23/11/2024 11:03
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Aprovechando la estación del año en que estamos y la elevada temperatura he decidido hacer un ejercicio de navegación, he realizado una profunda inmersión en el CD: Fiebre vital, que es el proyecto musical del libro del mismo título. He surcado la poesía de Arístides Naranjo y he observado que él nos muestra su irrefutable verdad y el peso neto de la palabra que es bálsamo reparador y aposento propio. Pone de manifiesto una visión de la poesía asociada a la música.
De cada fonema emergen sus líneas de pensamiento y una conjunción de colores literarios que hablan por sí mismos. Grande es la libertad con que se expresa Arístides Naranjo, cubano de nacimiento y español de adopción. En este trabajo colaboran con él, José Luis Pardo, en la composición, y Miguel Plaza Galindo, en el arreglo.
Es autor de otro libro: Itinerario de la herida. También  ejerce de actor y director de teatro.
Letras que bucean en los pliegues del alma que cose sentimientos y supura esperanza. Con este trabajo conquista su derecho a tener una identidad, es su designio personal con su yo más íntimo.
«Te llevaste las rosas que puse en tu boca,/ te llevaste el milagro,/ re llevaste la estrella suspendida del tallo,/ los pétalos felices,/ el vestido estrenado,/ los pétalos felices,/(…)./ Te llevaste sangrando las largas raíces/ y un rocío de pájaros mis sentidos,/ te llevaste una parte de mí con tu canto,/ (…). Extractado de: Despojo.
Versos de gran pulcritud, que deletrean la fiebre de los escapularios inmunes, en los que el sujeto poético quiere «quizás sin llegar a conseguirlo» comprender la definición de amor verdadero, que habita en sus venas y que da existencia y nombre a los sentimientos, nutridos con inteligencia emocional. Talismanes amurallados que capturan el sustrato sobre el que se cimenta el inmenso valor del lenguaje.
Hambrientas y furtivas libélulas que sacian el hambre del sediento y alado rocío.
Muchos tienen corporeidad seductora, y con paciencia se aferran a lo imposible…
«Tiempo intermitente de tu ausencia,/ tiempo muerto./ Hojas secas en el calendario, mar revuelto./ (…). Tiempo sin tu risa, canto de mi aliento./ Hora sin tus ganas, minutos deshechos./ Tiempo tuyo y mío, tiempo desencuentro./ (…)». Fragmento de: Tiempo.
Besos y deseos fugitivos como un relámpago, que desbaratan el cántaro que contiene los hechizos que nos atrapan, juegan con las casualidades, miden nuestro tiempo y facilitan los abrazos.
La madrugada sin piel, inasible, ametralla y arroja al cataclismo a la renuncia que muestra el justificante.
A veces parece que Arístides se encarnara en el latido de Teucro…
«Hay que pasar la prueba de fuego/ ante el castillo de naipes/ verter lágrimas en silencio, en silencio,/ evocar desesperado el alma lejana./ (…), absorber un cuerpo hasta el latido más hondo./ Cabalgar la llanura del deseo recordando besos,/ pero no de cualquier boca,/ sino una inseparable, tuya, a miles de lenguas./ (…). Extracto de: Prueba de fuego.
He intentado hacer Deep Dive en estos textos, he analizado todas sus aristas. En algunos se puede apreciar un trabajo de heterodoxia. He podido constatar que «casi siempre» su poesía es unívoca. En momentos concretos parece que el escritor establece una conversación con el libro. En ocasiones está presente el soliloquio, la aponía, la ataraxia, la coda…
Me atrevería a catalogar este trabajo como una prueba de amor… «Que le condena a trabajos forzados», a causa de este se expone a matar o morir. Embiste la sensación de pérdida que pasea sobre un campo de minas.
El creador comparte su mundo secreto y la importancia del acto de recordar que habita la memoria.
Porque la poesía y la música son innecesarias necesidades para sobrevivir…
«Qué nubes silenciosas me atiborran/ qué penumbra tiene el cielo/ cayó la lágrima en su vieja enredadera./ Qué manera de extrañarte a todas horas/ fatigado de recuerdo y de certeza./ Qué alivio almacenarte en los brazos como una de mis venas,/ qué triste la cama sin tu aliento, el café sin tu mesa./ Qué tranquilidad me brindas, tan lejana, qué sudorosa espera./ Qué forma de amarte, qué luna tan llena,/ vivir junto a ti, qué vida tan plena./ Que fuera de nosotros nada existe,/ tan inmenso es entregarnos,/ déjame navegar en la barca de tus labios./ (…). Extraído de: Nocturno.

Autor

Pilar Redondo
Pilar Redondo
Escribe en varios periódicos, entre ellos: "ÑTV", "El Cierre Digital", y revistas, algunas: "La Casa", "Sueños de papel", "Azahar".
Desde hace 23 años es miembro de la Asociación Literaria Hasday, aunque colabora con cuantos colectivos culturales se lo solicitan. Fundadora del primer club de lectura de la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Junto a Francisco Muñoz coordina las rutas culturales: "Los Grandes de Córdoba" y "La Batalla de Munda".
Ha trabajado en dos programas de Canal Sur Televisión: "El público lee" y "Pido la palabra". Organiza actos culturales en colegios, instituciones, etc.
Es autora de dos libros de relatos: "Relatos atormentados" y "Relatos de humor", (incluidos en la Colección Guadalquivir).
Tres poemarios: "Mortalmente eterna", "Quejíos del alma", "La piel del alma".
Doce cuentos infantiles, pertenecientes a la Colección Albolafia y cuyo emblema es la rana Clotilde.
Junto a otras nueve escritoras es productora de un disco de poemas musicalizados, titulado: "Poetizando, mujeres con voz y verso". Es en apoyo a las víctimas de la violencia de género y cualquier tipo de violencia en general.
Ha publicado dos libros de artículos periodísticos: "El pacto de las libélulas" y "Los labios de las amapolas".
Junto a don Julio Merino ha escrito las siguientes novelas: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis". "La princesa del jazmín", "la boda cautiva", "Leila de Granada", (Pertenecientes a la trilogía de La Reconquista).
"Cuando los dioses se hacen humanos", "Penélope la Reina tejedora". "Betsabé y el Rey David", "Pelayo el Astur", (forman parte de la serie de los dioses).
Es fundadora de dos clubs de lectura en la Biblioteca Provincial de Córdoba. En uno llevan una andadura de casi dos décadas, y en el segundo, es de reciente creación, de este 2023.
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julio Merino González.

Muy buen artículo, se ve que es una escritora que ama la cultura. Me ha gustado. Leo casi todos los de ella.

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