24/11/2024 03:01
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Hace poco más de una semana tuvo lugar otra de las infames sesiones de odio a España, a las que no tiene acostumbrados el Parlamento regional de Cataluña. Esta vez se rendía homenaje a «Gustau» Muñoz o Gustavo Muñoz, un individuo de origen colombiano, miembro de un grupo de extrema izquierda, que el 11 de septiembre de 1978, resultó muerto en medio de fuertes enfrentamientos con la Policía Nacional en las Ramblas de Barcelona, después de una manifestación separatista ese día, en que los separatistas celebran lo que llaman la «diada».

El Parlamento catalán ha aprobado una moción de homenaje a Muñoz con los votos de todos los partidos independentistas y el de Colau, (aliada de Yolanda Díaz). El PSC se abstuvo y solo VOX, PP y Cs votaron en contra.

Durante las intervenciones, la representante de Junts, el partido de Puigdemont, habló de «el fascismo represor de Francisco Franco, y su aparato policial y de ocupación, responsable de al menos 200 asesinatos durante el posfranquismo» Según ella «la Transición sólo fue el periodo en que el aparato policial franquista seguía asesinando a todos los que pensaban distinto».

Las representantes de la CUP y En Comú hablaron de «asesinato a cargo de un agente de paisano e instaron al Parlamento catalán a personarse en la causa judicial que se sigue en Argentina contra el «fascismo español represor» al tiempo que instaban al Estado a asumir su responsabilidad por todos los «asesinatos franquistas y pos franquistas». «Este Parlamento impugna la Transición» dijeron.

Naturalmente el «Parlament» tuvo buen cuidado de callar sobre los más de 400 asesinatos terroristas cometidos durante los años de la Transición a cargo sobretodo de las bandas terroristas ETA y GRAPO. Por supuesto también el Parlament no tuvo ninguna palabra de recuerdo hacia los 6 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil asesinados en Barcelona por estos grupos terroristas entre 1975 y 1983.

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El 11 de septiembre de 1978 después de la manifestación separatista de ese día (en la que incluso el entonces presidente de la Generalitat Josep Tarradellas fue ampliamente insultado como «traidor» y «fascista») se produjeron graves incidentes violentos en las Ramblas y la aledaña plaza de San Jaime, cuando algunos grupos lanzaron numerosos cócteles Molotov y piedras contra varios coches de la Policía Nacional, mientras hacían arder barricadas e incluso un kiosco. Uno de los agentes tuvo que hacer uso de su arma reglamentaria en defensa propia, resultando muerto uno de los terroristas callejeros, el llamado Gustavo Muñoz. Después de su entierro, al día siguiente, entre banderas comunistas y separatistas catalanas, de reprodujeron los disturbios violentos en las Ramblas de Barcelona, que acabaron con numerosos detenidos y policías heridos.

Honor a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que derramaron su sangre por España en esos difíciles años y posteriormente. No permitamos la reescritura de la historia para convertir a los terroristas en los buenos.

Autor

Rafael María Molina
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