Luis Miguel de Benito
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Vamos camino de morirnos sanos. Ironías aparte, el titular de la noticia es que «La salud de la profesión médica no mejora tras el fin de la pandemia», según cuenta un estudio que al parecer se llevó a cabo entre noviembre de 2022 y febrero de 2023 auspiciado por tres Fundaciones (no una, ni dos): Galatea, Mutual Médica y la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (OMC). En ese estudio, según recoge la noticia, el malestar y los problemas de salud de los médicos se deben al «clima laboral». No sé si en el ánimo de la noticia está hacer ver que el clima laboral deriva del cambio climático. Pero resalta en subtítulo que «el 75% de la profesión médica considera que su carga de trabajo actual es superior o muy superior a la que tenían antes de la pandemia», lo cual hace que la noticia se oriente hacia que el colectivo de los profesionales sanitarios estaría desbordado de tarea asistencial…. y así exigir que aumente la plantilla de trabajadores. Es misión de los que están al frente de un colectivo presentar estudios y quejas sobre la insuficiente dotación de recursos, porque así sus «representados» ven que se está haciendo algo por ellos. Pero cuando no se desea dar plena explicación a la situación que se vive, se silencia lo que no interesa y se presentan las cosas de forma sesgada. Y aquí vamos a hablar de lo que no quieren que usted sepa.
Que la profesión médica desde hace años está en situación precaria en el ámbito laboral es incuestionable. De ello puedo dar fe como médico especialista del sector público y privado que durante más de 25 años ha trabajado en más de 40 hospitales diferentes y no soy ni funcionario ni interino. ¿Qué hay detrás de ese súbito interés por el empeoramiento de nuestras condiciones laborales por las diferentes Fundaciones y, sobre todo, por la que depende de la OMC? Según dicen «cuatro de cada diez médicos no puede más» por «aumento de la carga de trabajo». Pero si en boletín del INE de 22 de junio de 2022 se lee «El número de médicos colegiados aumentó un 2,8% y el de enfermeros colegiados un 1,8%» ¿cómo es posible que habiendo más personal asistencial colegiado haya más tarea? Esto se puede explicar por varios motivos que la noticia no cuenta. En primer lugar, porque es evidente que tras la pandemia… no hemos conseguido que la gente esté más sana. Las noticias de aumento de casos de enfermedades infecciosas, tumorales y autoinmunes desbordan los titulares de los periódicos. Para no saturar ni aburrir tan solo transcribo dos titulares del medio iSanidad del mismo día: «Las muertes por causas respiratorias aumentaron un 21% en 2022 pese al descenso de las provocadas por Covid-19» y «En 2023 se diagnosticarán 27.000 nuevos casos de cáncer hematológico en España (hace 10 años eran 3000)» Evidentemente, es innegable que están aumentando los pacientes, hay más casos, más enfermos. Acaso las pretendidas inmunizaciones no han tenido el efecto maravilloso deseado. Y eso lo saben bien quienes ven mermada su salud al ritmo de los pinchazos.
Pero otro factor que es muy importante es… que los médicos también son población y enferman, porque también «han picado», y aunque sea cierto que el número de colegiados registrados haya aumentado, eso no significa que todos ellos estén operativos, porque también se dan de baja laboralmente, aunque siguen figurando como colegiados. En la noticia se recoge que «un 60% de los médicos son usuarios reales o potenciales de estos servicios (se refiere a los servicios de apoyo psicológico o de atención a la salud mental) en 2022 (frente al 24% en 2020)». Pesa el cansancio físico y el mental. Como decía un colega, a ver con qué cara me presento yo ante un paciente con una neuropatía crónica por una inyección que le animé a ponerse sin necesidad… Porque si algo ha quedado claro tras el experimento social de pinchazos para todos, es que la ciencia médica se obstina una y otra vez en que no todo es apto para todo el mundo, que todos los medicamentos tienen sus indicaciones y contraindicaciones. Algo que hasta los Colegios de Médicos parecen haber obviado al admitir sin empacho ni crítica alguna el contenido del Artículo 44 del nuevo Código de Deontología Médica que dice «A fin de limitar la transmisión a los pacientes, y salvo que haya razones que justifiquen no hacerlo, el médico debería estar vacunado, y es de su responsabilidad utilizar las medidas preventivas y necesarias contra aquellas enfermedades transmisibles de mayor prevalencia e incidencia.» La pregunta sigue siendo si quienes lo redactaron saben qué es una vacuna, para qué sirve, a quién le sirve, su eficacia y su seguridad. Por supuesto que existen razones que justifican no hacerlo. Parece que el artículo se coló a instancia de la OMS, como acatamiento a los dictámenes políticos, pero sin ninguna justificación médica ni científica. Obedientes a ello los colegas que no cuestionan lo absurdo de la recomendación, muchos se han enfermado y pedido la baja, porque no pueden con su cuerpo o con su vergüenza para enfrentarse a los que han provocado un perjuicio por acatar recomendaciones de tertulianos sin hacer valer sus conocimientos (y su autoridad) como médicos.
Esta dejación de funciones no ha sido más que una vuelta de tuerca para que finalmente sean los políticos quienes pinchen a su antojo al redil con anuencia de los médicos cobardes. Y eso no tiene justificación deontológica aunque quieran cambiar el Código. Si comprende usted el fondo de esta noticia, entenderá hasta qué punto está enferma la salud porque se ha puesto a los lobos a cuidar el rebaño.
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Sí de verdad se sufriera una pandemia espantosa en la que los medios sanitarios escasearan, los hospitales no fueran suficientes y, por ello, no se atendiera como es debido al paciente, pasada dicha pandemia no se potenciarían dichos medios? No se invertiría más en Salud para el Ciudadano? Porque lo que ha pasado aquí y en el resto del mundo es que la supuesta Pandemia ha valido para todo menos para eso… Se ha invertido mucho más en rebajar las libertades, por ejemplo.
Y porque hoy en día es una vergüenza que en la Seguridad Social se atienda al enfermo a los muchos meses de solicitarlo. En algunos lugares para hacerse una radiografía hay que esperar meses, por ej., también. Y se podrían enumerar muchas más restricciones de las que nunca ha habido que indican que tras el COVID importa un pimiento la Salud…
Los médicos después de la pandemia viven de puta madre, he ido varias veces al especialista y después de meses de espera te encuentras con una sala vacia y con un médico con menos trabajo que el peluquero de Kojak
Señores y señoras de la medicina. No le den más vuelta a la tuerca, que ya está pasada de rosca. Déjense de si hubo o no pandemia, si hay o no sobremortalidad por inoculaciones y eutanasias encubiertas o no, si sobra gente en el mundo o no, etc.
Recuerden que ante la crisis mundial sanitaria del ÉBOLA no se actuó de igual modo que con la peste roja venida de China. ¿POR QUÉ? Esa es la clave, y lo demás no cuenta. Con la crisis del ébola se cuentan con los dedos de una mano los muertos y afectados (aparte del perro sacrificado, Excalibur me parece que lo llamaban, por causa del cual los rojos ahora en el poder querían ahorcar a la presidenta de la provincia de Madrid). Con la peste china y sus complementarias inyecciones fatales para el sistema inmune, ¿cuantos han sido asesinados ya en masa? Esa es la clave, señores de la medicina hiper sabios, que no cuestiones de laboratorio. ¿Por qué se dejó propagar la peste de China en lugar de contenerla como el ébola hace unos pocos años? Respondan a eso y déjense de monsergas. Ahí está la clave de todo.
Las listas de espera para todo tipo de operaciones quirúrgicas e intervenciones ya eran muy largas antes del covid chino. Y no digamos ya las consultas con especialistas. Ese no es el problema. El problema es que no se actuó como con la crisis del ébola, que era lo que debió hacerse. A partir de ahí ya va saliendo todo. No es una cuestión médica.
Porque antes los ancianos, mayoría de los pacientes, no tenían miedo a acudir a las consultas. Y ahora sí. Y acuden con mascarilla en gran número, aterrorizados. La cuestión está en que no se actuó como con el ébola, cercenando toda posibilidad de expansión de esa peste roja de China. A partir de ahí se explica todo.
El contenido de mi artículo no tiene absolutamente nada que ver con el ébola. No lleve «la clsve» por otros derroteros.
Sr. Benito. Escribe ud. del aumento de enfermos, sobre vacunas o inoculaciones, y del estado de la sanidad actual, con mucha más gente enfermando con varios tipos de dolencias severas. Como escribe ud.:
«Las muertes por causas respiratorias aumentaron un 21% en 2022 pese al descenso de las provocadas por Covid-19»
Por eso, y porque muchísimas personas siguen con los mismos argumentos sobre el covid 19 y las inoculaciones, he comparado la situación con la que sí se supo contener, la del ébola surgido en África occidental, no en China. La clave del asunto es explicar porqué se actuó de modo diferente en un caso que en otro. Y ni siquiera se cita que el ébola era algo diferente al covid 19 que justificase diferente actuación por parte de autoridades mundiales sanitarias, gobiernos, UE, etc. Y ese porqué, seguramente queda fuera su respuesta del ámbito de la medicina. Claro que usted no cita el ébola, como la inmensísima mayoría. Esto también es para cuestionárselo también. Parece como si viviesen bajo un terror amordazador tanto medios, como médicos, como funcionarios, como jueces, etc.
El virus de Ébola ni en su patogenia ni en su propagación tiene nada que ver con el COVID. Es como si lo quiere comparar con las muertes en accidentes de trabajo.
Lógico. Ahora tienen a los que indujeron al pinchazo muy enfermitos… Muchos ya no son sus pacientes porque partieron al más allá, pero los que están hacen como 4 ó 5…
Si se quieren liberar que se sinceren con el mundo… Sus conflictos de intereses han matado⚰️ a muchísimos.
Miramos al 🔬?
Deberíamos todos hacerlo🫣…
Pues no entiendo nada, disculpe ud. y soy un analfabeto subnormal médico total, doctor Luís Miguel Benito. La única similitud entre ambos que he visto es que ambos son contagiosos. Me temo que las muertes en accidentes de trabajo no tienen tal condición, es decir, que uno caiga del andamio no se contagia al otro. Se lo digo porque yo he trabajado años en un andamio, no en laboratorios de bioquímica.
El ébola era contagioso (a no ser que con este también nos engañasen miserablemente), fuera lo que fuera el tal ébola. Y se frenó implacablemente su propagación sin apenas daño a nadie salvo a los contados casos de afectados.
El covid 19 es contagioso, no era, es, sigue siendo, independientemente de que el covid 19 no tenga nada que ver con el ébola salvo su capacidad de matar, mayor o menor, eso lo sabrán uds. Y el presente covid 19, no se frenó en absoluto su propagación, propagando además unas inoculaciones que a saber qué tipo de mortalidad y patologías provoca en años venideros.
Puede que esta manera de razonar sea una estupidez, una locura, un error, etc., pero sigo sin entender porqué no se actuó del mismo modo en ambos casos, que de lo que se trataba era de contener el mal, evitar su propagación y con el menor daño e incomodidades a toda la población, que ninguna culpa tuvo ni tiene en eso que ha venido de Chin. Ahí está la clave. Evidentemente, un médico, no puede responder a esta pregunta, supongo.
Lo de la carga laboral es una muletilla para no dar explicaciones; creo que es el sentimiento de culpabilidad del estamento médico el causante de ese malestar, tras observar el incremento de mortalidad ( miocarditis, trombosis, turbocánceres…) originado presumiblemente por una «terapia génica de carácter experimental» llamada «BAKUNA».
Esa terapia ha sido un ensayo clínico en humanos sanos, ese proceder es de una inmensa irresponsabilidad, y los sanitarios lo saben.
Los aplausos a las 8H fueron la coreografía preparatoria de dicho ensayo, recomendado por ellos ( sí o sí ), coaccionando y amenazando, eso yo lo he vivido; hubo políticos que propusieron no tratar hospitalariamente a los no «bakunados» además de pedir un pasaporte Covid para Galicia ( Feijoo.. Moreno Bonilla..)….. ¡ el totalitarismo hecho realidad !
Empezamos por la medicina basada en la evidencia, luego por la medicina basada en la incertidumbre y actualmente estamos en la medicina basada en la OBEDIENCIA, pero obediencia a unos criterios políticos espurios ajenos a la salud donde prima el factor económico.