07/05/2024 20:48
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Qué razón tiene don Pablo en el artículo que publicó ayer sobre el nuevo Felipe II del deporte, pero creo que se ha quedado corto y me gustaría ser aún más políticamente incorrecto. Ya podrían muchos de los PATRIOTILLAS que ponen a un deportista como ese por las nubes demostrar dicho patriotismo en las urnas, en la calle, en los medios, y no sacar ahora la banderita como hacen cuando “LA ROJA” juega algún campeonato importante, pero a la hora de la verdad dejan que España (que es así como todavía se llama, y no La Roja) se vaya al guano.

Tengo que decir que un servidor se siente tan español como cualquiera de los que se vanaglorian con los éxitos deportivos de Nadal los cuales no hacen que me sienta especialmente orgulloso, al contrario. Hay motivos para que incluso no me caiga especialmente simpático este chico.

Nadal es el deportista del sistema, eso ha quedado claro. Además, su penúltimo gran servicio a la causa con sus manifestaciones contra el MEJOR TENISTA DEL MUNDO que haciendo uso de la libertad que nos quieren quitar se negó a ponerse una vacuna demuestra que es cierta esa afirmación. Podía haberse callado, podía haber dicho que lo de Djokovic es problema de Djokovic, o que le encantaría que se solucionase todo para poder batirse con él en la pista y demostrar al mundo quién es realmente el mejor, …. pues NO. Dijo que el bueno de Novak se lo tenía merecido POR NO PASAR POR EL ARO. Luego qué bien le ha venido la ausencia del serbio en el torneo. ¿Qué hubiera pasado si el problema del número 1 del mundo lo llega a tener el español?, muy fácil, campañita mediática de turno contra Australia y sus abusivas y liberticidas leyes. Todos defenderían el derecho de un deportista a negarse a la vacunación. Hablarían de excepciones, de temas patológicos, de incompatibilidades con su organismo, etc, algo debidamente orquestado y debidamente inventado para volver a dejarle como un héroe. Y hubiera participado en el torneo, no me cabe la menor duda. Pero curiosamente ha sido abanderado de lo contrario, es decir, de lo que convenía políticamente.

Ya digo que quiero ir más allá en mi opinión sobre este personaje al que ahora han catapultado en la historia hasta ponerlo casi al nivel de D. Rodrigo Díaz de Vivar. Me fastidia muchísimo que se hable de la capacidad de sacrificio, de la mentalidad ganadora, de la humildad en la victoria y en la derrota, porque todo eso tiene su respectiva pega. ¿Los demás no tienen esa mentalidad, o esa capacidad de sacrificio?, pues yo diría que sí la tienen, y en el caso especial tanto de Djokovic como de Roger Federer tienen incluso más talento tenístico que el de Manacor. ¿Qué tiene el balear para ganar más que los otros dos?, pues una gran fuerza física. ¿Y qué tiene cuando pierde?, pues problemas físicos y otro tipo de excusas. Después lo analizaré.

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Quiero entrar en la falsa humildad que vende Rafael Nadal ante la opinión pública. Alguien humilde no hace las manifestaciones a las que antes me he referido, alguien humilde no deja a los pies de los caballos a una compañera de profesión que se retiró de una rueda de prensa por ansiedad, alguien humilde no habla a los árbitros con la arrogancia con la que este chico se dirige a ellos cuando les reclama algo (pocas veces, es verdad), alguien humilde no sale en una rueda de prensa con un reloj de un millón de pavos por mucho que se deba a un patrocinio y me tache la gente de demagogo, y podría seguir (aunque entrar en si tributa o no tributa en España sus cuantiosas ganancias prefiero que lo comente un especialista). Hablo de humildad, no que no tenga derecho a hacer estas cosas.

Le gusta mucho el postureo, el venderse como un héroe. Recuerdo aquellas inundaciones en las que se le vio ayudando a algunos vecinos a achicar agua de un garaje (curiosamente había una cámara de TV para grabarlo y los medios de INcomunicación para difundirlo convenientemente). Los vídeos grabados en su niñez hablando de lo que pretendía ser de mayor y luego cómo lo ha conseguido, para ponerlo como ejemplo a la sociedad (debe ser el único) y que nos bombardean con ellos cuando gana (no los sacan cuando pierde).

Y además el tema de sus “supuestos” problemas físicos. Esas continuas lesiones…. esos parones indefinidos…. esos dolores que parece le van a retirar del tenis…. para luego volver como si no hubiera pasado nada y avasallar a rivales incluso más jóvenes, en aparente mejor estado físico y que le llevan al límite en la mayoría de las ocasiones, resultando siempre vencedor y luego por supuesto vender la correspondiente heroicidad digna de cualquiera de los notables personajes que han dado grandeza a nuestra historia. Después vuelta a empezar, otro parón, otra lesión, otros dolores, otra presumible retirada del tenis debido a esos problemas y… de parón en parón hasta la victoria final, así hasta conseguir tener más Grand Slams que nadie y más Masters 1000 que nadie. ¿Se dan cuenta de que nunca gana un partido sin sufrimiento, calambres, dolores de espalda o abdominales, ampollas en las manos o en los pies, o con unas décimas de fiebre?

JAMÁS HE VISTO UN DEPORTISTA CON TANTOS PROBLEMAS FÍSICOS GANAR TODO LO QUE ESTE CHICO HA GANADO TENIENDO ADEMÁS LOS RIVALES QUE HA TENIDO Y SIENDO TENÍSTICAMENTE INFERIOR A ALGUNOS DE ELLOS, JAMÁS. NI LO HE VISTO NI LO VERÉ.

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¿Este chico es Supermán?, tal vez. Pero lo mismo llegué a pensar de Lance Armstrong y mira lo que resultó (y no porque no se sospechase). ¿Hubiera caído a los infiernos el texano de haber nacido en España?, pues la respuesta dependería de lo sumiso o rebelde respecto del poder que se hubiera mostrado. Rafael Nadal nunca tendrá esos problemas, es abanderado de la “Marca España”. En Francia llevan años diciendo de él lo mismo que en España se decía de Armstrong cuando ganaba un Tour tras otro sin tener aparentemente genética de corredor de grandes vueltas, habiendo superado un cáncer y lo más importante, porque nos repateaba el estómago que fuese a pulverizar el record que otra de las glorias de nuestro deporte había establecido en el Tour. ¿Y por qué dicen esas cosas estos gabachos?, pues porque a nadie le entra en la cabeza el razonamiento que he puesto antes en letras mayúsculas igual que a nadie le entraba en la cabeza lo que pasaba con el ciclista de Austin, pero no se puede acusar NUNCA a nadie sin pruebas y yo tampoco lo haré, por supuesto. Aquí siempre se ha vendido y se venderán esas acusaciones, insinuaciones, parodias, etc, que vienen de Francia como fruto de la envidia que nos tienen en el país vecino. Otro gallo cantaría (y nunca mejor dicho) si Nadal no hubiera nacido en España; ahí la lenguaraz opinión de determinados “periolistos”, contertulios y generadores de pensamiento de nuestro país iría poco menos que a misa, aunque esas imaginarias opiniones tampoco fuesen apoyadas en pruebas (como ocurrió con Armstrong, porque no olvidemos que Armstrong cayó años después de retirarse y por testimonios de gente que trabajó con él culminando con su confesión final en televisión, no por resultados de análisis químicos).

En definitiva, este deportista que nos ocupa está a otro nivel, juega con otras reglas deportivas, mediáticas, propagandísticas, etc., y han conseguido con él lo que se pretendía que no es otra cosa que FABRICAR UN MITO, un ejemplo a seguir, y esa será la concepción que los españoles de a pie tendrán siempre de él, y los que somos críticos pasaremos al mundo de los apestados, de los envidiosos, de los anti españoles, …lo que ustedes quieran poner en la etiqueta.