22/11/2024 19:09
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A estas importantes preguntas vamos a dar respuesta en las líneas que siguen.

Varios lectores se han dirigido a mí, cuando han leído el primer capítulo de la serie, para saber  si yo soy doctor en psicología o de cualquier otra especialidad medica universitaria y de entrada tengo que decir: ¡¡NO!!… ni soy psicólogo acreditado por ninguna Universidad ni soy médico.

¿Por qué, entonces, me atrevo a escribir de “stress” siendo una cuestión eminentemente psicológico? (según el dotor Hans Seryi, el padre del término y su naturaleza, pero sí por algo que viví y tenía guardado en mi “Baúl de los recuerdos”)

Verán, a finales de los años 80 del siglo pasado el inquieto y ambicioso Doctor fundador de las “Clínicas Figuramas”, don José María Acebal Utrilla, puso en marcha, preparado, claro está por sus estudios en Estados Unidos, el primer “Instituto Español contra el Stress” y  por su propia orden de selección me eligió a mi como Jefe de Prensa del invento.

Naturalmente, todo el resto del personal (3 mujeres y 2 hombres) hasta las secretarias y las recepcionistas, eran titulados por la Universidad y el propio Doctor Acebal se había especializado en “stress” en algunas Universidades americanas.

Pero antes de abrir sus puertas (1989) hubo que hacer un “Dossier” para el Marketing y el lanzamiento público en los Medios españoles y ese fue mi primer cometido. Para ello tuve que encerrarme con los 5 profesionales, separados por especialidad y recoger las ideas base del “stress”…. Y cuando tuve todas las “notas” de los profesionales me senté al ordenador y di forma al “Dossier” del “Instituto español contra el stress” que sirvió para su apertura formal, en el centro de Madrid.

Pues, aquel “Dossier” es el que me ha salido del “Baúl de los recuerdos”  y el que le he ofrecido para su publicación a este amable e inquieto “Correo de España”.

Así que pasen y lean. Hoy publicamos el segundo capítulo.

 

¿Cuáles son las causas del «stress»?  

El «stress» es un proceso fisiológico normal de estimulación y de respuesta indispensable para la vida y el funcionamiento de nuestro cerebro y de los distintos órganos. 

Toda actividad física o psíquica es teóricamente un factor de «stress». Sin embargo, nosotros vamos a tratar aquí solamente de los factores de mal «stress», los cuales exigen un exceso de adaptación física, psicológica y biológica y son responsables de una respuesta que va más allá de la respuesta fisiológica normal. Entre ellos citamos sobre todo:

 

Los factores biológicos 

 

Estos son los factores alimentarios:

La subalimentación y también la superalimentación.
La malnutrición y el desequilibrio alimentario:

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Exceso de azúcar, sobre todo de azúcares refinados.
Exceso de grasas, sobre todo de grasas animales.
Exceso o insuficiencia de proteínas.
Exceso de sal.
Exceso de café, de tabaco, de alcohol.

Alimentación pobre en minerales y en vitaminas. 

A esta enumeración parcial debemos añadir la vida sedentaria.

Los factores psico-emocionales

La frustración, que es uno de los peores factores de «stress». 
Todos los factores de contrariedad y de coacción. 
La insatisfacción, el tedio, el miedo, el agotamiento por cansancio. 
La decepción. 
Los celos y la envidia, la timidez. 
La impresión de no haber logrado éxito. 
El «darle vueltas a un asunto» que mantiene psicológicamente el «stress». 
Las emociones intensas, buenas o malas. 
La muerte, la enfermedad de un pariente cercano. 
El fracaso, la quiebra y también el éxito brusco. 
Las preocupaciones materiales y profesionales. 
Los problemas afectivos y conyugales. 
El divorcio. 
Los cambios frecuentes de medio ambiente, la mudanzade domicilio, la promoción profesional, el traslado… 
El insomnio. 

Los factores físicos

La enfermedad. 
El agotamiento por cansancio físico, la fatiga. 
El frío, los grandes calores. 
Los cambios climáticos repetidos. 
La polución.

Ante una situación de tensión, la hipófisis transmite las órdenes oportunas para que las glándulas suprarrenales liberen las sustancias que, a través de la circulación sanguínea, produjeran las modificaciones necesarias.

La respuesta del organismo al «stress» 

 

La respuesta del organismo al «stress» se hace por medio de dos sistemas de defensa: el sistema nervioso y el sistema endocrino u hormonal, que desempeñan un papel importante en la adaptación y la resistencia a las agresiones. Esos sistemas contribuyen a mantener la homeostasis del organismo, es decir, el equilibrio biológico y la estabilidad fisiológica del medio interior, a pesar de los diferentes cambios provocados por los factores del «stress».

 

El sistema nervioso está representado esencialmente por el sistema nervioso simpático y la médula suprarrenal que producen una hormona llamada ADRENALINA. El sistema nervioso simpático segrega también otras hormonas conocidas con el nombre de catocolaminas.

 

El sistema endocrino está representado esencialmente por las glándulas corticosuprarrenales o córtex suprarrenal, que producen unas hormonas llamadas corticoides, y entre ellas principalmente la cortisona o cortisol.

 

Las hormonas segregadas se vierten en la sangre y actúan a distancia sobre los diferentes órganos y tejidos para provocar las modificaciones necesarias con el fin de asegurar la defensa contra la agresión provocada por el agente causante de «stress».

 

Estas hormonas se denominan también HORMONAS DEL «STRESS» u hormonas de adaptación.

 

Desde el momento en que un agente cualquiera actúa sobre el organismo se produce un mensaje de «stress» que va de la región agredida (piel, músculos, órganos sensoriales, órganos digestivos) al cerebro. Para el «stress» emocional la región agredida es el cerebro.

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A nivel del cerebro recurre a un eje llamado hipotálamo-hipofisario representado por dos glándulas, el HIPOTÁLAMO y la HIPÓFISIS.

 

El hipotálamo envía el mensaje recibido a la hipófisis, que va a segregar una hormona llamada ACTH (corticotropina); esta última, sirviéndose de la circulación sanguínea, va a estimular a su vez la glándula corticosuprarrenal que segregará los corticoides.

 

Hay dos tipos de respuesta al «stress»:

INMEDIATA:

Corresponde a la reacción de alarma a una demanda urgente; es la respuesta adrenalínica que se traduce por una secreción brusca de adrenalina.

TARDÍA, LENTA Y CONTINUA:

Es la respuesta corticosuprarrenal que se traduce por una secreción de corticoides.

 

La adrenalina. Va a responder a las necesidades energéticas inmediatas haciendo liberar el azúcar de las reservas que se encuentran en el hígado: este azúcar es indispensable para los músculos y para el cerebro.

 

La adrenalina posee, evidentemente, otras acciones capitales, sobre todo cardiovasculares, responsables de la aceleración del ritmo cardíaco, de la elevación de la presión arterial, de la circulación sanguínea por los músculos y por el cerebro, estimulando el sistema nervioso central.

 

CONTINUARÁ

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.