18/05/2024 18:28
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Entrevista con Matti Karlsson, periodista freelance dedicado a cuestiones ambientales. En 2015 empezó a trabajar para “Motgift”, un sitio web de comunicación sueco que ofrece artículos, programas de radio y televisión.

La imagen de Suecia es aún para muchos españoles la de un país seguro y próspero, sin embargo, cada vez hay más noticias sobre bombas, violaciones y delincuencia. El pasado 3 de agosto, una niña de doce años murió durante un tiroteo entre bandas en Norsborg, un suburbio de Estocolmo. Este es el último caso de los tiroteos y bombas provocadas por las guerras entre bandas de traficantes rivales, procedentes de Siria, Albania, Kosovo Bosnia y Gambia. En los primeros seis meses de este año se han producido 61 tiroteos en Estocolmo (frente a los 40 del mismo periodo el año pasado). En 2019 hubo 42 muertes y 334 tiroteos en todo el país. ¿Cómo se ha permitido llegar a esta situación? ¿está preparada la policía sueca para hacer frente a esta violencia?

La situación en Suecia es la que es porque nuestros políticos y periodistas hacen todo lo posible para fingir que siempre ha sido así. Comparan a los refugiados finlandeses durante la segunda guerra mundial con los chicos afganos de “17 años” que vienen hoy día. Afirman que “Suecia nunca ha sido más segura”, proclamando que solo se publican más crímenes debido a la mejor cobertura de los medios. Y aunque los políticos al mando afirman una y otra vez que “se encargaran del crimen de una vez por todas”, siempre que ocurre algo es evidente su falta de voluntad para hacerlo. La policía sueca está demasiado politizada y no está capacitada para esta situación. Nuestro último Comisario nacional de policía, Dan Eliasson, salió en la televisión nacional y expresó su simpatía por un “refugiado de 15 años” que asesinó a una mujer de 22 que trabajaba en su albergue apuñalándola por la espalda. Dijo: «Pero también pienso en este chico, qué clase de trauma habrá tenido que pasar para ser capaz de hacer algo tan horrible”. Dan Eliasson también se ha hecho infame por su campaña “¡No metas mano!”. Donde, como respuesta a la cada vez mayor violencia sexual en Suecia, se hicieron pulseras con el texto “¡No metas mano!”. Aunque dimitió, nuestra policía no está mucho mejor preparada para tratar con la violencia de las bandas.

Hace poco la banda “sueca”-somalí “Dödspatrullen” [La patrulla de la muerte] estuvo en Dinamarca y cometieron un asesinato. Todos sus miembros principales han sido llevados a juicio allí y enfrentan la cadena perpetua Después de años de fracasos de la policía sueca para desarticular a esta banda. No tengo ninguna confianza en que la policía o el estado sueco sean capaces de solucionar la situación que han creado.

Buscando noticias recientes de Suecia, he encontrado cosas como esta: Un refugiado sirio, que acababa de recibir la nacionalidad sueca, arrestado por violación (15 de agosto). Dos ciudadanos marroquíes condenados por quemar un restaurante (20 de agosto). Se inicia el juicio contra un inmigrante somalí por el intento de violación de una mujer de 70 años (24 de agosto). Dos menores suecos, de 15 y 17, fueron violados, torturados y golpeados durante diez horas por un inmigrante iraní y un sueco (de padre tunecino) en un cementerio cerca de Estocolmo. Les apuñalaron en las piernas para que no escaparan (28 de agosto). ¿Cuál es la respuesta del gobierno rojo-verde (coalición de socialdemócratas y verdes) ante este flujo continuo de delitos? ¿Qué partidos denuncian esta situación?

El gobierno repite frases como “es el momento de tomar medidas duras contra estas bandas criminales de una vez por todas”, pero nada ha cambiado. Salvo el caso de la tortura, esas cosas son tan comunes aquí que la gente ya no las advierte. Leemos sobre violaciones, incendios provocados y asaltos casi a diario.

Aunque la “oposición” del Partido Moderado (derecha) lo denuncia oficialmente, es tan responsable de la situación en Suecia como los socialdemócratas. Estuvieron en el gobierno durante 8 años e hicieron todo lo posible para importar más inmigrantes. Luego están los Demócratas Suecos, ahora el segundo partido de Suecia, que son considerados el partido conservador/nacionalista y que condenan lo que está sucediendo y abogan por reducir en gran medida la inmigración.  Sin embargo, han diluido mucho su mensaje duro y ya no suelen hablar de deportación o afirman que todo el mundo puede convertirse en sueco. También esta Alternativa para Suecia, dirigido por antiguos miembros de los Demócratas Suecos. No tuvieron mucho éxito en las últimas elecciones, las primeras en las que participaban, pero si más gente advierte que los Demócratas Suecos carecen de voluntad para hacer cambios reales serán más relevantes en las próximas elecciones.

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Suecia es un país feminista y aplica la perspectiva de género en todas sus leyes, además de hacer del feminismo uno de los ejes de su política exterior. Sin embargo, el número de ataques sexuales contra adolescentes se ha incrementado en un 51% en los últimos 5 años. En el caso de las mujeres mayores de 18 años, el incremento es de un 21%. El año pasado se investigaron 8.350 casos. En 2018 la SVT (televisión pública sueca) mostró unas estadísticas que indicaban que el 58% de los condenados por violación en los últimos cinco años eran inmigrantes nacidos fuera de la UE, sobre todo de África, Afganistán y Oriente Medio. Otra estadística de 2017 es muy reveladora, en Suecia (10,4 millones de habitantes) con una política de fronteras abiertas 73 de cada 100.000 habitantes denunciaron un caso de violación, mientras que países con un fuerte control migratorio presentan cifras mucho más bajas, Hungría (9,7 millones) solo tiene un 3,9 y Polonia (37,9 millones) un 3,2. ¿Qué dicen las feministas ante esta violencia contra la mujer?

Todas las feministas en Suecia cantan al unísono que lo único que estos delincuentes sexuales tienen en común es que son hombres. Y que el aumento de delitos sexuales solo se debe al hecho de que hoy en día “las mujeres suecas están tan empoderadas que se atreven a denunciar el crimen”. Cuando una mujer minusválida fue violada por un grupo de inmigrantes afganos en Gotland, organizaron una manifestación contra el racismo como respuesta.

Un caso particularmente desagradable fue el de Wilma Andersson, una chica sueca de 17 años que fue asesinada y descuartizada. La policía solo encontró su cabeza en el dormitorio de su novio, el sueco-iraquí Tishko Ahmed, de 23 años. Tishko debería haber sido deportado con su familia de Suecia en 2007, pero permaneció en el país y consiguió la nacionalidad sueca en 2014. Otro caso es el de somalí de 39 años que violó a una niña de 9 y a otra de 12, que tampoco será deportado. Si es legal, ¿por qué la justicia no hace cumplir la ley?

Ambos casos son horribles. Pero la lista de razones para no deportar a inmigrantes criminales es casi tan larga como la lista de crímenes que cometen. Precisamente hoy leí el caso de un somalí que violo a dos chicas de 14 años después de drogarlas, y que solo va a recibir una “condena leve” de 6 años porque después será deportado de Suecia por 10 años y eso le resulta “traumático”. Hay que señalar que la mayoría de las deportaciones no se llevan a cabo y los condenados pasean libremente por Suecia. El terrorista Rakhmat Akilov, que estuvo detrás del atentado de Estocolmo en 2017, tenía que haber sido deportado, pero no pudieron encontrarle y hacerlo.

El 20 de julio Rebecca Andersson y su hermana fueron golpeadas por una banda de inmigrantes en la ciudad de Uppsala. La mujer publicó fotos de la paliza en una publicación de Facebook que fue compartida decenas de miles de veces. Rebecca escribió: “Por favor, compartidlo, así quizás Löfven (primer ministro sueco) se entere de lo segura que es Suecia”. ¿Ha cambiado la opinión de la población sueca con respecto a la inmigración? 

En general, los suecos se posicionan mucho más en contra de la inmigración que hace 10 años. En 2016, una encuesta afirmaba que el 70% de los suecos pensaban que había demasiada inmigración en Suecia. Por supuesto, los votos no reflejan esto puesto que aún hay demasiada gente votando por los socialdemócratas y partidos similares. Hablando desde mi propia experiencia puedo decir rotundamente que discutir sobre los efectos negativos de la inmigración es ahora mucho más fácil que hace 5 años y que la gente está cada vez más preocupada por esta situación. Esperemos que lo expresen y que no solo voten por costumbre cada cuatro años y lo dejen estar.

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Suecia ha sufrido atentados yihadistas en 2010 y 2017, el número de zonas de alta peligrosidad donde se aplica la sharía es cada vez mayor, y ha sido uno de los principales exportadores europeos de yihadistas. Más de 300 “suecos” abandonaron su país para unirse al Estado Islámico. Unos 150 regresaron y recibieron una identidad nueva para que, en palabras del gobierno, pudieran encontrar trabajo y vivir tranquilamente. ¿Cómo es posible que un gobierno adopte estas medidas en lugar de combatir la expansión del yihadismo? ¿Cree que esta situación cambiará si se produce un cambio de gobierno?

La explicación que dieron es que técnicamente no es ilegal formar parte de una organización y que era imposible probar que esas personas hubiesen cometido algo ilegal cuando luchaban por el Estado Islámico. En una entrevista lacrimógena en la prensa sueca pudimos leer acerca de uno de estos terroristas, él solo era un conductor de camión que quiso regresar a casa cuando se dio cuenta de que estaban matando gente. Hay que señalar que el mismo gobierno que permite a estos yihadistas regresar a la sociedad y les protege, quiere proteger la democracia prohibiendo «organizaciones racistas», pero sin explicar que significa «racista» para ellos.

Si tras las próximas elecciones hay un gobierno de derecha/conservador (Demócratas Suecos y el Partido Moderado) la situación probablemente mejorará, aunque sinceramente dudo que persigan a los que ya están bajo protección del estado.

Suecia ha sido muy criticada por su gestión del Covid-19 y no tomar medidas para controlar el virus, como el confinamiento o el cierre de los colegios. ¿Cuál es la situación actual en Suecia?

Suecia tiene muchos más casos de Covid-19 que todos lo demás países de Escandinavia y Finlandia, y muchas más muertes. Se han tomado unas medidas muy suaves comparadas con las de otros países y legítimamente se han dirigido muchas críticas a los responsables. En Suecia pasó como en muchos otros países en donde “el Covid solo existió hasta que Black Lives Matters empezó a manifestarse”. Aunque que las reuniones de más de 50 personas estaban prohibidas, la policía, que comprobaba regularmente los locales nacionalistas por esa prohibición, se arrodillo y agachó la cabeza literalmente ante los miles de manifestantes del Black Lives Matters que les gritaban cosas como “ACAB” (All Cops Are Bastards – Todos los policías son unos bastardos) y “las vidas azules no importan”. Muchas de estas manifestaciones terminaron en disturbios cuando los manifestantes atacaron a la policía.

En Estocolmo ahora se están haciendo tests gratuitos a cualquiera que sospecha que tiene el Covid y, aunque los casos han aumentado desde el inicio del curso escolar, las escuelas están tomando medidas por su cuenta (todas las escuelas que conozco están reduciendo el número de niños por clase, están más tiempo fuera, etc.). El estado sueco confía mucho en cómo su población enfrenta la pandemia y solo el tiempo dirá si será suficiente o no. Hay algunas señales que apuntan a una verdadera crisis en el sistema sanitario, puesto que enfermeras y doctores están sobrecargados de trabajo hasta el punto de que simplemente renuncian. Pero de momento, el Covid se siente como uno de los problemas menos urgentes en Suecia.

Suecia ha tenido 84.532 casos y 5.820 fallecidos. Mientras que vuestros países vecinos presentan cifras muy bajas. Noruega 10.746 casos y 264 fallecidos, y Finlandia 8.138 casos y 335 fallecidos.

Si, en Finlandia básicamente han erradicado la enfermedad y los conciertos y festivales están empezando de nuevo. Si vienes de Suecia tienes que permanecer dos semanas en cuarentena para entrar en Finlandia, y Noruega no permite la entrada al país de los suecos de muchas provincias.