22/11/2024 05:33
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Son muchos los que votarían por la banda criminal de Sánchez. No pueden evitar la tentación de vivir del cuento a costa del despilfarro estatal orquestado delictivamente desde la caverna monclovita. En tanto se aferren  a la justificación de que el doctor cum fraude lidera, todavía impune, el asalto a las cuentas públicas en beneficio de sus correligionarios, serán incondicionales por lo que se puedan llevar a la propia saca. Conservan en la sangre el carácter parásito del frentepopulismo violento del que tuvo que defenderse media España para no ser aniquilada. Son genes de memoria inicua,  enfermedades crónicas del alma que llaman fascistas a la gente como Dios manda, siendo ellos los fascistas con origen y continuidad en la siniestra.
 
El Tribunal de Cuentas detectó 25 salvedades por valor de 9.000 millones de euros, maquillaje contable, en las cuentas de este desgobierno criminal durante el primer ejercicio. No es extraño el comportamiento, digamos acelerado,  de la corrupta del Isofotón. Nueve mil milones es un montante mucho menor que el acumulado en estafas, favoritismo por prevaricaciones múltiples y reparto gregario de dividendos a cuenta de una presión impositiva que lleva hacia la ruina a trece millones de hogares. Ante la sospecha del saqueo constante y multimillonario se suma la denuncia de la Presidenta de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo,  Monika Hohlmeier, quien siente vergüenza ajena al desconocer el destino de 11.500 millones de euros que el desgobierno Frankenstein usa sin control en perjuicio de España. 
 
Pedir conciencia a quien la atrofia con las decisiones de sus actos es inútil, sobre todo si actúa por interés y cede a la inmoralidad por esa comodidad, rayana en la maldad, que en política alimenta el más rastrero sectarismo del que el PSOE es miserable paradigma, para vergüenza universal de sus afiliados y simpatizantes. Porque de universal malignidad son las acciones de este desgobierno de criminales todavía apoyado por una horda de sumisos parásitos que aspiran a beneficiarse del mal común. No existe al día de hoy ni un solo socialista honrado que acepte la mentira como modo de hacer política; ni uno honrado si observa la ruina de millones de ciudadanos en tanto aspira a la subvención de innúmeros chiringuitos; ni uno si acepta las complicidades de asesinos con el fin de mantener a un simpatizante de asesinos en el poder. Nadie puede considerarse decente si se complace con la manipulación, la hipocresía y el ánimo hostil en ese revisionismo histórico de la farsa que pretende memoria democrática, como siembra de cizaña en las otrora restañadas heridas de la Guerra Civil.¿De qué están hechos los que, con todo lo sabido, muestran su apoyo a este aquelarre de sinvergüenzas sin honra a poco que se examine la constante putrefacción de Sánchez y sus secuaces, ejemplares forajidos contra la convivencia y el consenso? De miseria sin conciencia. Desperdicios de vida a poco que reflexionen sobre la vacía existencia de sus seres efímeros y confiados. Puras miserias.

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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