Matemáticas progres y el futuro de España. Por Patxi Balagna Ciganda

Mientras los chavalines chinos ganan la competición internacional de matemáticas, los nenitos occidentales no saben ni contar cuántos géneros hay.

La verdad es que no creo ni que España se presente a este tipo de eventos. Del que hablamos, ha tenido lugar en Japón y los chinos han ganado la medalla de oro (con 240 puntos) por quinto año consecutivo. (1)

¿Y en occidente, que se les enseña a los niños?

Pues básicamente a contemplarse los genitales y a jugar con ellos mientras se los confunde y se los intenta convencer de que se los amputen o de que se los metan a sus compañeritos por donde la espalda pierde su nombre.

– ¿Cuántos géneros existen Pablito?

– Dos.

– Suspendido y expulsado. Hay 72, tonto. ¿Qué no lo ves niño?

Si se lo contaras a alguien de hace 50 años no se lo podría creer, pero es la triste y terrorífica realidad del mundo accidentoanal actual.

Aquí un ejemplo de profesor de párvulos progre descompensando y pervirtiendo niños de 5 años:

¿Qué saldrá de todo esto?

No hace falta ser un genio para adivinar los nefastos resultados de estas paranoicas políticas que se implementan en los colegios del estado, o mejor dicho, centros de adoctrinamiento del régimen.

Los nenes de hoy en día, van a tener un «cacao maravillao» cuando lleguen a adultos que les va a ser difícil -por no decir imposible- reajustar su cocotera a algo cercano a lo equilibrado.

Ya no te digo que lleguen a ser capaces de competir con el resto del mundo, sino que puedan llegar a comprender medianamente lo que sucede a su alrededor. Lavado de cerebro, gentileza del nuevo orden satánico para que sean más facilones de poseer y penetrar, que viene a ser lo mismo.

Y es que mucho mejor así para los partidos progres que se alimentan de los más desfavorecidos intelectuales y los traumatizados. Ellos lo conocen perfectamente y por ello es a lo que se dedican. A más gente traumatizada y confundida,  más votantes para el futuro y más asegurada estará su satrapía.

Seres infelices y confundidos que necesitaran un papa estado (papa homofílico, claro) para poder sobrevivir mediante paguitas programadas para que se las gasten en lo que el gran hermano decida. Obviamente, habrá una jerarquía en cuanto a aptitud y los más afines a la ideología analcoiris serán los más afortunados, sin duda.

Si hoy ya la primera dama española era la contable en un putiferio homosexual, y la ministra de igualdad era anteriormente una cajera, imagínate lo que puede ocurrir en unos añitos con semejante educación estatal (estanal).

Pues tendremos pronto un presidente del gobierno transexual, negro y musulmán, no binario del todo, transespecie, pansexual, celíaco y vegano, identificado como un poquito binario los martes -pero los jueves ya no-,   que nos explicara que el arcoíris («קֶשֶׁת» pronunciado «keshet») es la señal de que a dios (el de los judíos)  le importa el mundo y que es obligatorio porculizarse cada mañana con el primero que te encuentres para promover el amor universal. Y el que no lo haga, será considerado un «odiador» y enviado a un centro de rehabilitación para que aprenda a amar al prójimo con terapias de choque trasero intensas. Todo ello, gentileza de los caritativos refugiados con ganas de integrarse.

Aquí la foto del anuncio de cabalacoach.com donde se dice algo parecido a esto mismo: