08/07/2024 07:11
Getting your Trinity Audio player ready...
Dos meses, dos, ha tardado Antonio en contestar a una pregunta de parvulitos formulada siguiendo los cauces reglamentarios del Senado por Rafael Hernando: «Oiga: ¿de donde saca las cifras que ha expuesto?.
Respuesta: ni puta idea.
No es broma, el Presidente reconoce que los 114.000 «desaparecidos forzosos» y la teoría (manifestada por él mismo con su retórica de plasta castrista vocacional ) de «segundo país con más fosas comunes tras Camboya» es en realidad… una quimera, una ilusión óptica tal que el espejismo de un sediento, una broma de mal gusto, un pedete liberado a su libre albedrío en una reunión familiar, es el ¿donde está la bolita? del trilero de Sol. Es cómo llamar artista a Javier Gurruchaga, es en definitiva una mierda pinchada de un palo.
Sánchez reconoce no manejar datos empíricos, reconoce la ausencia de censos, y en definitiva de los informes preceptivos para no ya la personación en una Causa, sino mucho menos para pergeñar una Ley.
Incluso a pesar de todo ello, Antonio I° de Aquí lo ha hecho. 
Y cómo todo lo que hace este sujeto, asemeja un Tirano Banderas de Segunda Regional, un «porque yo lo valgo».
En Murcia dirían con ese gracejo que los hace singulares -aunque aliénigenas- que se cree el «Hijo de la Polla Roja», dicho popular cartagenero que hace referencia a una rara avis de corral (tan puta cómo cualquier gallina) cuyo estrambote estriba en el colorido particular de su plumaje. 
Es decir y siguiendo la tradición refranera de Aquí: «Del color de la cara tienes el culo, aunque no te lo he visto me lo figuro» o «El maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela».
Del Caudillo decían que tenía «Baraka», asuntillo para nada baladí pues para los musulmanes siginifica «tocado por la Gracia de Alá».
Bueno… valgan las creencias y refranes populares para las películas de mierda de Amenabar, pero lo cierto es que al entonces capitán Franco le metieron dos buchantes (29/6/1916) en el estómago cuando la carga a la bayoneta de El Biutz.
Dado por muerto, el oficial salió con vida del trámite, y de ahí la leyenda de la morisma que terminó por convertir al soldado en mito.
Entre la Baraka de Franco y la Polla Roja de Antonio hay tal abismo que solo aquellos cretinos que se «ven menos que un pescao por el culo» defienden.
Antonio Sánchez, ¡que encima te has hecho a mayor gloria una película con fondos públicos!, no la titules «Raza», que ya fue cogido.
Simplemente dile «El grandísimo Hijo de la Polla Roja», que para los de la Logse suena a Palacio de Invierno, y salvo en Murcia nadie te reconocerá cómo un payaso.
Putos refranes castellanos.
Tan certeros.

Autor

Avatar
REDACCIÓN