Análisis a vuelapluma: Me alegro de ver lo que deseó Alejandro Magno y Julio César. Por Hernán Pérez Ramos

«Confieso que me alegré de ver lo que tanto desearon el Rey Ciro y su hijo Cambises, el gran Alejandro Magno y Julio Cesar».

1- En la abadía de Westminster, donde están enterrados los reyes y las personas más ilustres de Inglaterra, la tumba más visitada es la de David Livingstone. ¿Por qué? Porque la educación recibida por los británicos les hace sentir un profundo respeto y veneración por aquellos que con su vida enaltecieron el nombre de su patria.

David Livingstone fue un misionero que en su peregrinar evangelizador descubrió en 1855 el Lago Victoria, el que después se confirmaría fuente del Rio Nilo blanco.

2- La historia silenciada. En 1586 un Jesuita madrileño de 24 años parte junto a Antonio Montserrat desde la India, con la intención de llevar la fe católica, a las tierras de Etiopía. Se trataba de un viaje extremadamente arriesgado pues tenían que pasar por extensas zonas ocupadas por los musulmanes. Aunque iban disfrazados de comerciantes armenios, fueron descubiertos y apresados, les sometieron a torturas, a todo tipo de vejaciones y los convirtieron en esclavos, fueron obligados a cruzar una y otra vez los desiertos más inhóspitos a pie, con las manos atadas a la espalda hasta que terminaron remando encadenados en una galera.

En 1595 Felipe II se enteró de su cautiverio y de inmediato ordenó pagar el rescate, lo que les permitió regresar a la India.

En 1603 el Jesuita protagonista de esta historia, al que no le fue suficiente todo lo que había tenido que soportar, todo lo que había tenido que sufrir, decidió que debía cumplir su misión evangelizadora y comenzó de nuevo el peligroso viaje de la India a Etiopía. Pero esta vez llegó gracias a que en los muchos años de cautiverio había aprendido árabe, turco, armenio y sobre todo, ahora conocía las costumbres y usos de las regiones por las que tuvo que pasar.

3- La misión. Ya en Etiopía reconstruyó la misión Jesuita de Fremona dando amparo, ayuda y proveyendo alimentos a todas las poblaciones cercanas, tal fue su éxito en la protección de los más necesitados que el rey le llamó a su lado. Su maravilloso don de gentes y su gran conocimiento teológico le granjeó el apoyo de dos monarcas sucesivos, lo que le permitió abrir, una tras otra, misiones para difundir la fe  cristiana y brindar ayuda y comida a los más desfavorecidos.

5- El descubrimiento. En un viaje con el rey etíope llega a unas cataratas magníficas que conducían al lago TANA. Este maravilloso momento es el que posteriormente inspira la frase: «CONFIESO QUE ME ALEGRÉ DE VER LO QUE TANTO DESEARON EL REY CIRO Y SU HIJO CAMBISES, EL GRAN ALEJANDRO MAGNO Y JULIO CÉSAR«. Nuestro misionero había descubierto la fuente del Rio Nilo azul, nada menos que más de 200 años antes de que Livingstone descubriese el Lago Victoria (fuente del Nilo blanco).

Y esto, ¿ qué importancia tenía? En la época había tres cuartos de planeta por descubrir, en consecuencia la ciencia estrella era la geografía. El descubrimiento de las fuentes del río Nilo fue el equivalente a la invención de la penicilina, al desarrollo de la energía nuclear o al descubrimiento del Bosón de Higgs. Fue el hito científico más relevante, grandioso y laureado (en Inglaterra) de la época.

Conclusión: amigos, mientras la tumba de Livingstone es reverenciada por miles de ingleses agradecidos, ¿ cuántos jóvenes españoles saben quién fue Pedro Páez Jaramillo?

El español, ¡sí,  el ESPAÑOL!, que descubrió la fuente del Rio Nilo azul… Me temo que muy, muy pocos.

Ojalá que el agradecido tributo que he querido rendirle con este sencillo escrito, os anime a ver los vídeos que cuentan las increíbles proezas de Pedro Páez Jaramillo porque un pueblo que no conoce su maravillosa historia no sabe de lo que es capaz de conseguir.

La Historia de Pedro Páez y las Fuentes del Nilo Azul