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La democracia es un sistema de gobierno que se basa en la participación ciudadana y en la rendición de cuentas de los gobernantes. La primera ha sido anulada con múltiples compras de votos beneficiando a cuantos colectivos agradecidos votan al PSOE, conscientes de las ventajas de la sopa boba a costa de los recursos públicos. También ha habido fraude electoral, como denuncia incansablemente Plataforma Elecciones Transparentes. En cuanto al compromiso de los gobernantes para rendir cuentas ante la soberanía nacional, ya se conoce el instrumento de la mentira y el oscurantismo en que se basa la prolongación de esta agonía esperpéntica en que se ha convertido la presidencia de gobierno para la España que soporta la Soberanía Popular.
La normalidad sería el control del pueblo sobre sus gobernantes para definir como régimen democrático lo que tanto se presume en la España del antes Estado del Bienestar; Estado de Bienestar… un eufemismo que con el tiempo se ha descubierto hecho para los goces y prebendas de la corrupción política. Hay que saber defenderse de los amagos que indican el intento de imponer una tiranía, y si es necesario como le sucedió a Nerón, impulsar metafóricamente la daga al cuello de la aberración gobernante contra los ciudadanos. Los líderes democráticamente elegidos-o colados por pucherazos no detectados pero sistemáticamente sospechados- pueden verse envueltos en actos de corrupción o abuso de poder que amenazan la integridad del Estado y sus instituciones. En tales circunstancias, la defensa de un país democrático se convierte en un imperativo para preservar los valores democráticos y el Estado de Derecho. Sabedores de las estrategias sucias de Pedro Sánchez desde que se encaramó al poder, aprovechando una moción de censura ad hoc desde la corrupción del juez de Prada para luego mentir y sedimentarse ilegítimamente en el poder sin convocar elecciones, reflexionemos sobre cómo debería defenderse un país democrático cuando un gobernante corrupto pretende destruir el Estado.
Fortalecimiento de las instituciones democráticas
El fortalecimiento de las instituciones democráticas es fundamental para proteger el Estado de derecho. Esto implica asegurar la independencia del poder judicial, reforzar la capacidad de los órganos de control y supervisión, y garantizar que los mecanismos de rendición de cuentas funcionen eficazmente. Justo todo lo contrario que ha procurado un estafador que ha usado para beneficio de sí mismo y de su colectivo oportunista, más cómplices, anulando los mecanismos de defensa del propio Estado de Derecho, desactivados desde el poder interno. Una judicatura independiente y efectiva es esencial para enjuiciar a los corruptos y garantizar que la ley se aplique de manera justa, y es por ello que el corrupto ocupa monclovita se ha asegurado de intoxicar el poder togado junto a la Fiscalía General del Estado, y en última instancia con la intervención del Tribunal Constitucional gracias a la inestimable ayuda de Alberto Núñez Feijóo, un comprometido socialista , infiltrado será, que ha facilitado las deshonrosas victorias de Sánchez desde una, digamos, extraña oposición, colaboracionista.
Movilización ciudadana
Si antes significaba algo la movilización pacífica de los ciudadanos, ha sido sobrepasada por la acostumbrada manipulación de cifras como estrategia de las delegaciones de gobierno en cada autonomía, que ningunean, junto a los medios prostituidos de la prensa y la televisión, la voluntad popular, su descontento y masiva indignación. La movilización ciudadana desempeña un papel crucial en la defensa de la democracia. Los ciudadanos pueden exigir transparencia y responsabilidad a través de protestas pacíficas, organizaciones de la sociedad civil y participación en el proceso electoral. La participación activa de la sociedad civil puede presionar a los gobernantes corruptos y aumentar la presión sobre ellos para que rindan cuentas, pero no en España, donde la corrupción sanchista imperante ha desarmado de motivación y eficacia cualquier concentración multitudinaria, por muy numerosa que haya sido. Por otro lado, la tozudez de intentar acaparar la movilización partidista en vez de unificar las siglas políticas en unísona protesta, es una ventaja de la que se sirve Sánchez para salir airoso de toda manifestación o denuncia pública.
Apoyo internacional
Una garantía del proceso democrático es la supervisión de los medios internacionales como referencia de seguridad y control, pero Pedro Sánchez engaña a sus socios europeos y les miente para usarlos en su propio provecho, como sucede con el empeño de introducir lenguas cooficiales para justificar el golpe de Estado institucional que pretende en España, cediendo a las exigencias de los independentistas con el fin de mantenerse a toda costa en La Moncloa. El apoyo de la comunidad internacional es importante para la defensa de un país democrático en crisis y por ello minimiza las consecuencias de su estafa intentando convertir en cómplice a la propia Unión Europea. Las organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, pueden desempeñar un papel mediador y proporcionar asistencia técnica en la promoción de la democracia y la protección de los derechos humanos, por ello cubren del mismo modo el espacio mundial envenenando doquiera que vayan la influencia de España bajo el yugo socialcomunista, ocultando múltiples trapos sucios-como la chapucera y villana ley del sí sólo es sí-y blanqueando la acción criminal de gobierno incluso justificando alianzas con terroristas y golpistas.
Medios de comunicación libres y críticos
Pedro Sánchez se ha asegurado de tentar a los que estaban dispuestos a vender el alma al Diablo, con entreguismo para falsear la realidad corrompida que blanquean permanentemente, después de haber sido regados con millones de euros. La vieja y tradicional historia de la corrupción humana al servicio del Satanás de la falacia. Los medios de comunicación libres y críticos son un contrapeso esencial para un gobernante corrupto y es por ello que se pretende silenciar y acotar la libertad de expresión con todos los métodos represivos; estirando la cuerda sin romperla porque el proceso de desmantelar la democracia impone ritmos para que la sociedad, víctima de la trampa, no advierta con demasiada evidencia la intención final de intervenir todas las voces libres que pueden denunciar públicamente la criminalidad monclovita. No presunta, sino evidente criminalidad. El periodismo de calidad y la investigación periodística pueden exponer la corrupción y mantener a la ciudadanía informada sobre los abusos de poder. Es importante proteger y fomentar la libertad de prensa para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a información veraz y relevante, y conscientes de ello han creado comisarios políticos en redes sociales y empresas de control de la verdad como Maldita.es o Newtral para que no fluyan las noticias que podrían poner en la picota la delictiva actuación de Pedro Sánchez y sus secuaces que pasan por la traición, la alta traición o hasta el encubrimiento de un gerontocidio provocado para politizar el dolor.
Desafíos y reacción
Pedro Sánchez está abonado al Falcon en sus viajes internacionales para encubrirse y buscar coartadas del golpe de estado que perpetra con evidencia alarmante. Una vez localizados los problemas de fondo y que son cada vez más elementales en las formas, son las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el Ejército, garantes de la defensa de un país democrático frente a un gobernante corrupto, los que han de comunicar y advertir sobre los riesgos que asume el país cuando se adentra en escabrosos senderos de discordia que amenazan la Seguridad Nacional. En eso están los sindicatos mayoritarios de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como la Jefatura del Estado ¿conscientes del golpe de estado institucional que pretende Pedro Sánchez poniendo en riesgo la España democrática y la Constitución que permitió una convivencia en paz generalizada durante 40 años? Localizados los desafíos, focalizada la corruptela sanchista contra España entera y a falta de legítima reacción… en esas estamos.
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Sanchez ha llevado a España a un punto sumamente peligroso y que, segun se ve, conduce a la destruccion nacional por la via de la revolucion marxista.
Una revolucion asi, tipo la de Venezuela, no se para con criterios democraticos, criterios que son precisamente lo que utiliza el socialismo para destruir España, o va a por todas o te quedas como botella vacia.
Como lo que esta sucediendo lleva en marcha 40 años no parece posible solucinarlo via votaciones, porque cada vez que los españoles votan, destrozan mas España.
España se rompe y nadie, ni dentro ni fuera va a defenderla
Pero Pedro Sánchez no ha surgido de la nada, no es sólo el digno heredero y natural continuador de las políticas de sus predecesores de su mismo partido, sino un hijo perfecto del Régimen del 78.
Por cierto, dice usted: «Si antes significaba algo la movilización pacífica de los ciudadanos…» Me encantaría saber cuándo fue eso ateniéndonos estrictamente al significado de los dos términos «movilización» y «pacífica», unidos por conjunción copulativa, no disyuntiva.