El último adiós a Josele Sánchez. Por la Resistencia con Josele Sánchez

Josele Sánchez ha fallecido: Llegó tu momento, amigo, el reposo Eterno tras las batallas terrenas. Por Ignacio Fernández Candela

PARA JOSELE

A ti, alma potente, alzada en sueños, te acunen por fin todos los vientos.

A ti, corajes misteriosos, venidos de altas regiones fuertes, te besen ahora sus nubes.

A ti, ternura generosa que amaste doble a los que no quisieron amarte, que te amen ahora las dulzuras todas del cielo.

A ti, alma ansiosa de arder, feliz simiente de Dios, te descansen esas alturas que siempre intuiste.

A ti, que amaste tanto las palabras que las palabras a ti te amaron, te llegue ahora, por fin, la Palabra mayor de Aquel al que tanto rezaste.

A ti, que, queriendo mover montañas, poderosas montañas estremeciste, te reconozca ahora, y te alce feliz, la montaña de Vida Eterna que en realidad buscabas.

A ti, que te enfrentaste al Poderoso, y frente al Mal, humano y diminuto, te erguiste, te acaricien ahora las manos del Bien que tanto amaste.

A ti, fuego de vida, al que te inmolaste hasta quedar desnudo y puro, te sea ahora recompensa la Vida superior que tanto intuiste.

A ti, al que Dios dio tanto, y tanto pidió a cambio, te transfigure ahora la mirada orgullosa del Padre.

A ti, Josele Sánchez, que fuiste y eres tanto, puedo decirte que te vi siempre sufrir porque era ya desde una cima, cima final, que lo mirabas todo; y todo ya te era lejano. Y te sentías impotente.

Porque tú fuiste cima, regalo y amigo. Un hijo de Dios que, ya quemado, anhelaba demasiado al Padre.

Por ello, Padre nuestro, te lo pido ahora: cuida de este tu hijo ardoroso.

Cuida a mi amigo, Padre.

Al gran Josele Sánchez.

Fernando Espiñers