06/06/2025 12:51
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Gabriela Guerra Toapanta tiene 37 años, es técnico administrativo y trabaja en el aeropuerto de Madrid. En esta breve entrevista nos cuenta su testimonio al ser rescatada de un aborto por Rescatadores Juan Pablo II y su experiencia de conversión.

¿Qué supuso para usted el primer encuentro con Rescatadores Juan Pablo II?

Cuando salía del abortorio El bosque y Marta tuvo el primer contacto conmigo, de primeras pensé que solo eran personas religiosas que me decían palabras para convencerme de no abortar y no confiaba en su trabajo. Me costó mucho confiar en ellos, ya que pensaba que detrás había algo escondido. Recuerdo que visioné en la fundación un vídeo en el que se veía lo que les hacía a los bebés abortados y es horrible que no nos duela pensar hacer ese daño a un ser inocente. Con el tiempo entendería que nada era como me imaginaba, solo sería cuestión de tiempo entender que un bebé es una bendición.

¿Hasta que punto fue dolorosa la perdida del bebé por aborto natural?

Duele por los pensamientos que uno ha tenido de cara a la vida de ese bebé, duele porque erróneamente pensaba que era un castigo. No tenía paz y tuve que llegar al punto de un día ponerme de rodillas y entregar ese dolor a Dios pedirle perdón y que me ayudase a perdonarme por todos mis pensamientos y que sanase mi corazón. A partir de ese momento Dios empezó a trabajar conmigo.

¿Cómo le ayudó después lo hablado con Marta para sacar adelante su siguiente embarazo?

Cuando lamentablemente me vi en una situación bastante difícil con el padre de la niña, ya que él no quería que continuase con el embarazo, no dudé en buscar a aquella mujer que un día me habló sobre Dios y la bendición que era un hijo en esta vida. Yo tenía en mi corazón una semilla que había plantado y aquel día floreció. Busqué a Marta sin dudarlo y aunque en ese momento ella estaba de viaje, puso todos sus medios y recursos para apoyarme hasta volver y poderme ayudar.

¿Cómo fue la alegría por ser madre?

Maravillosa. Siempre pienso que las palabras que Marta me decía me parecía que tenían un vacío, vacío que cuando nació la niña se llenó. Ser madre es una etapa maravillosa e inexplicable por el amor que sentimos por aquel bebé tan indefenso al que ahora solo quieres protegerlo de todo para que nada le pase. Le quieres llenar de besos y cuando sonríen el corazón de madre se te agranda y sientes que nada vale la pena más que ver esa sonrisa y esos ojitos hermosos. Me faltan palabras para poderlo describir.

¿Cómo fue su proceso de conversión a la fe?

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Entender la palabra de Dios no es fácil, pero realmente cuando entregas tu corazón a Dios, cuando aprendes a confiar que Dios tiene el control de todo y que si dejas en él tus cargas todo va bien, él es un padre lleno de amor que cuando obedeces su palabra simplemente llena tu vida de bendiciones. Sé que todo tiene un propósito y que su amor es enorme hacia nosotros. Sólo nos pide que lo obedezcamos y dejemos que él tome el control de nuestras vidas, no es fácil pero cuando lo hacemos, como el padre de amor que es, Él nos bendice.

¿En qué medida es más feliz sintiéndose amada por Dios?

Me siento llena, el amor de Dios es algo sumamente gratificante a la vez inexplicable y da paz a la vida de uno. A veces nos corrige con amor, pero si realmente nos sentamos hablar con él, a rezar, a orar y a entregarle nuestras cargas, él nos cuida, nos protege y nos escucha. La sensación de ser hija de Dios es algo grande. Siento muchas veces que no lo merecemos, pero nos lo da y a la vez es el mejor padre que Paula puede tener. No necesita de su padre terrenal, ya tiene al mejor que es Dios.

¿Qué supondrá poder bautizar a su hija?

Un compromiso con Dios que Paula tomará en su vida al tener el primer contacto con Cristo. También será el inicio de un largo trayecto en el camino de Dios. Como madre me supone una responsabilidad grande ayudar y guiar a mi pequeña por el camino que nos acerca a Dios.

¿Por qué son muy necesarias asociaciones como Rescatadores Juan Pablo II y Más futuro?

Porque ayudan a rescatar vidas inocentes que no se pueden defender. Ayudan a madres que por miedo, por recursos o por inmadurez quieren tomar una decisión equivocada. El apoyo, no solo el económico ni de enseres y comida que dan, sino también la parte psicológica es tremendamente excelente y nunca te olvidan, se preocupan para que nada te falte y cuando nace tu bebé todo absolutamente todo haya valido la pena, todo toma sentido. Como persona me falta vida, palabras y tiempo para poder agradecerles que gracias al trabajo que hacen hoy veo en los ojos la sonrisa, las manitas de Paula y soy la madre más feliz y bendecida. Marta siempre tuvo razón que todo valdría la pena, y tanto que ha valido. Tengo una hija hermosa, es súper buena y solo me ha traído bendiciones con su vida en la mía. Ojalá todos apoyen más a los rescatadores y a las fundaciones que como Juan Pablo II y Más futuro salvan vidas y te unen a Dios de la manera más hermosa.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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