20/09/2024 16:47
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César Alcalá Giménez da Costa, colaborador de El Correo de España, es un prestigioso historiador, político y escritor español, especializado en la historia del carlismo y la guerra civil y otros muchos temas relacionados con la historia de España. Colabora en revistas como Actas, Revista del Vallès, e-noticies.com, La Razón, COPE, Economía Digital, El Catalán. Ha colaborado en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia.

¿Por qué decidió escribir un libro sobre el bandolerismo en España?

La idea era explicar una historia paralela a la oficial. Es decir, en los periodos comprendidos entre las guerras carlistas del siglo XIX, muchos de aquellos soldados que habían quedado o bien fuera de la ley o sin trabajo, se dedicaron al bandolerismo para sobrevivir. Luego, al reanudarse la guerra, se incorporaban al ejército, sobre todo al carlista. Lo mismo paso en otros siglos anteriores. El bandolerismo fue una manera de ganarse la vida, fuera de la ley, para muchas personas que habían sido excluidas de la sociedad. Ahora bien, el principio del bandolerismo, sobre todo en Cataluña, fue una especie de ejército pagado o bien por la Iglesia o por señores feudales. Eran los hombres que recuperaban y cobraban impuestos, o bien luchaban contra otros señores feudales. La historia del bandolerismo en España es muy interesante y era importante que se conociera en su conjunto.

¿Qué entendemos exactamente por bandolero?

Era un personaje fuera de la ley que se dedicaba a robar, en la inmensa mayoría de las veces, para sobrevivir y mantener a su familia. La historia y el romanticismo a mitificado a algunas, pero la mayoría de esas vidas poco tuvieron de románticas. Perseguidos por la justicia, sobrevivían en las montañas y siempre alerta de no ser detenidos. Respecto al romanticismo, escritores franceses e ingleses que visitaron España en el siglo XIX, decidieron crear una serie de personajes que en realidad no existieron. Tiene por ejemplo la ópera Carmen, cuyo personaje masculino se convierte en bandolero como consecuencia del amor a la protagonista. Y han tenido que ser los de fuera quienes se interesaran por ello. Mientras en los Estados Unidos teníamos los forajidos, aquí teníamos bandoleros. El problema en España es que no tenemos un Hollywood y, los westerns que allí se rodaron, podíamos haberlas hecho de los bandoleros.

¿Cuál es el origen histórico y por qué surge el bandolero en España?

Como le he dicho, en un primer momento eran las fuerzas de orden, por llamarlas de esta manera, de señores feudales y de la Iglesia. Eran hombres que defendían los intereses de aquellos que les pagaban un sueldo. Aunque estaban dentro de la ley, eran perseguidos por sus contrincantes. En un momento determinado se quedaron sin trabajo y ahí empezó la leyenda. En España y Andalucía ha habido una cultura vinculada al bandolerismo. No en toda España fue igual. Si bien es cierto que en el siglo XIX hay una característica a nivel de todo el territorio, cada Comunidad tiene sus características específicas y el bandolerismo evolucionó de manera diferente. Por eso era importante hablar de ellos en global.

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¿Por qué les era tan difícil a las fuerzas del orden detenerlos en las montañas?

Evidentemente porque ellos conocían el territorio, las montañas y tenían refugios seguros y desconocidos para las fuerzas del orden. En el imaginario popular han quedado cuevas que, hoy en día pueden visitarse, y que fueron refugio de bandoleros. Se detuvo a muchos y fueron pasados por las armas, por así decirlo. Tradicionalmente al bandolero sentenciado a muerte, se le colgaba de una soga y, una vez muerto, eran descuartizados y aquellas partes expuestas en la entrada de los caminos, como advertencia de lo que se les haría a todo bandolero detenido por la ley.

¿Hasta qué punto la literatura romántica inglesa y francesa contribuyó a engrandecer su figura?

Fue muy importante, pero ya no solo en el bandolerismo. España era un país exótico para aquellos viajeros ingleses y franceses que decidieron conocer España en el siglo XIX. Ellos tenían un concepto sesgado de la vida española. En muchos casos no entendían lo que pasaba y, en otras, se quedaron fascinados por historias que les contaron. Marimeé, Davillier o Irving escribieron sobre ellos y dieron a conocer a unos personajes desconocidos en sus países. El bandolerismo romántico nunca ha existido. Su vida tenía muchos condicionantes y el romanticismo no estaba entre ellos.

También nuestros grandes clásicos como Cervantes o Lope de Vega hablan mucho de ellos….

Sí. A diferencia de los anteriores, escribieron historias realistas sobre ellos. Por ejemplo, Cervantes homenajea a Perot lo Lladre, Perot Rocaginarda, como le llama, y se convierte en una personaje importante en la segunda parte de Don Quijote. Es él quien introduce en Barcelona al Caballero andante. Lope de Vega y otros escritores del Siglo de Oro los convirtieron en los protagonistas de sus obras de teatro. Historias realistas, porque reflejaban la sociedad española de aquella época. No hay romanticismo.

¿Quiénes han sido los bandoleros más célebres de nuestra historia?

Como ocurre muchas veces pasan a la memoria popular una serie de personajes que, sin saber porque, ahí están. ¿Por qué unos y no otros? Esto es un misterio. Contestando a su pregunta, en Cataluña hay tres personajes que la memoria popular ha mantenido viva. Perot lo Lladre, en gran parte gracias a Cervantes; Joan de Serrallonga, por los muchos romances e historias que se escribieron sobre su figura, y Panxampla, al ser el último. En Andalucía hemos de hablar de José María el Tempranillo. En Madrid contamos con Luis Candelas, que la mitología ha superado el personaje. Pero también tenemos a Boquique, el Cucaracha, o Patakon. Por lo que se refiere a las mujeres, porque también existieron bandoleras, tenemos que hablar de La Tuerta, Pepa la Loba o la Manola.

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Quizás la vida novelada de Curro Jiménez al llevarse a la televisión fue la que más hondo caló…

Aquella serie introdujo en el imaginario popular la figura del bandolero. Es lo que le decían anteriormente, si en España hubiéramos tenido un Hollywood la serie Curro Jiménez hubiera sido una más. El éxito en la memoria popular es que, a día de hoy, no se ha vuelto a hacer nada parecido. Curro Jiménez está basado en un personaje que existió. Se llamaba Andrés López Muñoz, conocido como el barquero de Cantillana. Pero le repito, mientras en los Estados Unidos tenían a Jesse James, los Dalton, Sam Bass o Billy el niño, aquí en España teníamos bandoleros tan fuera de la ley como los anteriores y, sin embargo, tenemos sólo a Curro Jiménez y alguna otra película, pero no hemos sabido crear un género cinematográfico con nuestros bandoleros.

¿Ha sido fácil recopilar y cribar toda la información que había al respecto?

Siempre es complicado recopilar toda la información. Es la parte más complicada en el momento de escribir un libro. Luego, pasar todo aquello a limpio es lo más fácil. Son muchos siglos, muchos nombres y mucha historia. Ahora bien, ha sido muy interesante escribirlo, porque personalmente he descubierto cosas que desconocía. España tiene una gran suerte, tenemos tanta historia que, la inmensa mayoría de las veces, la desconocemos. No por ignorancia, sino porque es imposible que sepamos tantas páginas gloriosas. Una de estas es la de los bandoleros, la cual recomiendo porque el lector disfrutara y viajara a unas épocas que, como he dicho, hará que nuestra imaginación se active y disfruten de lo que están leyendo.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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