Elogio del orden. Por José Ramón Rivera Guitián

Cuando era un niño, mi muy querida abuela, analizando un dicho autóctono que definía a los disminuidos psíquicos como TONTOS DE METERSE POR LAS POZAS, me aclaraba que únicamente era tonto el que pisando un charco sólo se mojaba él, pero, por supuesto, aquel que en idéntica situación salpica a los demás, más que tonto es un hijo de …. No pongo en su boca este calificativo grosero que la aludida nunca verbalizaría, dado que, en aquellos tiempos, imperaban las buenas maneras tristemente desaparecidas. Y, abundando en mi relato, he de contarles el porqué de mi juicio:

Leo con indignación como una niña, de apenas once años, fue violada por cinco individuos hijos de puta de etnia gitana, lamentablemente, nacidos en España, que protagonizaron “la hazaña” y, una vez más, obedeciendo a consignas bárbaras, propias de su raza. Y, dentro de la línea de mentiras a que los políticos nos tienen habituados, se ocultó el origen racial de estos indeseables, que merecían ser linchados por todos aquellos jóvenes que tengan novias o hermanas. Y una vez más, la policía actuó con prontitud hasta estrellarse contra el muro de la puñetera LEY DEL MENOR, obra de dudosa utilidad pública, que se debe a la “brillante” iniciativa del inepto Michavila que, como es normal en el común de los fariseos comprometidos con la vocación de servicio a la sociedad, metió la pata hasta el corvejón, para luego procurarse un retiro dorado ejerciendo en su hábitat como abogado ¡Líbreme Dios que me defendiera! Pero cobrando minutas como si fuese un “genio del foro” aparte de hacer el ridículo en las revistas del corazón, y no es que lo critique por eso ¡Las mujeres nos gustan a todos! (menos a los indecisos, claro), pero dudo mucho que alguna se haya dejado cautivar por la cara de nuestro héroe que, es que ni pintada para posar con traje regional en el envase de alguna caja de dulces artesanos. Pero ¡No nos preocupemos, somos un país liberal en cuanto al modo de vida de algunos delincuentes de importación! que vienen a ejercer su barbarie ante la impunidad que les procuran nuestros políticos pacatos, que viven rodeados de guardaespaldas que les pagamos todos con nuestros raquíticos ingresos.

En lo relativo al asunto, también veo en internet como en HONDURAS, un político, llamado NAYIB BUKELE, ha asumido, con bemoles, el tema de la seguridad ciudadana, y en unas declaraciones, llenas de sentido común, ha expresado su empeño de erradicar el sicariato de las maras y el narcotráfico. En internet se ve una foto donde los indeseables caminan agachados en fila, luciendo sus sucios cuerpos tatuados dentro de la prisión ante la mirada amenazante de un militar contundentemente armado. ¿De verdad creen Uds. que si alguno de estos MALPARIDOS cumple su condena y logra salir vivo de aquel infierno, tendrá ganas de volver a entrar por saltarse las buenas normas de convivencia?, así que les ruego ¡griten conmigo! ¡Viva BUKELE, un hombre de conciencia y honor con los atributos bien puestos!

Y desde aquí proclamo la aplicación de la pena capital, que yo aplaudiría entusiasmado, o en su defecto, la creación de las penas con la modalidad de trabajos forzados, en un lugar árido e inhóspito donde recibiesen la disciplina que no conocen, y si a “algún blandito” esto le parece cruel, que se ponga en la piel de los padres de esta chiquilla que verá truncada su vida por la actuación de estos malparidos. Por lo visto, uno de ellos es compañero de colegio del hermano de la víctima, y los otros estarán privados de libertad en algún hotel de cinco estrellas, donde unos psicólogos imbéciles esperan que, a base de consentimiento y buena comida, el tigre se haga vegetariano y se pavonee lamiéndole los cuartos traseros a la gacela. Siempre dije que, tras conocer profundamente la ciudad de Buenos Aires, cuna de los desquiciados, vivero de los vendedores de humo que se presentan pomposamente como “psicólogos”, carrera de baja exigencia mental donde el título se otorga con puntos del supermercado, estos suflés profesionales están bien para atender a personas de cierta fragilidad emocional, no para regenerar carne de presidio o más bien de horca. Y, sino que se lo cuenten a los “liberales iraníes”, financiadores del macho alfa, tristemente secundado por las caras de encurtido destacables y avinagradas cargadas de resentimiento antimasculino, que en Irán han celebrado esa payasada del día de la mujer repartiendo profusión de palos, para complacencia del puñetero Imán de turno. ¡En fin! Una sociedad bien informada, sin sufrir el menosprecio que implica el vivir de mentiras proferidas por unos políticos hijos de puta que la ignoran, mientras están afanados en el expolio de las arcas públicas.

Conocí y viví en Ginebra cuando era un paraíso, con unas fuerzas del orden que sólo se hacían notar cuando uno traspasaba los límites de lo legalmente admisible. Por las mañanas solía ver a Alain Delon ¡Ay, Alain Delon, y yo con estos pelos! paseándose plácidamente por el jardín, sin verse sometido al acoso de los cretinos plumillas con contratos de prácticas. Con el paso del tiempo vi que, con la entrada de extranjeros de países atrasados (Turquía en particular), ya los ginebrinos te recomendaban no transitar por determinados barrios. Y, yo mismo fui testigo como se dejaban objetos de valor colgados en un vestuario abierto, en realidad, un cobertizo, ubicado en la pomposamente conocida como PLAYA DE LAS NACIONES UNIDAS, sin que se produjese sustracción alguna y, además, es de destacar que Ginebra es una ciudad donde las prostitutas conviven en perfecta armonía con el resto de la ciudadanía, sin que esto significase sordidez o peligro.

También conocí países donde te “Miraban el aceite” (acto de clavar y extraer un objeto punzante) por robarte una modesta camiseta (en Argentina, remeras). Con los movimientos migratorios ilegales y la blandura gubernamental, todos estamos tendiendo a igualarnos en lo malo. Por eso, repitan conmigo ¡Gracias Michavila, todos los ciudadanos de bien te recordamos a ti y a tus progenitores con el cariño que te mereces!

RESULTA HIPÓCRITA Y DEMAGÓGICO CALIFICAR DE RACISMO AL RECHAZO DE LAS GENTES DE ORDEN PROVOCADO POR ESTA SUCIA DELINCUENCIA, CONSENTIDA POR CUESTIONES ESPÚREAS, QUE CONDENA A LA CIUDADANÍA A SUSISTIR BAJO EL TEMOR A LA BESTIALIDAD DE CIERTAS ÉTNIAS, QUE HACEN GALA DE UN COMPORTAMIENTO CHULESCO, GERMEN DE INQUIETUD SOCIAL, CON EL TEMOR DE LA CIUDADANÍA A QUE SUS REITERADOS DELITOS PUEDAN AFECTAR A SUS SERES QUERIDOS.

Autor

REDACCIÓN

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