¡Quieren un muerto! Por Julio Merino

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Esto que decíamos en los tiempos finales de Franco cuando se producían manifestaciones de las Izquierdas provocativas lo recuerdo hoy porque parece que eso se está viviendo en el PP y en los pasillos de Génova 13. Por lo que me consta que se ha producido en las reuniones que se han celebrado hoy, por las declaraciones de unos y de otros, ya está claro que nadie se conforma con un pacto, ni siquiera con un “alto el fuego”… tanto Génova como Sol ya no se conforman con un pacto “de supervivencia”, quieren, necesitan, un muerto. Es decir, tanto que Génova manda resistir hasta la muerte y que Sol ya no se conforma con que Casado y el fullero compravotos de Murcia, señorito Egea, sigan en Génova.

Eso sí, ya se están delimitando campos y aliados (el primero y más importante el alcalde de Madrid, señorito Almeida, que ahora mismo, por cierto, tiene en sus manos la llave para llevar a la cárcel a los espías del Ayuntamiento que intervinieron por órdenes directas de don Teo) y al parecer cada hora que pasa, cada minuto, don Pablo Casado se queda más solo y no ha de sorprender a nadie que en cualquier momento salga un twuit de su puño y letra anunciando su dimisión y su retirada del Partido que Preside.

Lo cual los militantes y los seguidores y los simpatizantes del Partido Popular lo agradecerán, ya que sería su salvación. Porque, como han demostrado y siguen demostrando las encuestas el PP se hunde en las urnas y ya queda incluso por debajo de VOX, que da un sorpasso inesperado a corto plazo.

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Bueno, esperemos a ver qué nos deja la madrugada y si solo cae uno o caen los dos.

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.