Análisis a vuelapluma: Un asunto peliagudo la investidura. Por Hernán Pérez Ramos

1- Pues Sánchez, para «variar», acaba de cambiar de estrategia. El que lo tenía todo amarrado y bien atado para ser presidente en cuanto el Rey le encargara formar gobierno, de pronto ha echado el freno y ahora le da la oportunidad a Feijoo para que intente formar gobierno.

2- Pues qué queréis que os diga, cada vez que Sánchez aparenta acercarse a la democracia institucional, por principio, me echo a temblar porque nada, nada bueno viene detrás. Y ahora, ¿ qué busca el trilero sinvergüenza, cuál es el plan oscuro, retorcido y deleznable que hay detrás de su repentino cambio de estrategia? Veamos.

3- Sánchez sabe a ciencia cierta que a los independentistas no les conviene de ninguna manera una repetición de las elecciones, porque podría ganar la derecha. De aquí que, aunque en principio los puigdemones y compañía bilduetarra pedirán el oro y el moro, es posible que al final se conformen con unas pocas migajas de España para evitar la reedición electoral.

4- Pero al mismo tiempo Sánchez también es consciente de que sus socios en este momento tienen que vender muy caro su apoyo, debido a que se acerca la diada catalana y el 1 de octubre y en año y algo hay elecciones vascas. En otras palabras, Sánchez se ha percatado de que si espera unos meses el apoyo de los independentistas puede que le salga mucho menos caro que si se presenta a una investidura ahora. De aquí que haya decidido cambiar de estrategia, dejando que Feijoo intente en vano formar gobierno, para así ganar tiempo.

Conclusión: amigos, lo que no tengo nada claro es lo que deberíamos hacer los de derechas, por eso lo dejo al cualificado discernimiento de cada cual:

a) ¿Se le debe hacer el juego a Sánchez, intentando una investidura fallida de Feijoo?, propiciando con ello que Sánchez pueda ser investido en unos meses sin tener que hacer concesiones  en extremo onerosas al independentismo.

b) ¿Se debe presentar Feijoo a una investidura que tiene pérdida de antemano, para que Sánchez se vea en la disyuntiva de bajarse bien los pantalones ante los indepes o fracasar también en la investidura y tener que convocar elecciones? Asunto peliagudo donde los haya, ¿verdad?