Leía hace poco un larguísimo articulo de un amigo sobre las causas de “La Caída del Imperio Romano” y en varios momentos el dejaba caer intencionadamente similitudes entre ese momento particularmente importante de la “Historia de Occidente” y del entonces mundo conocido y las indudables similitudes con la situación actual.
No tengo por menos que aseverar el indudable acierto de Carlos Caldito en su análisis, corto, pues como articulo es difícil concretar tanta información en tan poco espacio y, por otro lado, largo, porque un articulo de nueve páginas son muchas páginas, pero a pesar de los inconvenientes ha dado casi en el clavo, pequeño para el tamaño del propósito, grande por lo que nos cuenta, que no es otra cosa que “la Corrupción” generalizada, reflejada en estos momentos y disfrazada de “Socialismo” y falso “Feminismo” que son siempre los que empujan a cualquier sociedad al desastre y no sólo el final del Imperio Romano, sino del mismo Imperio en su fase Oriental, la China Imperial y casi todas las naciones que han nacido y crecido para convertirse en faros de una época y del Mundo.
Nos recuerdan demasiado a esas sagas que en pocas generaciones pasan de la pobreza y con el esfuerzo del trabajo a grandes emporios familiares, y que acaban siendo destruidos por los vástagos más “progres” y a la vez pijos de esa estirpe. Ejemplos hay tantos, además conocidos por cualquiera de nosotros, que tampoco hace falta hacer más leña. Pero sí hay que hacerla en la historia de estados y naciones, siendo el Imperio Romano un ejemplo muy interesante porque su evolución, quizá uno de los imperios más largos de los conocidos, más de mil doscientos años desde el auto-proclamado primer rey (Rómulo), al proclamado último césar, curiosamente con el mismo nombre (Rómulo Augústulo) y sin ningún dirigente entre ambos que lo usara.
Podríamos usar la casuística de ambos, y las diferencias entre ambos y el tiempo en que vivieron, y lo vamos a hacer. Rómulo, era un luchador, un hombre hecho a sí mismo, un triunfador y durante mucho tiempo los que le siguieron acrecentaron a “la Ciudad y al Orbe” que conquistaban y explotaban en favor de la Monarquía, la República y luego el Imperio. Disponemos de la información suficiente para conocer que los hombres que siguieron a Rómulo, salvo raras excepciones, que por cierto, les solía llevar a una muerte violenta, pensaban en Roma, trabajaban para Roma, triunfaron con Roma. Que también acrecentaban sus propias fortunas, cierto, pero siempre Roma iba delante y cuando eso no sucedía, su vida pendía de un hilo que solía romperse. ¿Cuándo cambia la situación? Pues sencillamente cuando desaparece ese hilo del que pende sus vidas porque la sociedad está ahíta de bienestar. Cuando ya no existe la necesidad imperiosa de ser el primero de la clase y el dueño del mundo y llega el conformismo, la vida fácil, el adaptarse a lo que tenemos, y si no el endeudamiento; en Roma y en su cuesta abajo, se devalúa constantemente la moneda, se compran los cargos públicos, se privatizan las propiedades nacionales, se tiende a la molicie y algo de lo que se acusa al Imperio y los primeros emperadores, aunque se fue perfeccionando en casi cuatrocientos años, que es “vivir del cuento”, el pan y circo.
Cuando desaparece la necesidad de la autovaloración positiva y se va al pasotismo, es cuando se pasa de los valores de una sociedad a la degeneración de la misma. O vemos en la lucha por ser el mejor de la clase y obtener las más altas calificaciones de antes de 1975, a la situación actual de que se pasa de curso “sí o sí”, por mero mecanismo. Eso crea simplemente vagos, que quieren “vivir del cuento”. En España en 1975 existían aproximadamente 500.000 funcionarios y empleados públicos. Hoy el número de todo tipo de funcionarios y empleados públicos, cubiertos y encubiertos en ministerios, comunidades, diputaciones, ayuntamientos, y de todas las demás administraciones, sobrepasa los 3.000.000, A eso sumamos los encubiertos, como los de las ONGs, Asociaciones de todo tipo y condición, imprescindibles para la Sociedad, o imprescindibles para quien vive de ellas y que se convierten en votantes y clientes de quien les dio el momio. ¡Ah! y unos milloncejos de parados y sostenidos por subvenciones.
Roma se convirtió en Pan y Circo, para unos cuantos y esclavitud impositiva para los que aportaban al erario y soportaban devaluaciones y saqueos impositivos constantes y en aumento. Hubo momentos en que, como pasó en los Balcanes, una zona entera se entregó a unos nuevos amos “Bárbaros”, porque entendían que les era más favorable que seguir siendo romanos. Quizás en unas elecciones simplemente hubiesen sido abstencionistas y, que sea lo que Dios quiera. Podría rellenar esas ocho o nueve páginas de despropósitos, pero quizás se mas practico iros dándolas poco a poco, y por eso; ahí lo dejo…
Autor
- José Antonio Ruiz de la Hermosa es oficial retirado del Ejército Español. Especialista en Estrategia, táctica y logística Aérea. Especialista en Salud Laboral, Prevención de Riesgos, Divulgador e Historiador.
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El imperio romano no cayó de ninguna parte ni a ninguna parte. Simplemente se descompuso tomando otra forma política, reconfigurandose. Por ejemplo, cuando los bárbaros (especialmente godos visigodos ostrogodos) se cansaron de saquear se dedicaron a controlar el territorio según las provincias romanas y se proclamaron continuadores legítimos y legales del imperio romano aceptando sus leyes (como las constituciones justineaneas y otras dando forma a cuerpos como el liberal iudiciorum), así como también aceptaron la religión del imperio romano (cristianismo, muchos de los pueblos bárbaros ya eran cristianos antes). La figura del emperador, sabedor de que nada podía hacer más que controlar mal que bien la región central de Italia aceptó el pacto: reconocía a los caudillos bárbaros reyes de esas provincias mientras que esos caudillos le reconocían como emperador aunque de facto eran totalmente independientes y reconocían las leyes de Roma y esas provincias, ahora nuevos reinos, seguirían bajo las leyes romanas. En eso consistió los llamados tratados de foedus que dan inicio al feudalismo. El primer tratado de feudo se hizo entre el caudillo Wallia y los representantes imperiales para Hispania. Hispania fue la primera provincia del imperio en convertirse legalmente en reino feudovadallatico de Roma, aunque de facto totalmente independiente.
Dice el autor que
“Socialismo” y falso “Feminismo” que son siempre los que empujan a cualquier sociedad al desastre.
Pues no queda claro si se refiere a la corrupción o al socialismo. En cuanto a la corrupción ésta suele llevar al desastre en cualquier sistema político. Si lo que se refiere es al socialismo, pues no considero cierto que solo el socialismo sea o lleve a la corrupción y de ahí al desastre. En mi opinión es el sistema liberal el que lleva escrito en su ADN la corrupción y es el que lleva al desastre.
Añade que «vemos en la lucha por ser el mejor de la clase y obtener las más altas calificaciones de antes de 1975». Exactamente no se a que se refiere porque el germen de lo que hoy tenemos estaba agazapado en el régimen de Franco. Por ejemplo: de ahí salieron todos (empezando por Fernández Miranda) los que pergeñaron el régimen del 78 con todos sus vicios ya inscritos (a mi entender) en la constitución del 78. Un solo ejemplo: eso de las nacionalidades, cuestión que llevo al propio Torcuato a arrepentirse de su obra (como muy bien ha descrito muchas veces don julio Merino).
Bueno en fin, en ahí lo dejo.