener interés por algo y defenderlo te conduce a la decepción, al desanimo y a sensaciones que te da rabia que el bobalicón de enfrente no este sufriendo. El centrista no tiene iniciativa, abriga a su perro y bebe leche de soja. Ese es el nuevo dandi de nuestra querida España. Se las lleva de calle y triunfa el que calla y mira el móvil. Muestran su felicidad en redes sociales y viven un centrismo seco y taciturno. La estampa es lúgubre. Tú con tus ideales muerto de risa y el moderado en casa con la mantita con la chica. No me digáis que el mundo no es injusto.

A pesar del desasosiego, siempre hay esperanza. Existen héroes míticos que nos hacen creer que aún es posible. Me da rabia que sea policía, pero a este le perdono todo, hasta el uniforme. Un tipo que, con su españolidad por bandera, ha conseguido embaucar a varias pendonas que no se han visto en otra.  El policía apodado “Rabocop” ha conseguido que siga creyendo que el amor existe. Me imagino, con la mente llena de pájaros que tengo, que este agente del orden consiguió llevarse al huerto a ocho separatistas no por ser un osito de peluche sino porque vieron en él un hombre como Dios manda. Su aventura me parece fascinante. Sigue existiendo el flirteo, existe el noble arte del embaucador, todavía se puede ver que la pasión puede llevarnos a sitios que no creíamos. Estoy convencido del sentir profundo de estas independentistas que ahora denuncian a nuestro héroe nacional, pero ellas le quieren aún. Vieron en él lo que no vieron en un modosito don nadie. Seguro que las llevó a cenar, fueron al teatro, al flamenco, pasearon juntos y se cogieron de la mano. No me puedo creer que mientras hacían el amor sin parar, él no les dijera que estaba profundamente enamorado. Creo firmemente que, en el fondo de su alma, las indepes piensan que, aunque hubiesen sabido que era madero, por lo cariñoso que es, también le hubieran dado una oportunidad. Estoy seguro que hubiesen fundido sus diferencias con un beso, porque no se ama al que sometes a tu mismo pensamiento sino amas a quién te demuestra que haría lo que fuese por ti. Nuestro policía lo ha hecho. No ha sido el típico centrista de centro, que como cantaban Los lendakaris muertos, son de centro, pero de Centro Comercial.

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Por eso hay que seguir creyendo. Estoy conociendo a una chica que estoy concienzudamente convencido que no se va a resignar a lo malo conocido. Me ha enseñado en sus ojos y en sus bonitos detalles, que las historias de amor real siguen existiendo, que más vale como diría Siniestro Total, ser punki que maricón de playa. Me demuestra día a día que de ilusiones también se vive, de atreverse, de tirarse a la piscina. ¿El que no arriesga no gana verdad? Algunos se limitan a perder toda su vida. Mi chica ha decidido dejarse llevar y dejarse el alma en esta bonita aventura en la que no tenemos ni idea cual será el siguiente capítulo, ni si quiera casi ni la siguiente página. Es tan bonita la incertidumbre de no tener todo controlado. El centrista quiere guionizar hasta sus conversaciones, el valiente escucha y se ríe con la persona a la que mira a los ojos, deseando que el tiempo se detenga. Por ello nuestro “Rabocop” y yo no somos de centro, todavía hay esperanza para que haciéndote pasar por alguien o siendo tú mismo, enamores a una chica que quiera vivir la aventura de su vida a tu lado.

Autor

Josue Cardenas
Josue Cardenas
Josué Cárdenas Gómez. (Sagunto 1999). Es Periodista y cronista parlamentario de primera línea en el ámbito de la Información y la Opinión.

Comenzó en el periodismo en plena crisis del Coronavirus y ha trabajado
en radio, prensa y televisión. Su interés por la Poesía va de la mano
con su devoción por la Cultura. Sus programas siempre contienen
secciones de Literatura, Música y Cine. La Poesía marca su vida y
desde pequeño sus referentes han sido claves para que los versos sean
protagonistas de sus inquietudes.

Director del programa La Burbuja en Periodista Digital de Alfonso Rojo. Sus artículos de Opinión son un referente nacional de la actualidad política y social de España, en exclusiva para ÑTV ESPAÑA.
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