06/10/2024 01:48
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No cabe duda alguna que es una de las bestias negras para el mundialismo y el progresismo. Matteo Salvini es un enemigo político peligroso a eliminar de la vida política italiana. Están en ello. El Senado de Italia acaba de votar a favor de que sea procesado por el delito de “secuestro de personas”, al impedir con la Ley y la Constitución en la mano, el desembarco del Open Arms en agosto de 2019.

Para comprender mejor que está sucediendo, recordemos algunas cuestiones. Matteo Salvini era por entonces el Ministro del Interior del Gobierno italiano presidido por Giuseppe Conte. Compartia la vicepresidencia con Luigi Di Maio del Movimento Cinque Stelle. Cumpliendo con la ley, con su función y su mandato, el Ministro Salvini rechazó el desembarco en un puerto italiano, de la nave de una de las fundaciones del magnate George Soros con bandera española. El Open Arms había obtenido permiso tanto en Malta como en España para hacerlo y sin embargo se negó. Insistió en desembarcar en Italia con su cargamento de 160 inmigrantes ilegales, desafiando a Salvini con la intencionalidad de librarle un pulso político y socavar su mandato. Lo consiguieron finalmente con la complicidad judicial y política, acabando con la alianza de gobierno entre Cinque stelle y Lega y reemplazándola por el Partito Democrático, la izquierda mutada de toda la vida en Italia.

Durante la crisis el Open Arms era uno de los tantos “taxi del mare” como lo llamaban los socios de gobierno del Ministro Salvini. Los mismos que hoy votaron en su contra.

Había que  neutralizar  a Salvini y la Lega en Italia y en Europa. Su política del sentido común, en la que primero están los italianos, la defensa de la soberanía nacional frente a los dictados de la UE, de la familia y los valores cristianos y patrióticos y el increíble apoyo popular de su líder, han sido los objetivos a batir por la izquierda y el “deep state italiano”. No es la primera vez que recurren a la deslegitimación moral del adversario y en su momento ha sido efectivo como lo ha demostrado la historia reciente.

Matteo Salvini será procesado en medio de una oleada de llegadas en los últimos días: 13.094  en lo que va del 2020,  frente  a las 3.654 del año pasado y 6.144 solo en los primeros 29 días de julio con centenares de huidos de centros de acogida en medio de la pandemia del Covid-19.

Creo que aún no podrán acabar políticamente con el líder más popular de Italia, el mejor valorado y que encabeza todas las encuestas. Como ha dicho en su cuenta de Tweeter: “El Senado votó para enviarme a juicio. En mi contra celebran los Palamara, los cobardes, los contrabandistas y los que prefieren el sillón a la dignidad. Estoy orgulloso de haber defendido a Italia: lo volvería a hacer y lo volveré a hacer, también porque solo en julio los desembarcos son seis veces más que en el mismo período hace un año, con la Liga en el gobierno. Avanzo, con la cabeza bien alta y con la conciencia tranquila, miraré a mis hijos a los ojos porque he cumplido mi deber con determinación y sentido común. Me aferro al artículo 52 de la Constitución («la defensa de la patria es un deber sagrado del ciudadano») y recuerdo las palabras de Luigi Einaudi: Cuando la política entra en la justicia, la justicia sale por la ventana.”.

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Podrán acusarle de muchas cosas pero no de no ser valiente y decir las cosas claras y sin rodeos. Como le gusta a la gente.

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José Papparelli