Si Gonzalo Fernández de la Mora volviese a la vida, comprobaría que su “Crepúsculo de las ideologías” fue más una profecía que un ensayo filosófico.
En su libro hablaba de las ideologías como un “vasto, longevo y robusto imperio cuyos signos de debilidad no han empezado a ser inquietantes hasta la última posguerra. Muy recientemente, los síntomas adversos se han agudizado y multiplicado. Uno de los más llamativos es la progresiva sustitución de las ideologías por los planes técnicos y económicos en los programas de gobierno”.
Pensaba que, aunque las ideologías son “extremosas y pugnaces; asistimos a una amalgama liberal-socialista. Los hechos y las tendencias más acusadas del momento van contra el desenvolvimiento de las ideologías”.
Sesenta años después de la publicación de estos pensamientos, se puede decir que fue una profecía más que una teoría filosófica.
Efectivamente hasta el año 2020, todo el mundo occidental padeció esa amalgama liberal-socialista, gobernase el partido que gobernase, y España fue un ejemplo claro, dando igual que gobernase el PSOE que el PP, la única diferencia se encontraba en la mayor capacidad de manipular, delinquir y controlar de unos y la mejor gestión económica de los otros, pero en ambos casos, tal como afirmaba Fernández de la Mora, con una progresiva sustitución de las ideologías por planes técnicos y económicos.
Pero a partir de ese año, no sabemos si como consecuencia de la pandemia o de la vacunación universal que la siguió, comenzaron a surgir movimientos sociales y políticos que desmintieron al “crepúsculo de las ideologías”.
Surge Javier Milei en Argentina, Nayib Bukele en El Salvador, y una serie de nuevos líderes políticos en Europa que hacen pensar que si Gonzalo Fernández de la Mora siguiera vivo escribiría un nuevo ensayo, posiblemente titulado “El amanecer de las ideologías”.
Efectivamente, está volviendo a renacer el liberalismo en su concepto más extremado, definido como “anarco-liberalismo”, con Javier Milei como máximo exponente o un minarquismo tranquilo y pragmático, con una esencia cristiana, tal como está resultando ser el gobierno de Bukele.
Frente a estos movimientos, en España se ha vuelto al socialismo de mediados del siglo pasado, haciendo indistinguible al PSOE, Podemos, Sumar, y Bildu, reviviendo el frente popular del año 1936. Al abandonar tanto la izquierda como la derecha esa amalgama liberal-socialista a la que se refería Fernández de la Mora, hoy podríamos hablar de un amanecer de las ideologías.
Por un lado, el socialismo amanece como lo hizo a principios del siglo pasado, que no es poco. Ya se hace indistinguible en España al comunismo, al socialismo y al terrorismo socialista de Bildu y seguramente en las siguientes elecciones se presenten como un solo partido evocando al frente popular.
En el otro lado de la balanza también hay partidos que han abandonado la amalgama liberal socialista de Fernández de la Mora, encontrando a VOX como un partido que reivindica las raíces cristianas de nuestro pueblo, así como el valor de España, no solo como nación, sino como forma de entender la vida y la historia. El PP representaría de forma mucho más clara esa amalgama liberal-socialista de la que hablaba Fernández de la Mora. En estas elecciones europeas, ha nacido una nueva estrella en el firmamento liberal español, ya que Alvise Pérez y su agrupación política representaría en España lo que Milei y Bukele representan en Hispanoamérica: un nuevo paradigma anarco-liberal que nunca había tenido representación en la sociedad española.
Cada partido ha reaccionado de manera diferente, VOX ha entendido que debe tender la mano a Alvise, dado que se ofrece la mano a los afines y la espalda a los contrarios, y lo ha hecho en el mismo día de las elecciones, mientras el PP ha mirado para otro sitio y le ha llamado populista, dándole la espalda mientras sigue en ese limbo liberal-socialista ofreciendo acuerdos al PSOE.
En su estrategia el PP de Núñez Feijoo pretende recrear al de Aznar, pero eso parece cada vez menos posible, por lo que más le vale mirar hacia el sitio correcto y ofrecer la mano a los afines que permanecer en el limbo del liberal-socialismo, ya que el PP debe saber que en España ha surgido un “amanecer de las ideologías” y debe estar a la altura de esta nueva época para ganar alguna vez al Frente Popular de Sánchez y asociados, y esto solo es posible con una coalición con VOX y la agrupación electoral de Alvise.
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