23/11/2024 11:05
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Con las declaraciones de Yolanda Díaz nos afirmamos en una carencia alarmante de neuronas básicamente funcionales como para ocupar ningún puesto de responsabilidad gubernamental, a la vez que tenemos razones para desear que se tome algún tipo de medida que impida a la tucana del desempleo, a lady cohetes, que siga metiendo la garra en la economía de los españoles. No una medida que se origine en el sátrapa de la Moncloa, porque están cortados por el mismo patrón de vaciedad y soberbia, pero sí una medida en defensa de todos los ciudadanos, una bajada del Cielo de un ángel justiciero y ahí lo dejo a la imaginación de cada cual.

Es tremenda y alarmante la ignorancia sobre temas elementales de macroeconomía en esta pandilla de inútiles, y de vergüenza ajena la vanidad de una ignorante que cuando abre el pico los economistas se echan a temblar de puro asco. Porque se tiembla también de asco como de rabia, cuando una minoría política es llevada al poder para destrozar las bases económicas de España y plantear medidas tan infantiloides como destructivas sin el menor atisbo de punición, siquiera penal porque se podrían contemplar otros castigos analizando las consecuencias de que terribles ignaros desmantelen el Estado del bienestar y las bondades de la propiedad privada y las PYMES entre otras. Si algo caracteriza por encima de la inutilidad o la malignidad a este desgobierno de legos que disfrazan su esperpéntico desempeño dizque profesional, es la impunidad repulsiva que en ausencia de freno aún les motiva más para seguir causando destrozos de muy difícil solución. Observando a la vicepresidente segunda advertimos la decadencia definitiva de España en manos de sus enemigos más absurdos y estúpidos, fruto de una generación de politicastros que en cualquier país estaría desfilando por los banquillos de acusados, siempre y cuando existiese una justicia imparcial e incluso sumaria, lo que no es el caso todavía de España.
La fracasada de Galicia que se vino para Madrid a trepar sus puestos políticos, dejando los cadáveres de sus confiados compañeros por las cunetas, no en vano lleva en la sangre la genética comunista, anuncia que el objetivo primordial en la previsible segunda legislatura Frankenstein es el aumento del salario mínimo profesional a 1.500 euros y la rebaja de una hora de trabajo por ley con el fin último de incentivar… ¿Qué incentivará esta gorrona bolivariana? Se ignora qué va a incentivar pero por la seguridad con que esta ñoña peligrosa se encarama al atril tan nescientemente segura de cumplir una función de utilidad universal, llamada a una misión de gran destino, se teme una oleada de desempleo que ni siquiera la estafa del fijo discontinuo la va a maquillar.
Ese pensar que se puede regular la jornada laboral y el salario percibido por ley sin destruir el empleo es infantil y peligroso, ignorante y abisal, sin fondo de coherencia y sin menor atisbo de conocimiento sobre las consecuencias nefastas de las malas decisiones. El intervencionismo bolivariano al que aspira este pico de oro sin cerebro sólo genera paro y precariedad. Esta pretensión ya se ha intentado desde tiempos decimonónicos, pero se ve que ni leen ni aprenden para poseer una base de conocimiento previo, antes de soltar mamarrachadas de este cariz que condenarían al cierre de masivo de empresas por la imposibilidad de contratar a un asalariado con mínimos de 1.500 euros.
El problema es serio cuando se piensa que las decisiones proceden de la ignorancia, pero es peor cuando se sospecha que hay una intención nada casual de infligir el máximo daño  posible a los empresarios y asalariados, en definitiva al conjunto laboral y empresarial de España para controlar y dominar una ciudadanía debilitada y domeñada; justo como ha sucedido en otros países de la influencia del Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo que parecen llevar, desde el famoso Delcygate, las riendas del país con los comunistas de cuota en el poder.
Lo dicho, líbrenos el Señor o una mano férrea con sentido democrático de misión divina, sabia, taxativa, emblemática y honrada, de estos  artífices de todo mal cuyo empeño es destruir España en todo aspecto, su totalidad.

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
https://www.linkedin.com/in/ignacio-fern%C3%A1ndez-candela-59110419/
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Geppetto

Estas estupidas propuestas son de cara a la galeria
Los sindicatos, incluida la patronal y la oposicion saben que nada va a cambiar y menos a mejor en el mundo laboral
Rajoy se cargo los derechos de los trabajadores y los socialistas no van a tocar nada

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